El deporte pide al Gobierno una revolución fiscal para superar la crisis

« Puede que no haya habido nunca un plan tan ambicioso y con tanto consenso como este, pero también creo que será complicado que salga adelante », asume con sinceridad uno de los presidentes federativos que han elaborado el bautizado como «Plan de recuperación y vuelta a la normalidad del deporte español». El documento consta de 24 páginas –más los anexos– en las que se detallan tres grandes bloques . En el primero se hace un análisis de cómo puede afectar la crisis al sector; en el segundo se apuntan diferentes propuestas de recuperación; y por último se trazan las líneas maestras para el regreso a la normalidad del deporte profesional, federado y popular.

Entre las medidas que Adesp pone sobre la mesa, la más importante es la revolución fiscal que solicita al Gobierno . Esta petición se concreta en una «revisión general de impuestos afectos a las entidades deportivas». S e pide una bajada del IVA del 21 al 10 por ciento para las actividades y eventos deportivos y también en las entradas de espectáculos de deporte profesional. Quieren también una reducción o la exención del IVA para las entradas a eventos públicos de deporte aficionado y que se mantenga el estatus actual que permite a las federaciones no pagar este impuesto.

Dentro de esta reinvención del deporte español, las federaciones quieren que cualquier aportación económica a su actividad tenga beneficios fiscales similares a los que ahora están previstos para los eventos de excepcional interés (como el ADO). Piden, pues, que los patrocinadores puedan tener un tratamiento fiscal más beneficioso para que las ayudas actuales no desaparezcan en los próximos meses.

Entre las vías de financiación, Adesp pone su mirada de nuevo en las apuestas deportivas, con las que ya mantuvo alguna reunión en el pasado sin que saliera de ella ningún acuerdo económico . Esta vez, piden al Gobierno que regule un hipotético reparto del 1 por ciento del negocio que genera esta industria y que iría a parar a los clubes no profesionales (uno de los sectores más castigados de la crisis), a la promoción del deporte base y a mejorar la preparación de los deportistas de élite en competiciones. Algo parecido a lo que ocurre con la Liga, que reparte un porcentaje de sus ingresos por televisión a las federaciones a través de «LaLiga4Sports» desde hace varios años (2,9 millones anuales). En ese sentido, las federaciones recibieron ayer un gran impulso a su financiación tras el acuerdo entre el Consejo Superior de Deportesy la Liga, que repartirá 50 millones anuales al mundo del deporte, lo que permitirá afrontar la crisis con menos crudeza.

Aún así, el «viaje post-covid», como lo llaman en el borrador, exige apretarse más el cinturón . En ese sentido, Adesp aboga por un ejercicio de responsabilidad interno que haga de las federaciones organismos más eficientes. Por eso, pide un análisis de los gastos para reducirlos al máximo y solicita ayuda al Gobierno para emprender una modernización de todas las estructuras para que el dinero recibido sea realmente efectivo. Además, se plantea «comunalizar» ciertos servicios para abaratar costes. Por último, el plan traza una serie de medidas centradas en la vuelta a la normalidad del deporte profesional y no profesional, en un intento porque los clubes y centros deportivos, que generan cientos de puestos de trabajo, no desaparezcan.

El plan nace con el apoyo de las federaciones y del resto del mundo del deporte. A él han contribuido atletas como Pau Gasol o expresidentes del Consejo Superior de Deportes como Jaime Lissavetzky , fundamental para iniciar el diálogo político que es clave para hacer realidad este nuevo modelo del deporte español.