fútbol
Los agentes de futbolistas cobraron en 2023 más comisiones que nunca
La FIFA asegura en un informe que los representantes se quedaron 800 millones de euros de los traspasos, un 42,5 % más que en 2022
Jorge Mendes, en los premios Globe Soccer Awards
Los clubes ingleses y saudíes han pagado mucho dinero este año a los agentes de futbolistas, que el verano pasado se quejaban amargamente del nuevo reglamento de la FIFA pero un semestre después pueden presumir de unas ganancias insólitas: más de 800 millones de ... euros a lo largo de todo el año. El intento de la FIFA por recortar las comisiones de estos profesionales y lograr más transparencia en el mercado (asumiendo una supervisión directa en las operaciones de compraventa) no ha producido efectos todavía, y se enfrenta a obstáculos legales en varios países.
Los agentes cobraron exactamente un 42,5% más que el año pasado. 2023, además de establecer este nuevo récord absoluto, ha sido también el primer ejercicio en que los clubes femeninos pasaron la barrera del millón de dólares en honorarios pagados a representantes (apenas un 0,2% del negocio mundial total).
La Premier League, con más de 300 millones de euros, vuelve a liderar el mercado, aunque probablemente la novedad más significativa sea el reflejo visible de la irrupción saudí en el fútbol internacional: con casi 100 millones, la Liga Profesional Saudí ocupa el segundo lugar en el escalafón mundial (no en vano, ha fichado este año a Cristiano Ronaldo, Benzema o Neymar, entre otras estrellas). Europa, pese a todo, sigue dominando el mundo del fichaje caro: sus clubes copan el 85% del mercado (nunca antes se habían realizado tantos traspasos internacionales con un agente de por medio: se firmaron 3.353 acuerdos, más del 15% de todos los fichajes efectuados en el planeta este año).
La cifra se publica en un momento muy delicado para este gremio y para la propia FIFA, que publicó en enero su Reglamento sobre Agentes de Fútbol (RAFF). Nacido con la vocación de corregir los efectos más indeseables de la liberalización absoluta decretada en 2015, sus férreos topes a las comisiones (un 5% como máximo de los salarios inferiores a 200.000 dólares y un 3% de los salarios que superen esa cantidad) y la obligación de aprobar un examen para poder actuar como representante (este año aprobaron un 32% de las 9.000 personas que se presentaron) ha irritado seriamente al gremio, que se ha organizado para interponer denuncias en varios países.
Hasta el momento, ya han sancionado a la FIFA o paralizado la entrada en vigor del reglamento (teóricamente aplicable desde el 1 de octubre) varios tribunales en países tan importantes para el mercado futbolístico como Inglaterra, Alemania o la propia España, donde un juzgado mercantil ha concedido medidas cautelares tras una denuncia por posible vulneración de las leyes de la competencia (hasta que emita un dictamen final el Tribunal de Justicia de la Unión Europea). El conflicto, cuya temperatura no se enfría, va a obligar probablemente a la FIFA a moderar su postura en algunos puntos.
El organismo que rige el fútbol mundial sí ha conseguido ya imponer reformas como que los agentes ya no pueden representar a las dos partes de una compraventa, además de instituir una Cámara de Compensación para «centralizar, tramitar y automatizar los pagos». También se aumentan las medidas de protección a menores de edad, un asunto especialmente delicado.