El Eurobasket de los líos

Las críticas por esta inesperada situación quedaron en anécdota tras la victoria eslovena, pero a ellas se han ido sumando protestas de toda índole e incluso una amenaza de abandono por parte de Turquía. La selección otomana acabó muy enfadada el partido del domingo ante Georgia. No solo por la derrota, que complica mucho el liderato del grupo a los de Ataman, sino por la forma en la que se produjo. Quedaban casi cinco minutos para el final cuando se formó una tángana en la pista que acabó con dos expulsados, uno por cada equipo. Camino del vestuario, según la versión turca, Korkmaz fue atacado por tres jugadores georgianos y miembros de seguridad. «Iba con nuestro dietista y vi a tres jugadores georgianos –Sanadze (el otro expulsado), Bitadze y Shengelia– tratando de correr hacia nosotros con dos tipos de seguridad y luego empezamos a lanzarnos puñetazos. Reaccionamos, tratamos de defendernos. Fue una pelea callejera», reconocía ayer el turco. Un incidente que provocó el enfado de la federación otomana, que amagó con retirarse del torneo si no se le mostraban las cámaras de vigilancia y se aclaraba lo que había ocurrido.

«Esto es un escándalo. Nos atacaron y golpearon a varios miembros del equipo. No teníamos la protección de la policía. No fue solo ayer. Desde el primer día lo está siendo. Tardamos 45 minutos en llegar al entrenamiento por el tráfico, no hay comida especial para los deportistas... La FIBA debe proteger a los jugadores y lo que pasó es que la policía nos golpeó para meternos dentro del vestuario», aseguraba ayer, ya con los ánimos más calmados, el seleccionador.

No se quedó ahí el enfado de los turcos, que denunciaron también un grave fallo técnico de la mesa, que dejó correr el reloj de partido mientras los jugadores estaban enzarzados en la pista. 22 segundos que se fueron al limbo y que el equipo de Ataman exigía ayer que se volvieran a disputar. «Hemos presentado una queja y esperamos que la FIBA nos responda para que el encuentro se cancele o nos dejen jugar cuatro minutos y medio en condiciones legales. Si no, es ridículo», dijo Ataman, que descartó una retirada del torneo.

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A última hora de este lunes, la FIBA desestimaba la reclamación turca, pero ese error saca a la luz la falta de control de los responsables de la organización, que también recibieron críticas por parte de la federación lituana. Durante el encuentro ante Alemania, que se resolvió tras dos prórrogas, uno de los tiros libres concedidos a Lituania no se ejecutó. Un error en cadena de los árbitros y la mesa de anotadores dejó en el aire el lanzamiento desde la línea de 4,60 concedido por una técnica al seleccionador alemán al final del tercer cuarto. La circunstancia, en un encuentro que se decidió después de dos prórrogas, no es baladí, pues podía haber roto la igualdad en el marcador. Aun así, la FIBA optó por no tener en cuenta la reclamación de Lituania, que jugará hoy ante Hungría con tres derrotas en su casillero y la amenaza de eliminación temprana.

Un duelo que coincidirá en el tiempo con el que disputará España ante Montenegro (16.15 horas, Cuatro) en el que la selección se juega su clasificación para octavos. Si no gana, la última oportunidad de atrapar un lugar en las eliminatorias será al día siguiente contra Turquía, duelo que afrontarán en menos de 24 horas. Maratón de partidos que es otra de las críticas de los equipos a la FIBA en este Eurobasket de los líos.