Arabia Saudí tienta a Jon Rahm con 525 millones de dólares

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El español siempre ha sido el gran objeto de deseo por parte del circuito de los petrodólares ya que, aunque cuenta con grandes jugadores (Phil Mickelson, Dustin Johnson, Sergio García o Brooks Koepka), todos ellos parecen lejos de su mejor forma y no son capaces de alcanzar los titulares que sin duda conseguiría Rahm si jugase en esa liga. De todas formas, la información publicada por el periódico británico 'The Telegraph' es la más verosímil de los últimos tiempos, ya que indica un acuerdo inminente entre el golfista y el LIV Golf. Ahora bien, si es una publicación interesada en medio de la negociación a más altas esferas o no, habrá que esperar unos días para verlo.

Hay que recordar que el PGA Tour y el fondo saudí que gestiona el nuevo circuito se dieron hasta final de este año para alcanzar un acuerdo definitivo, que fuera más allá de una mera declaración de intenciones. En ella los árabes inundarían de dinero la histórica gira norteamericana, además de propiciar la amnistía a aquellos exjugadores que decidieron marcharse con Greg Norman y que ahora mismo tienen vetada su vuelta a casa. El hecho de que el LIV publicase su calendario 2024 con 14 pruebas hace apenas dos semanas, y de que mañana comience su escuela de clasificación, hace pensar que, en cualquier caso, lo que no se va a producir es un único almanaque y deja abiertas otras posibilidades. El hermetismo por ambas partes es absoluto y cualquier escenario es posible.

Si la estrella española es tan codiciada por sus rivales es, precisamente, porque lleva dos años diciendo por activa y por pasiva que no ficharía por ellos. «Desde pequeño siempre he jugado torneos de cuatro rondas, a 72 hoyos, con plantel completo de jugadores y con corte para el fin de semana. Esa es la esencia del golf y creo que debemos mantenerla» ha sido su declaración más recurrente. Y preguntado sobre la importancia de una millonaria oferta saudí, dijo bien a las claras lo que había decidido junto a su mujer. «Le pregunté a Kelly si nos cambiaría la vida con trescientos millones de dólares más y concluímos que no».

Ahora bien, si en el convenio se consigue un nuevo modelo de competición que satisfaga al español y mantenga los parámetros históricos de este deporte, no sería descartable que cambiara su opinión. El propio máximo dirigente del PGA Tour, Jay Monahan, ya lo hizo el pasado verano cuando, después de despotricar contra los saudíes y los jugadores disidentes, terminó sentándose en una mesa de negociación sin avisar a sus principales figuras, Rory McIlroy y el propio Rahm. Igual ahora, por despecho, Jon le podría pagar con la misma moneda.