Urdiales y el reloj sin hora
El riojano cuaja una soberbia tarde y sale a hombros mientras que Talavante y Roca Rey se diluyeron en un tono gris
Diego Urdiales y Ginés Marín, a hombros, le aguan la fiesta a El Juli
Ángel González Abad
Logroño
En la plaza de Logroño alguien se ha olvidado del reloj. Entras a la plaza, las nueve menos cuarto; suenan los clarines, las nueve menos cuarto; acaba la corrida, las nueve menos cuarto. Una plaza sin hora, sin tiempo, y ya se sabe lo ... importante que son los tiempos en el toreo. Con el reloj parado no se sabe si se va para atrás o se avanza, y en estas anda la afición. Sin embargo para lo que hubo tiempo fue para torear, y es que a alguno no le importó que las manecillas siguieran detenidas, sin que nadie les dé cuerda, o les ponga las pilas.
Así, sin más, la tarde se paró en el tiempo para el riojano Diego Urdiales, que completaba la segunda actuación en su feria y volvió a salir triunfante. Cómo toreó el de Arnedo. Ya con el primero, muy justito de todo, acertó a llevarlo muy toreado en una faena que fue cobrando intensidad conforme avanzaba hasta hacer que rompiera a bueno en un templadísimo y rotundo final a izquierdas. La espada se llevó alguna oreja, pero el premio gordo estaba por salir.
El cuarto fue excelente, el mejor de la justa y buena corrida de Matilla, llevaba un cortijo en cada pitón, que decían los antiguos, y no sé si con el taco que cobró su apoderado tendrá para finca o le llegará solo para un garaje. Qué más da, si dibujo el toreo. Bueno el recibo capotero, y sin pensárselo mucho, a los medios, y una primera serie con la derecha al ralentí. A partir de ahí la conjunción casi perfecta, y mejor con el casi, que la belleza así es más absoluta y emociona más. Emocionó a una plaza a rebosar que se deleitaba en cada muletazo. Todo muy hacia adentro, con los pitones pasándole muy cerca, todo muy de verdad. Con la izquierda hasta codilleó, gustándose, disfrutando de una excelente embestida. Y aún faltaba el final al natural, de frente el cite, de siempre el trazo. Lo fácil sería decir que paró los relojes, pero es que el reloj ya estaba parado, Urdiales solo toreó, como los ángeles, eso sí. Cuando paseó las dos orejas, el reloj seguía marcando las nueve menos cuarto.
Diego Urdiales se reencuentra con la izquierda
Ángel González AbadEl riojano corta dos orejas a un buen toro de Ana Romero tras dar un recital de toreo al natural
Como cuando Talavante se arrancó hacia Roca para echarle en cara un quite demasiado largo en el segundo y luego no remató el suyo a la verónica. La cosa no pasó de ahí. El extremeño había toreado muy despacioso con el capote y comenzó la faena en ese tono, todo muy vertical y hasta con desprecio. La segunda serie con la derecha ya resultó menos limpia. Al torillo le costaba y cuando se echó la muleta a la izquierda apenas había de donde sacar. Sin embargo Talavante seguía un guión de más pose que poso y tras matar de una estocada hasta le pidieron con fuerza las dos orejas, que quedó en una. Todo en el quinto fue un desastre, se inhibió el matador y dejó que le dieran tela en el caballo. Así llegó a la muleta, sin fuelle, parado y con un Talavante ausente.
Logroño
- Plaza de toros de Logroño. Miércoles, 20 de septiembre de 2023. Tercera corrida. Casi lleno. Toros de Hermanos García Jiménez, terciados, con sus puntas, de buen juego; destacó el excelente 4º.
- Diego Urdiales, de pistacho y azabache. Dos pinchazos y estocada. Aviso (silencio). En el cuarto, estocada (dos orejas).
- Alejandro Talavante, de coral y oro. Estocada (oreja con petición de otra). En el quinto, pinchazo y cuatro descabellos (silencio).
- Andrés Roca Rey, de rioja y azabache. Estocada baja y descabello. Aviso (oreja). En el sexto, estocada corta (silencio).
En el mismo aire que Roca, que quiso protagonizar un explosivo comienzo de faena de rodillas en los medios y todo quedó en un pequeño petardo. Petardo de los que estallan, que de los otros se salvó por los pelos en un muleteo sin acople alguno y con un arrimón final. En el sexto más de lo mismo, un Roca sin ambición, esta vez sin las cercanías siquiera. A los dos se les paró el tiempo, mientras que Urdiales, a las nueve menos cuarto, esta vez sí, de veras, atravesaba a hombros la puerta grande.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete