El buen pulso de Emilio de Justo en tarde de aciertos
Cortó dos orejas en la última de la Feria de San Mateo y dio la dimensiónde torero capaz y solvente
Urdiales y el reloj sin hora
Gran pase de pecho de Emilio de Justo al primero de la tarde
Tarde de aciertos de Emilio de Justo, que dio la dimensión de un torero resuelto y capaz. Tanto con el sobrero de Fuente Ymbro que hizo primero como con el cuarto de La Palmosilla. Con uno y con otro aplicó la receta del ... buen pulso, que acabó por imponerse ante dos ejemplares de opuesta condición. El primero titular iba a cumplir los seis años la semana próxima, de viejuna cornamenta y sin fuerzas ni para tenerse en pie. Se fue para los corrales y en su lugar saltó uno de Fuente Ymbro, con sus pitones y su casta, pero con la gasolina justa.
Se hincó De Justo de rodillas en los medios y citó de largo. Allí comenzó una faena medida en los tiempos y en la técnica. Si le apretaba, al suelo; si le levantaba la mano, al cuello. Pulso para mantenerlo y llevarlo largo, hasta que se hizo con él y le sacó todo lo bueno que el toro tenía, que no fue poco a tenor de lo bien que se encajó el torero en el tramo final. Le cortó una oreja y se pidió la segunda, y otra se llevó del cuarto, el más discreto de cara de los de La Palmosilla. De salida destrozó un tramo de barrera y trabajo para los carpinteros, que el coloradito dio poco a los toreros. Llevaba todo escondido, muy dentro, y a base de ese pulso lo fue sacando hasta embestir con largura y templado. Entonces De Justo se entretuvo en soplarle una buena serie por la derecha con la muleta sin montar y rematar de un estoconazo. Buena tarde.
Ni toro ni torero dijeron gran cosa en el segundo acto. Con poca clase el palmosillo y sin sobreponerse Ginés Marín, que venía a sustituir a Daniel Luque. Se encorajinó el extremeño con el quinto, que le ofreció poco. Apenas unos derechazos reseñables que el público jaleó y mal con los aceros.
Plaza de toros de Logroño
- Logroño. Jueves, 21 de septiembre de 2023. Cuarta y última de la Feria de San Mateo. Un tercio de entrada. Toros La Palmosilla, desiguales, bien armados excepto el pobre cuarto, y deslucidos; y un sobrero, el primero, de Fuente Ymbro, encastado.
- Emilio de Justo, de grana y oro. Estocada trasera (oreja con petición de la segunda). En el cuarto, estocada (oreja).
- Ginés Marín, de rioja y oro. Estocada (silencio). En el quinto, pinchazo, estocada y cinco descabellos. Aviso (silencio).
- Leo Valadez, de azul y oro. Pinchazo y bajonazo (silencio). En el sexto, dos pinchazos y estocada caída (ovación).
El mexicano Leo Valadez tardó en cogerle el aire al tercero, que comenzó gazapón y acabó buscando la muleta por abajo, que fue cuando llegaron los mejores pasajes del trasteo, ensombrecido con la espada. Recibió bien al sexto con el capote y anduvo variado en quites. Apretó el acelerador con la muleta y desde el inicio de rodillas tuvo al público con él, en una faena de vistosa entrega. Todo más vibrante que pausado. No quiso dejarse nada en el tintero y ahí llegaron los alardes acogidos con regocijo. Manoletinas de hinojos buscando el premio gordo, pero los pinchazos y la fea estocada dejaron todo en la pedrea.
Ver comentarios