El pasatiempo narrativo del día: Leopoldo Alas 'Clarín'
El puzle de Edu Galán
Las soluciones al puzle se ocultan en el texto: encuéntrelas y disfrute de su sapiencia por partida doble
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Iniciar sesiónEl bebé Genaro García-Alas nació llorando, como ocho años más tarde su hermano, Leopoldo García-Alas. Al segundo chiquillo aún no le llamaban Clarín. Era 1844, lejano Genaro de la ingeniería militar o su afán darwinista. Ese año el Capitán General de Cuba, Leopoldo ... O'Donell, empeñado esclavista, aplacó una revuelta de esclavos negros por la que fueron ajusticiadas más de tres mil personas: setenta y ocho fusilados. Se la bautizó «Conspiración de la escalera» porque los negros eran atados de pies y manos a una escalera y, a latigazos, les fluía la confesión.
Leopoldo Alas, casi Clarín, llega a Madrid en octubre de 1871 a preparar su doctorado. En 1875 comienza a colaborar con 'El Solfeo', donde ejercita su machete crítico. En la Cervecería Inglesa -solar del hoy teatro Infanta Isabel- forma la tertulia Club Bilis. Regresa habitualmente a Asturias: recordará las duras condiciones de los viajes, entre tren y diligencia.
Mientras el Papa León XIII publica su encíclica 'Supremi apostolatus officio' sobre la necesidad del rezo del rosario, Clarín se instala en Oviedo. Catedrático de Derecho en 1883, incuba a Paula Raíces, Madre Suprema de Fermín de Pas. Quizá inspirada por León XIII, con poco más de nueve años doña Paula «comenzó a frecuentar la iglesia; no perdió novena, ni rogativas, ni misiones, ni rosario, y siempre salía la última del templo». Del mapa emocional de Oviedo que le bullía dentro a Clarín salió 'La Regenta' en dos volúmenes. El primero en 1884 y el segundo en 1885. Brotaron Ana Ozores, y Fermín de Pas, y Alvaro Mesía, y el Regente, y el olor a lamida de sapo que, bajo la impoluta ciudad, empapa el libro. A casi dos mil kilómetros de Oviedo, similar sociedad señaló al médico William Price cuando incineraba el cadáver de su bebé al pie de una colina de Llantrisant (Gales). Price pertenecía al grupo neodruídico: la inhumación contamina la tierra, ululaban. El doctor fue acusado de cremación ilegal. No: Price probó su alegalidad. Inglaterra regularizó esta práctica en 1902.
A Clarín lo enterraron en el suelo del cementerio de El Salvador de Oviedo. 1901; 49 años. «Júrame que no estoy muy malo», suplicó a su sobrino, Alfredo Martínez, médico. Irrelevante lo que contestase: tuberculosis intestinal imposible. Se despidió Leopoldo del segundero entre honores fúnebres. «El deseo no es el apetito de satisfacción, ni la demanda de amor, sino la diferencia que resulta de sustraer el primero de la segunda», advirtió el psicoanalista Jacques Lacan (1901-1981). Sin quererlo, resumía a Ana Ozores y revelaba la vigencia eterna de 'La Regenta'.
Sus enemigos eclesiásticos y literarios fomentaron el rechazo social al novelista. «Fui enemigo de Clarín, y lo soy de su memoria», escribió el crítico Luis Bonafoux en una carta (1908) supurante de cloaca. El siglo XX empieza y hay que nombrar los nuevos lugares donde se esparce el inédito ocio masivo. El periodista Ferrán Agulló llamaría «Costa Brava» a la zona costera entre la catalana Blanes y la francesa Portbou. Josep Pla reivindica otro autor en 'Escritos Ampurdaneses': el político Bonaventura Sabater, durante una cena en Begur -«El fet no tingué la més petita importància, però la realitat fou aquesta», zanja Pla-.
El franquismo sentenció a Clarín, a su obra y al conocimiento con la mayor brutalidad: el fusilamiento de Leopoldo García-Alas, rector de la Universidad de Oviedo, en 1937. «Oviedo fue mucho peor que Vetusta. ¿Quién le iba a decir a Clarín que iban a hacer lo que hicieron con su hijo?», sentenció Cristina Alas, nieta de Clarín. No sé si al recibir su premio Princesa de Asturias de Ciencias, el neurobiólogo Arturo Álvarez-Buylla Roces recordó a su abuelo Arturo Álvarez-Buylla, acribillado por pertenecer al ejército republicano durante ese terrible 1937.
En el ensayo 'El caso Alas Clarín' (2021) Ricardo Labra detalla el silenciamiento sistemático de La Regenta y Clarín a lo largo del XX. El XXI ha cambiado muchas cosas. Los futuros lectores disponen de 'La Regenta' dentro de la Gran Literatura española y, si son diabéticos, cuentan ciento un años beneficiándose de los efectos de la insulina.
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