Feliz inauguración de la temporada en plazas aragonesas
Juan Mora, Aguado, Rufo y los novilleros Torres y Aarón Palacio se repartieron diez orejas y tres rabos en el tradicional festival de Ricla
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Paseíllo en Ricla
Tarde feliz en la placita de la localidad zaragozana de Ricla, en donde cada año se abre la temporada taurina en la Comunidad aragonesa. Día espléndido, toreros en sazón y público agradecido, la combinación perfecta para que se concedieran hasta diez orejas y ... tres rabos de una gran novillada de Toros de la Plata, con dos ejemplares premiados con la vuelta al ruedo.
Juan Mora, Pablo Aguado, Tomás Rufo, y los novilleros aragoneses Cristiano Torres y Aarón Palacio dieron una buena tarde de toros y mantuvieron la tradición de un festejo en honor de mítico torero local Braulio Lausín «Gitanillo de Ricla».
Juan Mora dejó momentos plenos de inspiración con capote y muleta. Se doblo con torería en el comienzo de faena, para desgranar después muletazos con una y otra mano que supieron a gloria. El final a izquierdas con el torero abandonado abrió la espuerta de triunfos.
El sevillano Pablo Aguado regaló chispazos de calidad desde que se abrió de capa, no se libró de una voltereta y acabó al natural, todo muy fácil.
Tomás Rufo lo dio todo ante un novillo extraordinario. Se hincó de rodillas con la muleta y la serie por el pitón derecho tuvo mando, firmeza y temple. A partir de ahí, la conexión con los tendidos fue total, como la entrega y los aciertos del toledano que toreó siempre muy ajustado.
Ricla
- Plaza de toros de Ricla (Zaragoza). Tradicional festival de comienzo de temporada. Novillos de Toros de la Plata, de gran juego, tercero y cuarto premiados con la vuelta al ruedo.
- Juan Mora, estocada y descabello (dos orejas).
- Pablo Aguado, estocada (dos orejas).
- Tomás Rufo, estocada (dos orejas y rabo).
- Cristiano Torres, pinchazo y estocada (dos orejas y rabo).
- Aarón Palacio, pinchazo y media (dos orejas y rabo).
El novillero Cristiano Torres se pegó un arrimón sin cuento. Buscó las cercanías, en donde se encuentra más cómodo, y allí se pasó al astado de todas las formas posibles. Por delante, por detrás, largos los pases de pecho y los pitones siempre muy cerca. Cerró plaza Aarón Palacio fácil y pinturero, se templó toreando al natural al novillo de peor condición de la tarde. No regateó esfuerzos para no dejarse ganar la partida.