EL BAÚL DE LOS DEPORTES
«Esto se ha terminado, España sigue»: la emotiva despedida de José Ángel de la Casa
La jubilación forzosa, el gallo de Malta, la tragedia de Heysel y otras vivencias destacadas en la trayectoria del popular periodista toledano
Muere José Ángel de la Casa, histórico narrador del deporte español, a los 74 años

«Bueno, pues nada más señoras y señores. España sigue, la clasificación sigue, los partidos seguirán... esto se ha terminado. Bueno, yo, después de estos 30 años me permitan un minutito simplemente para decirles que yo he disfrutado mucho, que espero que ustedes también lo ... hayan hecho durante todo este tiempo. La selección española sigue aquí en Televisión Española, seguirán los compañeros, pero yo les digo adiós. Ha sido un placer estar aquí con todos ustedes, espero que para ustedes también, y hasta siempre»
La vida de José Ángel de la Casa Tofiño (Los Cerralbos, Toledo, 1 de diciembre de 1950) se apagó este lunes con idénticas serenidad y discreción con las que enmudeció su voz periodística hace 18 años, 28 de marzo de 2007, nada más concluir el partido España-Islandia (1-0) celebrado en el Ono Estadi de Palma de Mallorca correspondiente a la fase de clasificación para la Eurocopa de 2008. Un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en Radiotelevisión Española (RTVE) le empujó a jubilarse anticipadamente.
Aquel miércoles por la noche, sentado en la cabina del cambo balear junto a Julen Guerrero, exfutbolista del Athletic y comentarista que le acompañó durante la transmisión del encuentro, De la Casa empleó 25 breves segundos (del minuto 0:48 al 1:13 en el vídeo) en despedir tres décadas de reconocido trabajo como uno de los grandes narradores de la historia del deporte español.
«Buenas noches, Julen», concluyó. «Vale, muchas gracias a ti», le respondió el excentrocampista vasco. Y a continuación, el rostro del periodista sobreimpresionado sobre un breve vídeo con imágenes de la selección de fútbol con la canción 'Me voy', de Julieta Vengas, sonando de fondo.
Una humilde y discreta escenificación a modo de resumen perfecto de una trayectoria profesional tan importante como comedida. Para muestra, un puñado de frases de la entrevista publicada ese mismo 28 de marzo de 2007 en ABC:
«Yo soy uno de los muchos que nos marchamos y no me considero especial... Me voy con la sensación de haber sido un enamorado de mi trabajo y de haber intentado hacerlo lo mejor posible... Estuve a puntito de fichar por Canal + y por otras cadenas. En todas estas ofertas lo que me ofrecían era bastante agradable, pero al final no me arrepiento de la decisión que tomé... Siempre he sido prudente. He tratado de contar lo que veía en cada momento y transmitirlo a la audiencia. Es posible que en algunos momentos pecara de soso».
Esa prudencia se esfumó en el minuto 84 del inolvidable España-Malta jugado el 21 de diciembre de 1983 en Sevilla. Es archiconocido: fue cuando llegó el último gol del 12-1 que clasificaba a la selección de Miguel Muñoz para la Eurocopa de Francia 1984. Lo marcó Señor y el «soso» narrador y sus cuerdas vocales se desataron sin control durante unos instantes deliciosos e inolvidables.
Treinta años después, el propio De la Casa escribió en ABC lo vivido aquella noche histórica. Lo tituló, cómo no, «Mi gallo más famoso»:
«Pocos creían que España pudiera marcar once goles a Malta y estar en la fase final de la Eurocopa de 1984. Miguel Muñoz sí lo creía. Y yo también, cuando vi el 5-0 que Holanda consiguió ante los malteses unos días antes. El seleccionador quería convencer a sus futbolistas. «Es posible», les decía. «Tenemos calidad y fuerza, solo falta convencerles de ello», me comentaba a mí.
Cinco días antes del día D presencié el partido Holanda-Malta en TVE gracias a Segundo Vinuesa, que trabajaba en Eurovisión. Comprobé que los holandeses tuvieron veinte ocasiones de gol. Hicimos una grabación del encuentro y se la entregué a Muñoz en Oromana, el hotel de concentración de España en Alcalá de Guadaira. «¡Esto es lo que necesitaba!», espetó el míster. Muñoz confirmó su optimismo. «¡Han tenido veinte ocasiones, es posible marcar once!»
Llegó la hora de la verdad y las cosas no comenzaron bien en el partido. Santillana anotó el primer gol y Malta empató con mucha suerte en un balón que rebotó en Maceda y engañó a Buyo. El infortunio estaba en contra de España. De momento.
Santillana consiguió otros dos goles. Pero Señor falló un penalti y nuestra selección desperdició otras tres oportunidades para irse al descanso con un 6-1. La realidad es que solo ganábamos por 3-1 en el intermedio. Hacían falta nueve tantos más. El propio Santillana manifestó en el intermedio, antes de entrar en el vestuario, que la misión era casi imposible.

Hubo gente que se marchó del Benito Villamarín en el descanso. No confiaban en ello. Antes del encuentro, en Televisión Española tampoco se creía en la proeza y recuerdo que Ramón Díez se enfadó porque le dejaron realizar la transmisión con cinco cámaras. Le habían quitado una para cubrir otra información.
