La vigencia del primer y único congreso nacional de caza de acuáticas

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El cazador aplicado

Antonio Notario Gómez

En el caso de gansos y patos, es más complicada la identificación de la especie

Dicha mesa adoptó conclusiones basadas fundamentalmente en las vedas y periodos de caza vigentes por aquel entonces en los países europeos. Así, consideraba que el periodo hábil de caza debería empezar a primeros de septiembre y finalizar a últimos de marzo, y la posibilidad de establecer la caza del macho del ánade azulón con reclamo vivo de hembra desde mediados de febrero a mediados de marzo de manera excepcional y con cupo establecido.

Ciertamente, la fecha propuesta para el inicio no resulta, ni mucho menos, descabellada, hasta tal punto que ya existen dos casos en nuestro país que la confirmarían, uno en Extremadura y otro en Navarra, ambos en el periodo de media veda con el ánade azulón (desde mitad de agosto hasta primeros o más de la mitad de septiembre). Por contra, la fecha de cierre es, según mi opinión, incorrecta. En Europa, la más tardía es la de Rumanía (15 de marzo), mientras que las del resto oscilan entre mitad y últimos de diciembre y de enero, salvo algunas como las de Gran Bretaña y Grecia, que se extienden hasta mitad de febrero.

Es natural que los países norteños quieran aprovechar la migración postnupcial poniendo las fechas de apertura en los meses de agosto y septiembre, como es el caso de Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, Eslovenia, Finlandia, Gran Bretaña, Grecia, Holanda, Hungría, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Noruega, Polonia, Portugal, Rumanía y Suecia. Por contra, y acertadamente, no contemplan el aprovechamiento de la migración prenupcial cuando las aves van a sus territorios de nidificación.

Resulta más complicado de definirse en las cuestiones de vedas. Los cazador de acuáticas hemos experimentado distintas fechas, como aquella que regía en la década de los ochenta del siglo pasado: mitad de septiembre. Y era buena, pues muchos de los ejemplares cobrados pertenecían a especies migratorias, aunque el mayor número correspondía a especies sedentarias, principalmente al ánade azulón. Pero también es un hecho que la situación de las zonas húmedas era completamente distinta a la que hoy vivimos merced a la feroz desecación a la que se han visto sometidas.

Por ello resulta indicado lo que la misma mesa de trabajo concluyó sobre la gestión de las acuáticas migratorias, el de ejercerla a nivel europeo y de forma conjunta o a nivel nacional, en los dos casos llevando a cabo censos y estudios, empleando criterios técnicos y manteniendo una relación estrecha con las distintas Administraciones.

De esta manera sería posible alcanzar decisiones adecuadas para todas las partes, incluyendo el bienestar y la supervivencia de las poblaciones de las aves acuáticas, que son, en último término, los principales objetivos que deben mover a los cazadores de esta tan cautivadora modalidad cinegética, a los cuales animo a que promuevan un segundo congreso para mantener viva la llama.