El Madrid se impone a Baskonia y se mete en la Final Four de la Euroliga

Nada tuvo que ver el encuentro con los dos enfrentamientos disputados en Madrid. Como muestra, la agresividad del Baskonia en ambos lados de la cancha desde el inicio del mismo, muy superior a la mostrada en el WiZink. Los primeros diez minutos gozaron de un ritmo frenético y alocado que impedían a los dos conjuntos adueñarse del partido.

Tal fue la intensidad del primer cuarto, que hasta el tiempo acabó exhausto. Un fallo técnico en uno de los ordenadores de la Euroliga presentes en el Fernando Buesa Arena obligó a retrasar el inicio del segundo cuarto y llevó a los jugadores a iniciar un improvisado calentamiento para no perder del todo el vigor.

No notaron el parón ni Howard ni Miller, autores de 21 puntos consecutivos para los vitorianos entre el final del primer parcial y el comienzo del segundo parcial. El escolta, una máquina de anotar indetectable. Mientras que el base, en una auténtica exhibición, iba rellenando cada uno de los apartados estadísticos, sumando puntos, asistencias, rebotes y robos. Por algo se convirtió esta temporada en uno de los tres jugadores en la historia de la Euroliga en registrar un triple doble.

Los estadounidenses guiaron a Baskonia a una ventaja de diez puntos sobre los blancos, pero la entrada de Sergio Rodríguez desde el banquillo dotó de clarividencia al ataque del Madrid y volvió a acercar a los de Chus Mateo. Marinkovic relevó a Howard en el apartado anotador, pero el base canario impidió que los alaveses se alejaran. En el segundo cuarto, el nivel ofensivo ambos equipos fue inmenso, con 64 puntos anotados.

Tras el paso por vestuarios, como era de esperar, los porcentajes bajaron. El acierto ofensivo dio paso a la intensidad defensiva, en la que Tavares destacó y se multiplicó para hacerse dueño y señor de la pintura. Entre los tapones del caboverdiano y las asistencias de Campazzo, el Madrid resistía los arreones de Baskonia, incitados por el acierto exterior de Marinkovic.

Llegaron los últimos diez minutos y el conjunto blanco, presto para regresar a la capital española cuanto antes, subió el nivel. Dos triples consecutivos de Hezonja y Llull neutralizaron los siete puntos consecutivos de Howard y pusieron por delante el Madrid por primera vez en muchos minutos, desde el inicio del segundo parcial.

Era el estadounidense el único jugador azulgrana que respondía a la cascada anotadora madridista, que encontró en los puntos de Yabusele y las asistencias del Cacho su factor diferencial. Un triple de Rogkavopoulos devolvió la vida a Baskonia y dio paso a un final de infarto en Vitoria.

Cuando la pelota quema, en los instantes finales de un encuentro igualado, son los grandes jugadores los que asumen la posesión. Eso hizo Campazzo, que fue el único que logró silenciar el Buesa Arena. El argentino finiquitó el partido y la eliminatoria con tres penetraciones agresivas que concluyeron con siete puntos, dos bandejas y un tiro libre, y la guinda final con dos más al contraataque.