Todo cambió en el segundo tiempo. Rincón hizo dos goles (5-1) y quedaba más de media hora. Difícil. Hasta que se produjo el momento clave. Hicimos tres tantos en unos minutos. Con el 8-1 dije en la retransmisión: «El reto se acerca».
Yo narré el partido al mismo ritmo que los jugadores. Ellos no celebraban los goles, pues hacían falta doce, y yo comentaba lo que sucedía sin estilo ni forma. Contaba cada gol deseando que Malta sacara del centro del campo y España volviera a robar el balón para buscar el siguiente tanto.
Cuando Señor anotó el duodécimo, surgió mi famoso gallo. Yo me desmelené como se desmelenaron los jugadores. Puedo decir que cuando vemos por televisión aquel partido se escucha bien. Lo peor es que treinta años después yo hubiera hecho el ridículo. Conseguimos incluso un decimotercer tanto, obra de Gordillo, que era legal y el árbitro lo anuló. Lo marcó desde la derecha y él se preguntaba: «¿Qué hacía yo en la derecha?». Camacho tenía respuesta. «Te escondiste de mí, porque estuve todo el partido dándote pases y ya no querías ni verme».
El autobús de la selección española tardó horas en llegar al hotel. La gente lo tenía rodeado. Los mismos que se fueron en el descanso del Benito Villamarín».
Dos años después de aquella alegría llegó la peor experiencia en la vida profesional del locutor manchego: la final de la Copa de Europa entre Liverpool y Juventus jugada en el estadio Heysel de Bruselas. Minutos antes del pitido inicial hubo una avalancha con trágico resultado: 39 aficionados muertos (32 italianos, cuatro belgas, dos franceses y un británico).
Una vez jubilado, aplicó la templanza de sus narraciones a la actitud vital durante el tratamiento médico de la dura enfermedad que le diagnosticaron en 2004: Parkinson.
Residente en su pueblo natal, Los Cerralbos (425 habitantes), quiso echar una mano en la gestión municipal y fue teniente de alcalde por el PSOE en el Ayuntamiento: «No tenía ninguna intención de ser concejal. Soy muy indisciplinado. Surgió porque vivo en Los Cerralbos. Un amigo mío, Pedro García Agüero, se presentó a alcalde y me pidió que lo ayudara. Me encargo de todo lo que son deportes, relaciones institucionales y algo de cultura».
Y, consecuente con toda actividad que emprendía, no se limitó a poner su nombre, sino que intentó utilizar sus conocimientos y contactos para, por ejemplo, reunir en septiembre de 2017 a los mejores representantes españoles de su otra pasión deportiva, el atletismo: Reyes Estévez, José Manuel Abascal, Fermín Cacho, Roberto Parra, Juan Carlos Higuero y Maite Zúñiga: medallistas olímpicos y mundiales reclamando desde un pequeño pueblo castellano-manchego apoyo económico y mediático para el atletismo.
Allí vivió también el confinamiento durante la terrible pandemia mundial del covid. Lo hizo con idéntico espíritu sereno e intentando sobrellevar su enfermedad sin perder de vista la actualidad del oficio de periodista:
«Aunque sea de forma indirecta, el coronavirus ha devuelto a la actualidad a José Ángel de la Casa. Ante la ausencia de eventos deportivos, raro es el día en el que Televisión Española no programa uno de los cientos de partidos de fútbol narrados por el periodista toledano. 'Cada día me lo recuerda alguien. Yo veo algunas retransmisiones y otras no. Estoy muy orgulloso de que los pongan, porque la gente que no me ha conocido ahora lo está haciendo, y otros lo están recordando. Digamos que ha sido un motivo de alegría', comenta. Y añade que, sobre todo, 'me fijo mucho en la cuestión de la tecnología, en cómo ha evolucionado. Por ejemplo, el famoso partido de España contra Malta del 12-1 lo hicimos con cinco cámaras y una unidad de repetición. Ahora, en cualquier partido de fútbol de ese nivel, no hay menos de 20 cámaras'».
Una de sus última apariciones tuvo lugar a finales de 2023, durante el sentido homenaje que le tributó la Real Federación Española de Fútbol en el 40 aniversario del citado 12-1 a Malta.
🔴 𝗘𝗡 𝗗𝗜𝗥𝗘𝗖𝗧𝗢 | Ovación cerrada para recibir a José Ángel de la Casa, la voz de la hazaña.
— RFEF (@rfef) December 21, 2023
🗣️ "He transmitido 138 partidos de la @SEFutbol absoluta, pero cambiaría todos ellos por haber jugado un solo minuto con el equipo".#VamosEspaña | #AsambleaRFEF pic.twitter.com/G6xM03OPnd
Muy mermado físicamente por la enfermedad, dejó otra frase para el recuerdo: «He transmitido 138 partidos de la selección absoluta, pero cambiaría todos ellos por haber jugado un solo minuto con el equipo».
Pocas veces se ha visto tan entregados y emocionados a un grupo de curtidos y legendarios exfutbolistas como los que rodearon aquel día a 'Tofo' sobre el escenario.
Y de fondo, como lema del acto que allí se celebraba, un lema tan corto, directo y certero como sus transmisiones: «Gracias, José Ángel».
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete