Una joven raza única

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José Carlos de la Fuente

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Acompañados por la Reina Doña Sofía, encargada de entregar los trofeos a los ganadores, sus anfitriones, Alonso Álvarez de Toledo, marqués de Valdueza, y su mujer, Isabel Argüelles, contaron también con la asistencia e intervención de distintos representantes de instituciones y asociaciones: Montserrat Castellanos, consejera técnica del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación; Antonio Collantes, experto en razas de caza; José María Pacheco, por parte de la Asociación Española de Rehalas; Ángel Pons y Carlos Salas, encargados de las calificaciones; y Manuel Luque, de la Real Federación Española de Ganado Selecto.

El primer premio de perro macho recayó en un ejemplar de Andrés Torres (Navarredonda, Ávila) y el primer premio de hembras en una propiedad del marqués de Valdueza. Setenta perros fueron calificados -«para hacer las mediciones se mira la longitud del animal, su anchura, las formas y el estado de la dentadura, así como la manera en la que asienta patas y manos»-, alcanzando así la cifra de 350 -a los que sumarían algunos ejemplares más en una nueva jornada de calificación en Madrid en una fecha posterior-, haciendo crecer esta raza todavía joven, claramente en expansión -aproximadamente se obtienen unas diez camadas anuales, de unas cinco o seis crías cada una-, por la que se siguen aunando esfuerzos en su proceso selectivo y continuidad.

La raza de perros Valdueza son el producto de muchos años de minuciosa y precisa selección que ya iniciara Alonso Álvarez de Toledo y Cabeza de Vaca, en los años cuarenta del pasado siglo, y que posteriormente ha continuado su hijo, Alonso Álvarez de Toledo y Urquijo, XII marqués de Valdueza.

Con un objetivo inicial de lograr ejemplares idóneos para la actividad cinegética especialmente adaptados a los montes de Toledo y a las sierras de Extremadura y Sierra Morena, su creador buscó un perro eficiente pero bonito morfológicamente, y para ello hibridó podencos andaluces y mastines leoneses-extremeños.

El actual marqués de Valdueza continuó con el proyecto de su padre centrándose, ya que contaban con un gran instinto cazador, en asentar su morfología, remarcando el color blanco marfileño, encerado o con manchas ligeras. Además, realizó cruces con grifones vendeanos traídos de Francia, también blancos y con un gran olfato.

Así, el resultado es un perro de gran homogeneidad en morfología y funcionalidad, grande, de más de 65 cm de alzada las hembras y 75 cm los machos, y fuerte, resistente y ágil, con doble y densa capa de pelo, de textura áspera con barba albina, cabeza espigada y orejas cortas, que destaca también por su porte noble y elegante, su carácter fácil, sociable, dócil y obediente, y su presencia y personalidad únicas. Toda una raza.