Plácido Domingo dimite de la Ópera de Los Ángeles y cierra su carrera en EE.UU.

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Las óperas de San Francisco y Dallas y la Orquesta de Filadelfia decidieron cancelar sus actuaciones de este año cuando se conocieron los casos, publicado por la agencia estadounidense de noticias AP. La semana pasada, el propio Domingo canceló de forma dramática en la víspera del estreno de « Macbeth » en la Metropolitan Opera de Nueva York. El adiós a Los Ángeles supone, al menos por el momento, su despedida de EE.UU.

Domingo, el gran favorito del Met en las últimas décadas, con más estrenos que nadie –batió el récord de Enrico Caruso –, y un idilio inquebrantable con su público. Pero en Los Ángeles su figura todavía ha sido más relevante. El español empezó a cantar allí cuando la ciudad californiana ni siquiera tenía un teatro de ópera y el tenor acudía dentro de las giras de la New York City Opera. Domingo fue el protagonista de la primera producción de la Ópera de Los Ángeles –«Otello», de Verdi, en 1986– y después fue un habitual: se subió a sus tablas más de trescientas, cantó 31 papeles diferentes y, como director de orquesta, estuvo a la batuta en más de un centenar de veladas. Fue todavía mayor su influencia desde principios de este siglo: en 2003 se convirtió en el director general de la institución , en el principal responsable de las decisiones artísticas y estrategias, que compaginó con actuaciones en su escenario. Estaba previsto que volviera a cantar en su teatro el próximo febrero en «Roberto Devereux», de Donizetti, en el rol de barítono con el que ha reconducido su carrera de cantante en los últimos años.

Mientras las cancelaciones en otros teatros de ópera se sucedían, la Ópera de Los Ángeles tenía en curso una investigación a Domingo sobre sus supuestos casos de acoso. Su director general no quiso esperar más y ayer se adelantó con su dimisión.

«Las recientes acusaciones contra mi persona en la prensa han creado una atmósfera en la que mi capacidad de servir a esta compañía que amo tanto se ha visto comprometida», explicó Domingo en un comunicado. «Mientras continúo mi trabajo para limpiar mi nombre, he decidido que es en el mejor interés de la Ópera de Los Ángeles que dimita como su director general y que deje mis actuaciones futuras», ha afirmado Domingo en un comunicado remitido a Efe.

La ópera confirmó la salida en otro comunicado en el que alababa su influencia en la creación y el crecimiento de la compañía y calificaba su contribución cultural a la ciudad como «profunda y sin precedentes». El presidente y consejero delegado de la institución, Christopher Koeslsch, reconoció que las acusaciones han supuesto «un periodo doloroso y comprometedor» para la Ópera de Los Ángeles, que continuará la investigación sobre Domingo «hasta su resolución final».

El adiós aparente a EE.UU. no significa el final de la carrera de Domingo. En Europa, todos sus compromisos artísticos siguen en pie. Este mes cantará «Nabucoo» en Zurich, un concierto en Moscú y «Macbeth», de la que llegó a hacer el ensayo general en Nueva York, en la Ópera de Viena. Después, vendrán Hamburgo, Colonia, Valencia, Milán y Cracovia.