Fórmula 1 - GP Arabia
Calles muy peligrosas en Arabia Saudí
Un misil lanzado por Yemen y caído cerca del circuito alarma a la carrera. La rápida pista urbana, propicia para accidentes, pone en riesgo a los pilotos
La F1 y la FIA confirman la disputa del Gran Premio de Arabia Saudí en un comunicado oficial
Solo el uno por ciento del terreno que ocupa Arabia Saudí es cultivable. Una superficie de más de dos millones de kilómetros cuadrados es básicamente desierto sin apenas agua. Sus 34 millones de habitantes se concentran entre la capital, Riad, y alguna de las populosas ... localidades bañadas por los dos mares (Rojo y Arábigo). Jeddah, sede este fin de semana de la segunda prueba del Mundial de F1, es una de ellas. Potentes rascacielos se alzan en el distrito financiero que alberga el circuito urbano más rápido, peligroso y polémico. Una pista sin igual en el calendario, diseñada por la factoría Tilke, y que el año pasado en su debut dejó imágenes y datos escalofriantes: cinco coches de seguridad en la carrera, 27 adelantamientos en sus larguísimas rectas, múltiples accidentes durante el fin de semana, y una velocidad máxima de 336 kilómetros por hora lograda por Kimi Raikkonen con el Alfa Romeo. Son las calles peligrosas de Arabia Saudí, más después de que ayer un ataque con misiles por parte de los rebeldes hutíes de Yemen destrozase varias refinerías de Jeddah. Situación que ha puesto en alarma al gran premio, aunque los dirigentes de la F1 han decidido que el show debe continuar.
La primera señal de la agresión armada fue el comentario de Max Verstappen mientras conducía Red Bull. «Huele a quemado. ¿Es mi coche?». La realidad era otra. Según Reuters, los rebeldes hutíes de Yemen confirmaron un ataque con misiles y drones contra varias refinerías en Jeddah. Los objetivos de estas acciones fueron los depósitos de Aramco, una de las mayores petroleras del mundo, patrocinador del gran premio y de la F1.
El ataque generó una rápida reunión de los dirigentes del automovilismo. El director ejecutivo de la F1, Stefano Domenicali, y el presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, hablaron con miembros de la familia real saudí . Tras el estupor inicial, los mandatarios del motor atendieron las peticiones de Mohamed bin Salman, príncipe heredero del régimen saudí, que prometió reforzar al máximo la seguridad para que el gran premio siga adelante.
Al margen del episodio, circuito urbano en la F1 suele traducirse por trazado lento, revirado, adaptado a los paseos o avenidas: Albert Park en Melbourne, Mónaco, Singapur… La fascinación que surgió el año pasado por la pista de Jeddah tiene que ver con la emoción que procuraba la altísima velocidad y la cercanía de los muros. El aliciente es el peligro.
Después de los elogios, muchos pilotos censuraron en 2021 la falta de seguridad y la poca visibilidad. Los conductores siempre tienen una visión larga, a bastante distancia de lo que tienen por delante. Y en Jeddah la sucesión de pequeñas curvas les impedía una visión correcta.
Según explica el departamento de comunicación de Mercedes, el circuito se hace con el pedal a fondo en el acelerador durante el 80 por ciento del recorrido. La velocidad media de cada vuelta, 250 kms/h., es muy superior al siguiente trazado urbano, Bakú (Azerbaiyán). El titular de Mercedes y presidente de la asociación de pilotos, George Russell, indicó que Jeddah tenía «muchas carencias desde el punto de vista de la seguridad».
Por este motivo, los organizadores del gran premio se vieron obligados a retocar la pista en aras de la seguridad. Las curvas 2 y 3 se desplazaron para mejorar la visibilidad, en los giros 4, 16 y 22 se añadieron unas superficies protectoras a las barreras de hormigón, y así sucesivamente en el resto de puntos.
Los organizadores han tenido que invertir más dinero en las barreras TecPro, los sistemas de protección imperantes en la F1 y que son varias capas de bloques de poliestireno que reducen de forma considerable el impacto de un bólido. «No hay mucha mejora en cuanto a la visibilidad» , zanjó Carlos Sainz antes de que se produjesen ayer los primeros accidentes. Norris llevó su McLaren contra el muro y Leclerc rozó su Ferrari contra el hormigón y dijo «he roto el coche».