Emilio Botín, amante del golf, descubrió su pasión con la Fórmula 1

Su devoción por este deporte le llevó a inaugurar en 2004 el Golf Santander en la Ciudad Financiera construida en Boadilla del Monte para acoger a cerca de 7.000 trabajadores del Banco. El golf era un deporte ideal para él, le mantenía en forma -los que coincidían con él en el campo aseguran que hacía los hoyos prácticamente «a la carrera»-, pero nunca lo contempló como un vehículo para explotar la marca Santander.

Para ese objetivo, en cambio, se topó de bruces la Fórmula 1, animado por el entusiasmo que le contagio Juan Manuel Cendoya, director de comunicación y márketing del Santander. Botín decidió en 2007 entrar de lleno en los grandes premios patrocinando a la escudería McLaren, justo el año en que el equipo inglés fichó a Fernando Alonso . Ahí comenzó a fraguar una estupenda relación con el bicampeón asturiano. Juntos llegaron también a Ferrari, en 2010, en lo que suponía la mayor operación de patrocinio del Banco Santander en toda su historia: 40 millones de euros al año. En 2012 Botín amplió ese acuerdo hasta el final de la temporada 2017. El presidente del Santander estaba especialmente orgulloso de esta alianza con la que consideraba una de las marcas de mayor prestigio a nivel mundial.

Durante estos años Botín ha sido asiduo a los grandes premios, inseperable junto a su chaqueta roja corporativa, departía con los grandes jefes de la F-1 y se le veía feliz caminando por la recta de meta antes de que comenzasen las carreras.

Poco después de conocerse la noticia de la muerte de Botín, tanto la escudería como Alonso se despedían de él a través de su cuenta oficial de Twitter.

En sus operaciones de marketing, Para tampoco se olvidó del fútbol, el deporte más importante a nivel mundial. El Santander se ha convertido en los últimos aos en el patrocinador principal de la Copa Libertadores, la competición de clubes más importante del continente. A través de este vehículo inició la expansión del banco por los países latinoamericanos. Para ello no dudó en fichar como embajador al mismísimo Pelé.