Fútbol
La expropiación saudí del fútbol
La ambición, consistencia y futuro de una Liga salvaje que revoluciona el mercado y alarma a Europa, explicados por los agentes que han tenido que adaptarse para participar en ella
Arabia Saudí cada vez asusta más: ahora también paga traspasos
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Iniciar sesiónCristiano Ronaldo se decidió a fichar por el Al Nassr en diciembre y fue como el corcho que sale despedido de una botella de champán. «Desde 2017 se hablaba de que querían que el campeonato de Arabia Saudí estuviese entre los mejores del mundo, lo ... que pasa es que estuvieron muchos años intentando fichar a una estrella mundial pero nadie se atrevía. Cuando se fue Cristiano abrió las puertas para que llegaran muchos«, explica Nizar Bakh, que fue delegado de LaLiga en Arabia Saudí y otros países de Oriente Medio.
Con ese banderazo de salida se abrió también un mercado que antes era solo un recurso menor para algunos representantes de futbolistas. En un solo año, un vuelco tremendo. Lo cuenta Joseba Díaz, un experto agente español: «Yo soy el primer sorprendido. No esperaba esto, hace seis meses o un año, las cantidades eran muy distintas, diríamos que un cero menos». Da ejemplos: «El verano pasado quisieron algún jugador mío pero te ofrecían cuatro o cinco millones netos, no todo lo que está pasando ahora. También hay un poco de inflación, porque obviamente el resto del fútbol mundial no puede competir con estas cifras».
Pedro Bravo, también veterano agente y presidente de la asociación de representantes, señala lo obvio, que el dinero es el acicate para marcharse a Arabia: «Otras ligas te atraen por el tema deportivo y esta te atrae por lo económico. No a nosotros, que también, sino a los jugadores. Quienes van a este tipo de liga son futbolistas que van buscando el dinero, porque de otro modo no irían».
«Los jugadores presumían por lo que firmaban deportivamente; ahora presumen de dinero»
Pedro Bravo
Agente de futbolistas
Los clubes europeos, que en algunos casos se han beneficiado del movimiento para quitarse salarios, pueden tener un problema de futuro. Una nueva y feroz competencia. «¿Qué pasa ahora? Que está muy bien el prestigio pero si con ese prestigio gano veinte y yéndome a Arabia Saudí gano mucho más… esto ha venido para quedarse. Si el Barcelona le ofrece 15 millones a un jugador y vienen estos señores y le ofrecen 45 pues el Barcelona lo va a tener difícil. Las diferencias son abismales. Antes el jugador presumía por lo que firmaba deportivamente ahora presume de lo que cobra», explica Bravo. «A algunos clubes le viene muy bien, por ejemplo al Wolverhampton, 50 millones por Neves es una barbaridad, pero por otro lado cuando pierdes a Benzema porque le han hecho una oferta irrechazable, no te debe de hacer mucha gracia. Es la ley del mercado y sobre todo de un mercado muy inflado«, abunda Díaz.
La religión
En la mirada europea hay cierto escepticismo, pero quienes operan desde allí consideran que el atractivo no se queda solo en muy cuantiosas cantidades económicas. «El plan es tener una de las tres mejores ligas del mundo, se va a invertir en estadios e infraestructuras y los problemas actuales se resolverán en poco tiempo. Además, la afición es muy animosa», cuenta Khaled bin Jawli, intermediario saudí y fundador de la agencia Reflex. Ninguno de los preguntados señala la religión o problemas culturales como un obstáculo para los futbolistas, es algo que rara vez se habla en las negociaciones.
Bin Jawli y Bakh resaltan la importancia del turismo ligado al fútbol en el plan del país llamado Vision 2030, que es el macroproyecto impulsado por el príncipe heredero Mohamed Bin Salman hace siete años para aminorar la importancia del petróleo en el país y diversificar la economía. Unos objetivos de desarrollo que van desde la creación de una ciudad en el desierto con una tecnología avanzadísima hasta la entrada –con fuegos artificiales– en deportes como el fútbol o el golf. «Nuestro príncipe nos ha prometido convertir el país en líder en todos los aspectos, es una cuestión de años que sea la liga más fuerte del mundo», se explaya el intermediario saudí. Además del dineral invertido en esta ventana de fichajes, Arabia se mueve rápido. Compró el Newcastle, ha llegado a un acuerdo con LaLiga para promocionarlo como destino turístico y una aerolínea del país que todavía no está en funcionamiento es el patrocinador principal del Atlético de Madrid. Cada vez es más fácil ver el nombre de Arabia en las publicidades de los campos europeos.
