'Lucha y metamorfosis de una mujer': restituir la dignidad de una madre
CRÍTICA DE TEATRO
Édouard Louis juega siempre con fuego, es decir, juega siempre con su vida y se juega la vida en cada línea que escribe
Édouard Louis sigue lamentándose
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónCrítica de teatro
'Lucha y metamorfosis de una mujer'
- Texto Édouard Louis
- Traducción José Antonio Soriano
- Dirección y espacio escénico Fernando Bernués
- Vestuario Ana Turrillas
- Iluminación David Bernués
- Intérpretes Eneko Sagardoy y Eva Trancón
- Lugar Teatro Español (Sala Margarita Xirgu), Madrid
'Lucha y metamorfosis de una mujer' debería entenderse como pura dinamita literaria. Para calibrar su importancia hay que detenerse en su autor, Édouard Louis, el último 'enfant terrible' de las letras francesas, tan incómodo y corrosivo, tan desesperadamente autobiográfico, que su ciclo ... de novelas publicadas ahora han causado un verdadero shock en la bienpensante sociedad lectora del país vecino.
Édouard Louis juega siempre con fuego, es decir, juega siempre con su vida y se juega la vida en cada línea que escribe. Sus retratos de la miseria, del alcoholismo, de la violencia y de la homosexualidad reflejan el crepúsculo de una familia como la suya que simboliza a toda una generación de víctimas y de pobres que se mueven en los arrabales del sistema. Sus libros son impactantes porque son sinceros, meten la mano entera en la herida y son un canto al dolor y una catarsis. En sus confesiones no hay nada de jueguecitos, sino más bien la brutalidad en carne viva de la existencia.
En la adaptación de 'Lucha y metamorfosis de una mujer' el acercamiento que hace a la figura de su madre pone los pelos de punta. Sobre una pasarela vamos a ver desfilar no solo la vida minúscula de esa mujer, sus matrimonios salvajemente desequilibrados y alienadores, el coro de hijos que se despeñan por el precipicio de la insignificancia y de la desgracia, sino sobre todo a un Édouard Louis que la desprecia como madre, que siente vergüenza de ella, que se aleja para poder construir una vida y decir adiós a tanto desamparo, decir adiós a una infancia llena de traumas y de vertederos familiares. Solo cuando Monique toca fondo y se traslada a París, empieza a construir sus sueños, aunque sea desde la precaria periferia.
-
'Para acabar con Eddy Bellegueule': una cuestión palpitante
Antonio Illán Illán -
Eduard Louis: «Para mí el teatro fue un espacio de salvación»
Carmen R. Santos
Sin descanso, con intensidad y sin perder el aliento, el recurso de la autoficción daña su adaptación y su puesta en escena porque la convierte en algo dramáticamente previsible. Quizá la autoficción se debería haber planteado de otro modo, menos tópico. Pero su fuerza está ahí, reivindicando esos viejos valores de la libertad, igualdad y fraternidad para esa legión de pobres y olvidados, bajando del pedestal a la literatura para que pueda expresar vidas como la de su madre, no para que vaya con ella sino para que sea una expiación del peso de la culpa. Édouard Louis y su escritura peligrosa, ese canto de purga y purificación para restituir la dignidad.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesión
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete