Larissa Swirski, la espía que inspiró las «chicas Bond»

El Peñón, punto estratégico para ambos bandos durante la II Guerra Mundial, era entonces un nido de espías, al que tuvo acceso directo Ian Fleming ya que durante la contienda fue destinado a Gibraltar como miembro del servicio de inteligencia británico. Algunas de las experiencias de esos años las vertiría el escritor más tarde en su saga de novelas de James Bond.

Además de algunas armas utilizadas entonces, como plumas que explotaban y el torpedo humano que capitaneaba Juno Valerio Borghese,conocido como el Príncipe Negro, y que Fleming incluyó en su libro «Operación trueno» (1961), el escritor se inspiró en parte en esta mujer fatal, Larissa Swirski, para crear la figura de las «chicas Bond». Mujeres audaces que no temían a nada.

Liana Romero está escribiendo la historia de su madre, la Reina de CorazonesAsí lo explica la hija de «la Reina de Corazones», Liana Romero Swirski, una joven octogenaria -«me llaman Liana Jones», bromea- que vive actualmente en una localidad gaditana y que desde hace varios años está inmersa en la escritura de labiografía de esta doble agente, su madre. Un libro que abordará tres generaciones de mujeres de una estripe que, asegura, «desciende de los Romanov».

ABC ha tenido acceso a algunos fragmentos de esta narración, en particular a los que se refieren a la Reina de Corazones. «Una espía de pata negra, de gabardina, de sombrero de fieltro, lejos de la ególatra de cócteles de salón que sin bajarse de los tacones espera que le viertan secretos en su copa de champagne», rememora su hija.

Nacida en Rusia, de noble cuna, siendo muy joven tuvo que huir de su país sin apenas enseres, instalándose en Berlín. «Se convirtió en una hermosa joven con una mente privilegiada. Hablaba seis idiomas y posesía un atractivo irresistible». A mediados de los años 20 se trasladó a París donde abrió un estudio de fotografía, por el que pasaron importantes figuras de la época. Durante los veranos viajaba a Cannes, donde conoció a Manuel Romero, un marino de Sevilla, que durante la II Guerra Mundial fue destinado a Ceuta. «Allí Larissa trabó amistad conAnita Colombo, una italiana al servicio de los nazis en Tánger». Fue entonces cuando los alemanes «pusieron todo el empeño» por reclutarla. Algo que resultó fácil. «Aún perduraba en su corazón el resentimientocontra el régimen comunista soviéticoque le había arrebatado a sus seres queridos y su patria».

Gracias a su información los británicos descubrieron el escondite de los torpedos humanosEn Tetuán convivió con la colonia germana y altos mandos españoles. Entonces encomendaron a su marido el mando de la Ayudantía de Marina en Puente Mayorga, entre Algeciras y La Línea, una zona bautizada por los ingleses como «Spy row» (la línea de los espías). «Larissa resultó una pieza clave». Al menos hasta que vio las atrocidades que llevaron a cabo los nazis. Los ingleses, conocedores de esto, jugaron su baza y la convencieron para colaborar con ellos. Y su papel fue crucial. Gracias a la información de Larissa, los británicos descubrieron dónde se encontraban algunos torpedos humanos italianos que hubiera provocado un gran perjuicio a los británicos.

Durante aquel periodo Larissa conoció a Ian Fleming, cuya primera novela, «Casino Royale» (1953), plasma experiencias del escritor, como sus visitas al casino de Estoril, retrata al superior de James Bond inspirado en su superior en Gibraltar, el Almirante Sir John Godfrey, e incluye a Vesper Lynd, una espía de doble filo, que según algunas fuentes estaría inspirada en Krystyna Skarbek, conocida como Christine Granville, pero también, como asegura Liana Romero, «en la Reina de Corazones».