Tarde de emociones con los miuras en Sevilla

Dice, ahora mismo, Antonio Miura : “Veo fotos en casa de hace ochenta años; luego, me voy a cualquier cercado de la finca y esos viendo esos mismos toros en vivo. Seguimos criando el mismo animal. Cuando dejemos de lidiar ese toro que nos ha caracterizado, dejarán de venir a vernos”.

Los de esta tarde, como los de hace un siglo, son largos, agalgados, parecen escurridos, aunque pesen cerca de 600 kilos. En general, r esultan nobles, algo justos de fuerza ; la mala suerte es que los dos últimos resulten los más deslucidos. Después del paseíllo, una ovación a Javier Castaño demuestra que la sensibilidad sigue imperando en Sevilla.

Rafaelillo se ha convertido en un especialista en Miuras : sabe darles la lidia adecuada y sabe venderla, al público. (Las dos cosas son necesarias). El primero levanta de salida una ovación, al encampanarse; humilla, es noble. ¿Un miura bueno para el torero? ¿Por qué no? Bueno, sí, pero no tonto ni borrego. Rafaellilo sabe muy bien lo que se hace, tira de él, logra una faena emocionante. Pierde el seguro trofeo por la espada. Recibe a porta gayola al cuarto, que sale con muchos pies, enlaza verónicas vibrantes. Brinda a Javier Castaño . El toro acude con templanza al primer muletazo; a regañadientes, al segundo; se para, en el tercero. Dándole sitio, Rafaelillo logra lucirse. Una gran estocada y una muerte espectacular le dan la oreja, que, antes, la espada le había quitado.

¿Se imagina alguien lo que es salir de un cáncer para enfrentarse a un Miura? Ese “disparate” lo ha hecho, como si tal cosa, el salmantino Javier Castaño, sin pelo. El segundo toro da un juego regular en varas. F ernando Sánchez lo espera : un gran par. En la muleta, el toro, rebrincado, pega tornillazos. Castaño muestra tranquilidad y oficio, le saca algunos naturales buenos, se justifica de sobra. Logra una gran estocada, a la segunda (le hubieran pedido la oreja, si no hubiera pinchado). El quinto es el más complicado, vuelve rápido y busca. Jaime Padilla hace tres grades quites de riesgo, merecedores de premio. Fernando Sánchez, andando, está valiente y brillante. C astaño supera con técnica y experiencia las dificultades, acaba logrado naturales de mérito. No se le ha advertido merma alguna, física ni de ánimo, ha estado muy bien. Y nos ha emocionado su ejemplo de coraje.

Apostó Manuel Escribano por matar, en esta Feria, Miuras y Victorinos. Tuvo el premio del gran “Cobradiezmos”. A los dos los recibe a porta gayola: el tercero no le hace ni caso y él aguanta, en una espera temeraria, que enlaza con verónicas suaves. Como galopa, se luce en banderillas, de poder a poder y, quebrando, al violín. (Un espontáneo insensato se salva porque el toro pierde las manos). Nos hemos ilusionado con el toro, que va largo y templado, pero pronto se apaga. Quizá las carreras, con las banderillas, no fueron oportunas. Mata con facilidad. El último, largo “como un tranvía”, también se para, en la porta gayola, y embiste rebrincado, protesta, pega tornillazos; al final, se echa. No ha tenido suerte con su lote pero, después del toro indultado, se le ve muy seguro y crecido.

Hemos vivido emociones muy variadas : por los toros y por los toreros, que han estado muy dignos. El último clarín de la Feria, prolongado, se nos ha clavado en el corazón. ¡Adiós, Sevilla! Volveremos a esta maravillosa Plaza, si Dios quiere.

POSTDATA. Me contaba el inolvidable don Eduardo Miura Fernández la historia del miura que, una vez desencajonado, no hubo forma humana de volverlo a los corrales. Al final, los toreros tuvieron que hacer el paseíllo por el callejón, mientras el toro los esperaba, arrogante, en el centro del ruedo. Era otra Fiesta.

