China: principio y final de Vettel y Schumacher, las dos leyendas alemanas

La victoria de Michael Schumacher fue especial por muchos motivos. Solo dos semanas antes, tras subirse a lo más alto del podio en Monza, había anunciado su retirada para el final de esa temporada. El teutón explicó entonces, con 90 triunfos a sus espaldas, que ya no tenía la voluntad necesaria para ganar. Aún así tuvo arrestos para lograr una más en China e igualar a puntos con Fernando Alonso en el Mundial 2006 a falta de dos carreras. El resto de la historia ya es conocida: Alonso ganó en Japón y Schumacher abandonó por un fallo de motor, por lo que al español le bastó el tercer puesto de Brasil para proclamarse bicampeón del mundo.

Tres años después de aquella última victoria de Schumacher en Fórmula 1, era Vettel, otro alemán, quien lograba en Shanghai su segundo triunfo absoluto, el primero con Red Bull.

Un año antes de esa victoria el piloto de Heppenheim había asombrado a propios y extraños ganando con un Toro Rosso en Monza en una exhibición bajo la lluvia. Pero aquel triunfo, con ser importante, no pasaba de mera anecdota. El que logró un año después en Shanghai, ya como piloto Red Bull, sí sentaba las bases de la jerarquía con la que cuenta hoy en día la escudería austriaca.

Aquel 2009 Vettel logró tres victorias más, y fue el único piloto capaz de hacer sombra a los todopoderosos e inesperados Brawn de Button y Barrichello. Hoy, Sebastian Vettel ya suma tres coronas consecutivas, 27 victorias mundialistas y un asombroso registro de 38 poles, solo por detrás de los aún inalcanzables Ayrton Senna (65) y Michael Schumacher (68).