Es un nuevo mercado y también uno con unas reglas bastante distintas a lo que se acostumbra en Europa. «Es más cultura oriental, todo está más dirigido, también se hacía en China cuando hubo el boom de la Super Liga. El objetivo es llevar al país hacia adelante. Y el gobierno es la principal locomotora, obviamente, porque los clubes, como en todo el mundo, estaban muy endeudados. El gobierno les ayudó en 2017, les puso dinero para reconducir sus deudas. El mundo del fútbol es generalmente un mundo de pérdidas económicas», explica Bakh. Pérdidas económicas que, en Arabia, serán descomunales.
Tan dirigido está todo que es imposible concebir lo que ocurre en la liga sin tener en cuenta que cuatro equipos –Al Nassr, Al Ittihad, Al Ahly y Al Hilal– están directamente controlados por el fondo soberano del país (PIF por sus siglas en inglés) y, consecuentemente, tienen una ventaja competitiva enorme. «Algunos jugadores y representantes piensan que todos los clubes pueden pagar igual, pero no es cierto, los que forman parte del PIF tienen más capacidad financiera y una mejor gestión, los demás tienen presupuestos más limitados», explica Bin Jawli.
«Para los otros clubes es más complicado, pero seguramente les caerá algo. También hay que tener en cuenta que estos clubes son los más populares ahí, que tienen una base de aficionados muy grande y es la manera más rápida para hacer que el campeonato crezca», cuenta Bakh.
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Que los clubes estén controlados por el fondo soberano, que también es dueño de la mayor parte de acciones del Newcastle, tiene consecuencias prácticas en el mercado. Lo explica Pedro Bravo: «Lo que está pasando es que negocias con un equipo y luego, como el gobierno es el que tiene que pagar, se producen movimientos. ¿Por qué? Porque lo que ellos quieren es que los cuatro equipos compitan entre sí. Tú puedes estar negociando con un equipo y a la hora de la verdad, el gobierno te dice 'si vas a venir, estas son las condiciones, pero en lugar de ir al Al Ahly vas a ir al Al Nassr'. Porque al fin y al cabo, él es el dueño y quien te va a pagar». Esto sería como que el gobierno español pudiese cambiar a un jugador del Madrid al Barcelona o al Atlético sin más consulta previa. Muchas negociaciones las lleva directamente el propio fondo soberano saudí que, como remarcan varias fuentes, tiene experiencia más que sobrada para llevar a cabo operaciones de este calibre.
«Yo creo que al final lo que se quiere hacer por parte del gobierno saudí es dar fuerza, nombre e importancia a la liga y sobre todo a cuatro equipos. Esos cuatro en la liga española estarían muy arriba», se explaya Díaz. De hecho ya lleva años siendo una de las ligas más competitivas de Asia y ahora en la Champions asiática presionan para quitar los límites de extranjeros de la competición.
Contactos
Para operar con Arabia es importante, como en cualquier otro mercado, tener contactos. «En general si el club saudí quiere un jugador tuyo alguien de allí se pone en contacto contigo, una persona cercana al club, sea intermediario o sea lo que sea. También es verdad que hay entrenadores europeos a los que puedes tener acceso directo para preguntarles qué necesidades tienen y si les puede encajar tu jugador. Por poner un ejemplo, si yo conozco a Nuno Espirito Santo yo le llamo y le digo '¿Qué necesitas?' pues busco un delantero, un nueve, goleador, de estas características… y luego pues le tendrá que gustar al club, al gobierno o tendrá que encajar en lo que quiere«.
Joseba Díaz
Agente de futbolistas
El dinero no es un problema, claro. «Cuando tienen mucho interés por un jugador parece que hasta les sienta mal que les digas que no quiere ir. Tiran la casa por la ventana. Van con los cañones, cuando quieren un jugador es casi un reto para ellos ficharlo», sostiene Joseba Díaz.
Bin Jawli, que ha formado parte en las negociaciones de operaciones como la de Riyad Mahrez, destaca que la forma mejor con la que han dado es asociarse con representantes europeos. «Hacemos colaboraciones con agentes y estamos contentos de hacer más, muchos se han dado cuenta de que es la única manera», explica. Señala además que ahora mismo hay negociaciones para dar más poder a los agentes saudíes en el proceso de traspasos.
En el plan del país hay algunos nombres que sobresalen en la estructura y que se dedican a dar una visión global a la liga. Son las manos que mueven los hilos y corresponden a Saad Al-Lazeez y a Michael Emenalo.