SEXTO TORO

Otra vez Manuel Escribano a portagayola, en segundos de angustia cuando se para el toro. Valerosísima la bienvenida del sevillano. Habitante es el bautismo del último toro de la Feria, de 636 kilos. Suena el pasodoble Suspiros de España en un estupendo tercio de banderillas. El toro, que apenas humilla, carece de la casta necesaria y además pierde las manos. Ovación de despedida.

QUINTO TORO

Antes de salir el quinto, intenta saltar otro espontáneo, pero la Policía lo coge en el callejón. Este cinqueño quinto es impresionante. Se frena de salida y echa las manos por delante. Castaño intenta ganarle terreno para sacarlo hacia fuera. En banderillas, Jaime Padilla hace dos quites a Marcos Galán en momentos de apuro. Fernando Sánchez deja un par muy meritorio. Comienza por la derecha, pero el toro vuelve veloz. En el de pecho se lo mete por dentro. Es el toro más complicado. Saca unos naturales buenos y meritorios. Y sigue sobre la diestra: en el de pecho gira el cuello como un rayo. Tenía peligro este miura. Deja una estocada corta. Suena un aviso. Saludos. «Era dificultoso, tenía muchas teclas que tocar para conducirle la embestida. Sabía que no iba a tener recompensa, pero había que hacer el esfuerzo».

CUARTO TORO

Rafaelillo cuaja una vibrantísimo saludo con el capote, desde la bienvenida de rodillas. Tiene el gesto de brindar a su compañero Castaño. Plantea una faena con listeza, sin bajarle la mano, a media altura. El toro va y viene. Y Rafael Rubio, con la música de fondo, lo lidia con conocimiento. En el broche diestro, sobre las rayas, Rafaelillo se abandona con gusto en medios muletazos por el poco recorrido del miura, y a punto está de pegarle un arreón. Lo mata de un estoconazo. ¡Oreja! «Sentirte torero en este escenario es un sueño, otro mundo. Ha habido muletazos muy despacito. He puesto mucho alma y sentimiento. Me he roto del todo y me he abandonado. Creo que la dimensión de la tarde ha sido importante».

TERCER TORO

Tensión en la plaza. Fiel a su línea, Manuel Escribano se marcha a la puerta de chiqueros. Impresiona la salida de este cárdeno, que no hace caso al capote del sevillano. Cuando lo hace, pega un salto. Se incorpora Escribano y lo torea fenomenal a la verónica. Promete el toro con su alegre embestida. Bien en varas. ¡Suena la música! Felicidad en el rostro del torero, muy ovacionado en banderillas. Al terminarlo, salta un espontáneo con una chaquetilla. Una locura. Se pone delante de él pero lo sacan de inmediato las cuadrillas del albero. Lástima que el noble Barquerito se apague, porque prometía más. Escribano lo torea con temple y oficio en una faena a menos, como el toro. Estoconazo rinconero. Saludos.

SEGUNDO TORO

Turno de Javier Castaño . Le ha correspondido el número 5, Berenjeno de nombre, cárdeno, de 606 kilos. El alto segundo flaquea desde el principio, aunque mete la cara. Se desmontera la cuadrilla tras un buen tercio de banderillas. Brinda al doctor que lo ha tratado: "Gracias a ti estoy aquí, tú me ha salvado al vida". Impresiona ver la imagen de la cabeza blanca de Castaño por las secuelas de la quimioterapia. El toro no es fácil, y el salmantino-leonés lo va metiendo en la muleta poco a poco. Saca naturales de buen tono. Pinchazo y estoconazo. En pie la gente. Gran ovación y saludos. «Había que ir sobándolo, por el lado izquierdo no quería y luego lo he podido torear con suavidad. Estoy contento aunque un poco cansado. Espero que el próximo me permita expresarme. Es de las estocadas buenas que he pegado en mi carrera», declara el torero a los micrófonos del Plus.

