Allegados a María Kodama confían en que aparezca su testamento

La razón de tal enigma reside en un elemento: la supuesta ausencia de su testamento. Si bien hasta el momento no es de público conocimiento que la compañera de vida de Borges haya dejado un testamento por escrito, personas de su entorno más cercano consideran al menos «raro« que quien fuera la principal difusora y protectora de la obra del escritor argentino haya dejado librado al azar el destino del legado cultural de Borges.

Uno de los amigos de María Kodama en Buenos Aires era Julio César Crivelli, coleccionista de arte y presidente de la asociación de Amigos de Bellas Artes, perteneciente al museo homónimo, uno de los más importantes de la ciudad rioplatense. Ambos compartían charlas y encuentros enmarcados en los debates culturales de la capital argentina.

En diálogo con ABC, Crivelli la recuerda como «una mujer muy interesante y distinguida como comentadora de la obra de Borges». La última vez que la vio, hace cuatro meses en una comida de amigos en Buenos Aires, la notó claramente desmejorada, aunque desconocía su enfermedad: «Estaba muy apagada, débil y flaca, pero yo no sabía nada del cáncer porque ella no hablaba de su enfermedad».

Crivelli, quien mantenía con Kodama largas conversaciones literarias e, incluso, llegó a dar varias conferencias en la Fundación Internacional Jorge Luis Borges –que era financiada por la mujer de Borges-, la recuerda como una gran cuidadora y guardiana de la obra del célebre escritor. De hecho, comenta, «ella ha promovido juicios y litigios para defender la obra literaria de él y se preocupaba mucho por su patrimonio literario«.

Justamente por ese motivo, al coleccionista amigo de Kodama le resulta extraño que ella no haya previsto el destino de las obras de Borges, a cuyo cuidado dedicó gran parte de su vida. «Me parece raro que una mujer que ha cuidado tanto de la herencia patrimonial de Borges haya dejado en el aire el destino tanto de la fundación que promueve su obra como de su patrimonio cultural«, opina Crivelli.

No es su amigo el único sorprendido por la supuesta ausencia de un testamento de Kodama. También su amiga, Claudia Faría Gómez, dijo al medio argentino Infobae: «De lo que ella me expresó sobre sus últimas voluntades… había una persona pensada«. Incluso el abogado de Kodama, Fernando Soto, apenas se diera a conocer la noticia de su fallecimiento el pasado 26 de marzo, había declarado que »ella tenía todo arreglado« y acto seguido, decía al respecto: »Ya se informará«. Sin embargo, en los últimos días, la ausencia de este documento impulsó a los sobrinos de Kodama a presentarse en la Justicia, alegando ser los únicos herederos.

Cabe tener en cuenta que la herencia de Kodama –que es también la del escritor- incluye no solo su patrimonio cultural y su fundación, sino también su domicilio en el elegante barrio de Recoleta en Buenos Aires, además de los objetos que hay en dos apartamentos que alquilaba, tanto en Paris como en Suiza.

A partir de ahora, y de no aparecer el testamento, quedan dos caminos posibles: de aceptar la Justicia el reclamo de los sobrinos de Kodama, serán ellos los únicos herederos. De lo contrario, el valiosísimo patrimonio cultural quedaría en manos de la Ciudad de Buenos Aires.

Todo ello se definirá en las próximas semanas, siempre y cuando no se encuentre un testamento dejado por Kodama que explicite cuál era su voluntad, que puede hacer cambiar el final de la historia de un momento a otro.

Sus amigos no pierden la esperanza de que esto ocurra. Como asegura a ABC Crivelli: «Ojalá aparezca algo porque si no todo va a quedar en el aire. Va a haber litigios legales y líos que no nos aseguran qué pasara con los bienes y este valioso patrimonio cultural«.