«Al-Lazeez es el CEO de la liga y fue el negociador del PIF en algunos de los acuerdos más importantes junto con Waleed al Malki, que es el hermano del internacional saudí Abdulelah Al Malki», cuenta Bin Jawli.
«A él personalmente no le conozco, pero el perfil que se utiliza mucho ahí, es el de profesional que puede trabajar en cualquier sitio, no hace falta que sea gente de fútbol, son hombres muy cualificados, muy profesionales con mucha experiencia y con una formación muy potente, que en general tienen ya experiencias muy fuertes en otros sectores», explica Bakh, que en sus años en LaLiga por oriente medio pudo conocer mejor cómo se mueve el país.
«Por supuesto luego hay que estar rodeado por gente del fútbol para que se sepa un poco cómo se gestionan muchas cosas, las estrellas no se pueden gestionar como cualquier activo porque son caracteres muy específicos», se explaya. Ese es el papel de Emenalo, exjugador profesional, exdirector técnico del Chelsea y ahora director deportivo de la liga saudí. «Emenalo es el dirigente principal», señala Bin Jawli. «Es un gran conocedor del mercado, sobre todo del mercado inglés, que es el que más domina, y del que más jugadores ha llevado», relata Díaz.
Impagados
Quedan, por supuesto, otro tipo de dudas. Como si todo este dinero prometido es real. En el pasado la FIFA tuvo que bloquear algunos traspasos porque los clubes saudíes acumulaban deudas con jugadores. «Hubo algunas acusaciones antes de que llegase el PIF, pero son problemas que se han solventado», explica Bin Jawli. «De la época anterior a este mercado he vivido varias circunstancias, también en Grecia o Turquía, de jugadores que se les ha prometido una cantidad y a los meses, o bien porque no han rendido o porque se esperaba más de ellos o por antojo, se ha intentado no pagar esos contratos y ha habido que denunciar ante la FIFA. Yo creo que ahora por la imagen del país entero no es probable que vaya a ocurrir eso», cuenta Joseba Díaz.
En el fondo hay un deseo por presentar una imagen moderna y avanzada de un país que ha sido señalado por su historial problemático en derechos humanos. ¿Sirve de algo el deporte para blanquear un país? Pedro Bravo recuerda una conversación pasada que tuvo sobre este tema cuando un club ruso intentaba hacerse hueco a golpe de talonario: «Me acuerdo del Anzhi ruso. Yo me reuní con el dueño y le dije, mire, si usted me permite, le voy a hacer una crítica que entiendo que es apropiada con lo que usted está haciendo. Usted ha comprado el club y se está gastando este dinero porque quiere publicidad. Pero claro, la publicidad puede ser positiva o negativa. Quieren comprar el fútbol y el fútbol no se compra. El fútbol se mama y si no, se mama, es muy difícil comprarlo luego porque va en la sangre«.
Aunque otros casos, como Qatar o Emiratos, ha funcionado. «Qatar apostó por el deporte también y le ha ido muy bien, con el Mundial, todos los años hay grandes eventos. Qatar también apostó por medios de comunicación, con Al Jazeera y luego Al Jazeera Sports que se convirtió en BeIn Esports y al final eso sigue, porque ha sido un plan a largo plazo», explica Bakh.
La vista en 2030
En otros casos pasados, como el mencionado Anzhi o la superliga China, el furor inicial no duró demasiado. ¿Hasta cuándo puede llegar Arabia? Pues al menos hasta 2030. «Hay que pensar que el país tiene una estrategia que está focalizada en 2030, va a ser uno de los países más importantes en muchísimos sectores. O sea que mínimo van a ser siete años y yo creo que si esto logra arrancar bien de aquí a cinco años ya por inercia va a seguir creciendo por sí mismo», cuenta Bakh.
Esta estrategia de turismo y fútbol será mucho más complicada si el país no avanza socialmente, pero probablemente eso también forma parte de este plan. «El país va a cambiar, estoy seguro de que va a cambiar, Desde que yo llegué en 2017 hasta ahora han cambiado muchísimas cosas y creo que van a cambiar muchas más. Creo que al final se va a convertir un poco como lo que pasa en Emiratos, que cualquier ciudadano del mundo puede ir ahí y no tener mucho choque cultural. Seguramente van a conservar algunas especificidades suyas porque Arabia Saudí es culturalmente la cuna del Islam y es más difícil hacer cambios radicales de golpe, pero se está cambiando poco a poco, se está suavizando», finaliza el exdelegado de La Liga en el país.
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