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ABC Cultural

Hay tigre encerrado en el caso Kodama

«Podría estar haciendo, con este último gesto, un homenaje póstumo y calculado, o una broma borgeana»

María Kodama murió sin dejar testamento y el millonario legado de Borges pasará a sus sobrinos

María Kodama, fotografiada en 2008 Julián de Domingo
Jorge Fernández Díaz

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Ni siquiera la imaginación metafísica de Borges hubiese sido capaz de inventar a Kodama. Una severa, temida y meticulosa carcelera que al morir disuelve inopinadamente la cárcel de su obsesión y deja a los prisioneros en la más absoluta intemperie. Celosa guardiana de la ... obra de Jorge Luis Borges, su viuda fue capaz de llevar a tribunales a escritores y editores para hacer su voluntad y mantener el poder absoluto sobre su legado hasta el último día. Y sin embargo, expira sin dejar testamento sobre un acervo invaluable, como si hubiese querido que por default todo eso fuera a parar a la ciudad de Buenos Aires, «tan eterna como el agua y el aire», o a las manos de sus ignotos sobrinos, aunque después de condenarlos a una compleja batalla leguleya.

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