SAN ISIDRO

A Diego Ventura se le resiste la veinte

El portugués no redondea las salidas a hombros en Las Ventas al fallar con los aceros

Marco Pérez, la raza para remontar el gesto

Diego Ventura EMILIO MÉNDEZ

Diego Ventura quería torear como fuera esta feria de San Isidro para sumar su Puerta Grande número veinte. Diecinueve salidas a hombros no es cosa baladí, pero en su ambición de figura quería la veinte. Unos días antes de su primer compromiso madrileño fue cogido ... de muy fea manera en una plaza portuguesa con rotura de varios huesos del pie izquierdo. No quiso pasar por el quirófano, había que venir a Las Ventas como fuera. El objetivo era conseguir redondear su cifra de triunfos.

Y más que nunca se ha cumplido el dicho taurino de el torero propone, Dios dispone y el toro lo descompone. El toro o los aceros, qué más da. La cuestión es que la primera figura del rejoneo se va de Madrid con una oreja en cada una de sus comparecencias. Que no está mal, porque ha brillado a un buen nivel, pero que no era ese el objetivo.

Estuvo cerca, se llevó un trabajado trofeo de su primero y de no haber pinchazo al otro estaríamos hablando de prueba superada. Faena que fue ganando en intensidad. Con su caballo Lío formó el ídem, y con Bronce salió trompicado en dos pares a dos manos sin cabezada. Le dio todas las ventajas al de Los Espartales, pero… ese rejón de muerte que no entró le obligó a volver al hotel por su propio pie.

No hubo Puerta Grande y quizás no hubiera sido todo lo gloriosa que debe ser una salida a hombros en pleno San Isidro, pues la corrida de Los Espartales, además de una insufrible mansedumbre, no estuvo a la altura de la primera plaza del mundo. Falló el trapío y sobró eso de los pitones despuntados reglamentariamente, sobre todo cuando se aplica demasiado reglamento. Todos los toros se aburrieron de dar vueltas y vueltas bordeando las tablas, hubo saltos al callejón y faltó celo y casta brava.

Con este material se entregaron tanto Sebastián Fernández como el lusitano Duarte Fernandes. La mansedumbre los puso a prueba, los dos la superaron y los dos perdieron un mayor premio con sus constantes fallos con los aceros. Fernández confirmó su alternativa con un animal muy complicado y estuvo acertado en sujetar y encelar al otro ante el que dejó un buen hacer.

Fernandes anduvo con limpieza y fuerza juvenil con su primero, el mejor del infumable conjunto, y se llevó al sexto, el más manso de los mansos, ante el que tuvo que echar mano de toda su sapiencia.

SAN ISIDRO

  • Plaza de toro Monumental de Las Ventas. Sábado 31 de mayo de 2025. Vigésima de San Isidro. Lleno. Se lidiaron toros de Los Espartales, desiguales en su justa presencia y mansos.
  • Diego Ventura, rejón (oreja). En el cuarto, tres pinchazos y rejón (silencio).
  • Sebastián Fernández, que confirmaba la alternativa, rejón contrario (ovación). En el quinto, un sinfín de pinchazos. Dos avisos (silencio).
  • Duarte Fernandes, tres pinchazos y rejón trasero. Aviso (silencio). En el sexto, pinchazo que descorda (silencio).
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