PRIMER TORO

Rompe plaza Tenito, negro mulato, de 560 kilos, número 55. Le zurran bastante en varas, donde hace buena pelea este miura. Se dobla con él Rafaelillo. Lo lidia. El toro, que está sangrando mucho, flojea. Rafael Rubio lo templa a derechas e incluso se gusta en el cambio de mano. Sin excesivo recorrido, este miura se deja, humilla y el murciano plantea la faena con oficio y técnica. Le protesta a izquierdas cuando la labor está prácticamente hecha, pero le saca meritorios muletazos. Se desplanta el torero y se dirige a por la espada. Pinchazo, media perpendicular y tres descabellos. Aviso. Saludos.

Paseíllo

Con tres cuartos muy largos de entrada, hacen el paseíllo Rafaelillo, de nazareno y oro; Javier Castaño, de blanco y oro, y Manuel Escribano, de grosella y oro. La Maestranza se pone en pie para tributar una sonora ovación a Castaño. Emociones.

Sorteo

Cierra la feria la corrida de legendaria divisa de Miura . Abrirá plaza Tenito, de 560 kilos, y la cerrará Habitante, de 636 kilos. El pasado fin de semana visitó la mítica finca de Zahariche Don Juan Carlos [así vivió la jornada campera el Rey emérito] .

Cartel

¡Buenas tardes! Bienvenidos a la última corrida de la Feria de Abril de Sevilla, con toros de Miura. En el cartel: Rafaelillo, Javier Castaño -que reaparece tras superar un cáncer de testículos [entrevista] - y Manuel Escribano , que logró el hito de indultar un toro de Victorino, «Cobradiezmos» de nombre, esta semana.

Esta mañana se ha realizado el sorteo de los toros de Miura que esta tarde se lidiarán en el 16º festejo de abono. El cartel lo componen Rafaelillo, Javier Castaño, que reaparece tras superar un cáncer de testículos [entrevista] y Manuel Escribano. Este es el orden de lidia:

1º Número 55. Tenito. Negro mulato. 560 kilos. 01/2012

2º Número 5. Berenjeno. Cárdeno oscuro. 606 kilos. 12/2011

3º Número 30. Barquerito. Cárdeno coletero. 585 kilos. 01/2011

4º Número 61. Berrugo. Cárdeno oscuro. 562 kilos. 12/2011

5º Número 61. Tobero. Cárdeno oscuro. 547 kilos. 12/2010

6º Número 16. Habitante. Cárdeno oscuro. 639 kilos. 12/2011

Los sobreros son:

1º Número 71. Remolino. Negro bragao chorreao. 625 kilos. 02/2011

2º Número 32. Limpio. Negro. 635 kilos. 11/2011 (Hros. del Excmo. Sr. Conde de la Maza)

Las cuadrillas:

RAFAELILLO

Banderilleros:

José Mora (Tabaco y plata)

Álvaro Oliver (Nazareno y azabache)

Pascual Mellina (Sangre de toro y plata)

Picadores:

Juan J. Esquivel (Negro y oro)

Agustín Collado (Azul rey y oro)

JAVIER CASTAÑO

Banderilleros:

Marco Galán (Azul marino y plata)

José L. López 'Lipi' (Negro y azabache)

Fernando Sánchez (Berenjena y plata)

Picadores:

Fernando Sánchez Muriel (Verde botella y oro)

Alberto Sandoval (Negro y oro)

MANUEL ESCRIBANO

Banderilleros:

Antonio Manuel Punta (Negro y azabache)

Juan Sierra (Verde y plata)

Jaime Padilla (Fucsia y azabache)

Picadores:

Chicharito (Celeste y oro)

José M. Quinta (Grana y oro)

17.0.1988478935