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ABC Cultural

Urdiales y el reloj sin hora

El riojano cuaja una soberbia tarde y sale a hombros mientras que Talavante y Roca Rey se diluyeron en un tono gris

Diego Urdiales y Ginés Marín, a hombros, le aguan la fiesta a El Juli

El riojano con el excelente cuarto, al que cuajó y cortó las dos orejas bmf

Ángel González Abad

Logroño

En la plaza de Logroño alguien se ha olvidado del reloj. Entras a la plaza, las nueve menos cuarto; suenan los clarines, las nueve menos cuarto; acaba la corrida, las nueve menos cuarto. Una plaza sin hora, sin tiempo, y ya se sabe lo ... importante que son los tiempos en el toreo. Con el reloj parado no se sabe si se va para atrás o se avanza, y en estas anda la afición. Sin embargo para lo que hubo tiempo fue para torear, y es que a alguno no le importó que las manecillas siguieran detenidas, sin que nadie les dé cuerda, o les ponga las pilas.

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