La Feria de Abril de «Cobradiezmos»
El indulto de un toro de Victorino y la faena cumbre de Morante han marcado el ciclo sevillano
ANDRÉS AMORÓS
En una Feria de Abril que sí ha respondido a las esperanzas, el indulto de «Cobradiezmos» fue el quicio triunfal que enderezó el ciclo: una tarde histórica, de enorme emoción, y una reivindicación de nuestra Fiesta, tan atacada. ¡Qué hermoso es ver cómo ... un toro, por su bravura, se gana el derecho a seguir vivo, como semental! A su nivel –con lo difícil que es eso– estuvo Manuel Escribano , en la tarde más gloriosa de su vida.
Idéntica alegría vivió Juan José Padilla , que cortó tres orejas y abrió la Puerta del Príncipe, el sábado 16, gracias a su entrega total.
Iba a ser ésta la Feria de Morante , con cuatro corridas. Iban pasando las tardes, con flojas reses, y quedaban sólo detalles: ¡esa media verónica del día 8! Felizmente, en su último toro, el diestro enloqueció a Sevilla con una faena de estética deslumbrante, premiada con dos orejas.
Dos también cortó, a otro gran victorino, Paco Ureña , confirmando sus cualidades de suave muletero. Una y una obtuvo el joven López Simón , con su impávida quietud. El mismo premio de Manzanares , que puede alcanzar cotas más altas.
De los que cortaron una oreja, hay que destacar a Rafaelillo, bravísimo y lidiador, con los miuras. A Ponce , autor de la faena más exquisita , junto con la de Morante. Al Juli , que se reconcilió con la Plaza, a costa de una cornada. Roca Rey es el joven más prometedor, con un valor y una variedad que arrasan. Se recupera el aroma clásico de Pepe Moral . Avanza Javier Jiménez . Se mantiene en su puesto El Fandi .
Sin trofeos, hay que destacar la gesta de Javier Castaño , que reapareció, después de un cáncer, para enfrentarse nada menos que a los miuras. Y a otro joven, José Garrido , que se entregó por completo y sufrió una fuerte voltereta.
Ésta ha sido una gran Feria de los subalternos. Entre tantos nombres, que no caben en este resumen, es obligado mencionar la brillantísima actuación de Javier Ambel , lidiando, y Curro Javier , banderilleando, el día 8; también, los quites oportunos de Jaime Padilla y los valientes pares de Fernando Sánchez , con los miuras.
De los rejoneadores, Diego Ventura cortó dos orejas y le negaron injustamente la tercera, que hubiera supuesto su Puerta del Príncipe número once. (¿Cuándo podremos ver su mano a mano con Pablo Hermoso de Mendoza, el otro maestro?). Dos orejas cortó también Andrés Romero; una, Andy Cartagena y Sergio Galán.
La Feria pasó un momento difícil, por el fallo de muchas divisas: Tornay, Las Ramblas, El Pilar, Victoriano del Río, Juan Pedro. Es necesario renovar los carteles en las ganaderías, no sólo en los diestros. Dieron juego los encierros de Torrestrella, Daniel Ruiz y Cuvillo . Miura aportó su peculiar emoción. Pero, en el recuerdo popular, quedará esta Feria como «la del indulto del toro de Victorino».
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