El nuevo Museo Reina Sofía: trap, performances y sin líneas rojas
Su director, Manuel Segade, explica su proyecto para los próximos cinco años. Exhumará fondos de los almacenes y mejorará la arquitectura y el diseño del edificio. Ha heredado de Borja-Villel dos años de programación
Manuel Segade: «Es necesario incorporar muchas más voces distintas al Reina Sofía»
El nuevo director del Museo Reina Sofía, Manuel Segade, convocó esta mañana a la prensa para presentar las líneas generales de su proyecto para los próximos cinco años (2023-2028). Al término, se reunió con las asociaciones del sector del arte contemporáneo para ... que conocieran de primera mano sus planes. Cuestión de buenas prácticas. Consenso y transparencia son dos ideas que repitió en varias ocasiones durante su exhaustiva explicación. Ya advirtió que se extendería. Y el que avisa, dicen, no es traidor. Comenzó repasando los logros de su antecesores en el cargo (ni una palabra sobre Ana Martínez de Aguilar: ¿un olvido o no vio ningún logro en su gestión?) y destacando que el Reina Sofía es hoy «una referencia internacional». Museos como el MoMA y el Pompidou «son conservadores». Haciendo amigos Segade..., de verde esperanza de pies a cabeza.
Cree necesario en esta nueva etapa alcanzar un amplio consenso, multiplicar relatos, articular una base de colección «sólida y perpetuamente revisable»... «Un museo de arte contemporáneo es polifónico», dice Segade. Algo que parecía haber olvidado Manuel Borja-Villel, tras quince años en el puesto. Su objetivo es que sea «un museo seductor y deseado, un lugar no donde ir porque hay que ir». Y para atraer a nuevos públicos, especialmente a los jóvenes, quiere acabar con las fronteras entre arte de la élite y arte popular, rescatando de las calles la cultura popular. Como el arte naif o el trap. ¿Veremos algún día a Rosalía o a C. Tangana en sus salas? También quiere Manuel Segade que el arte en vivo, las performances, tengan una mayor presencia en el Reina Sofía.
Sus objetivos, «dar visibilidad nacional e internacional a artistas con décadas de trabajo a sus espaldas», pero también «articular la consolidación de las prácticas emergentes» y lograr que sirva como «herramienta de posicionamiento internacional del arte español». No habrá líneas rojas ni vetos en la programación, dice tajante Segade. Artistas como Antonio López, Rafael Canogar o Jaume Plensa, por citar solo tres ejemplos, han ido desapareciendo de sus salas. El nuevo director exhumará de los almacenes la mayor parte de los fondos que pueda. Y es que en los 15.000 metros cuadrados que ocupaba la última presentación de la colección permanente tan solo se mostraba un 5% de esos fondos, y el 20% eran depósitos. También atenderá a la diversidad multicultural de España y continuará con la política de incentivar depósitos de obras en colecciones públicas autonómicas. El 'Guernica' no se mueve, aunque sí se fotografía. Eso sí, quiere mejorar la circulación en torno a la sala donde se exhibe la obra maestra de Picasso.
Segade quiere plantear diversos formatos de exposición y estimular la producción
Asimismo, apuesta por incorporar a comisarios y agentes externos tanto a los programas públicos como a las exposiciones temporales. Segade se lamenta de que no tiene una sola línea en su currículum con proyectos en el Reina Sofía. Y como él, otros muchos de su generación. Ha heredado de Borja-Villel dos años de programación expositiva. Hasta mediados de 2025 o comienzos de 2026 no sabremos cuál es su propuesta expositiva ni su forma de presentar la colección. En su opinión, las exposiciones «han de servir como puerta de acceso a la profesionalización de artistas, comisarios y otros agentes jóvenes y de media carrera». Quiere plantear diversos formatos de exposición y estimular la producción.
Ve necesario reconfigurar los espacios del Reina Sofía, mejorando el diseño y la arquitectura, con salas más versátiles, haciendo un uso público del edificio (jardín, terrazas, patio)... También, reestructurar los recorridos: utilizar como salas de colección las plantas de obligatorio recorrido circular. Las salas de protocolo de Sabatini acogerán pequeñas muestras temáticas del Archivo Lafuente, a la espera de que se inaugure la sede en Santander.
«Hay que ampliar el horizonte geopolítico. Además de Latinoamérica, hay otros sur, como África»
Si Borja-Villel hablaba de museos en red, él prefiere hablar de un 'museo tentacular'. Ve «valiosísima» la aportación de Lavapiés en el llamado Museo Situado, pero cree que «lo situado en un museo con responsabilidad nacional ha de ser necesariamente más amplio». También aplaude el impulso que ha dado al arte latinoamericano la Red de Conceptualismos del Sur, aunque advierte que «hay que ampliar el horizonte geopolítico», pues hay otros sur, como África. Preguntado por si mantendrá los acuerdos firmados por Borja-Villel con la Fundación de los Comunes, la Universidad Nómada y otros colectivos radicales de extrema izquierda, confirma que mantendrá los acuerdos, pero aclara que no irán siempre en la misma dirección ideológica.
Creará un nuevo gabinete institucional, que se hará cargo de los programas de acción social, y habrá una reestructuración de puestos de trabajo, que deberán negociarse con agentes sociales y con Hacienda. De momento, no da nombres de las personas de confianza que le ayudarán a pilotar este proyecto. Saldrán a concurso cuatro puestos de alta dirección. ¿Será Tania Pardo la nueva subdirectora? Rosario Peiró y Teresa Velázquez, jefa de colecciones y de exposiciones, respectivamente, consolidaron sus plazas y continuarán en sus puestos.
«Habrá una política de cuentas claras y de transparencia»
En cuanto a la financiación del museo, cuenta con unos 20 millones de recursos propios. «El objetivo –advierte Segade– es mantener y luego aumentar estas cifras». Piensa que el Reina Sofía debe ser «modélico» en transparencia y que «habrá una política de cuentas claras»: «La gerencia debe ser un repositorio de buenas prácticas». De momento, se ha subsanado el tema de la falta de vigilantes de sala y confirma Segade que actualmente no hay espacios cerrados por este motivo. Llegó a haber más de medio centenar.
No estará solo en esta aventura. Segade recupera «fuerzas del arte español en la diáspora» y contará con dos consejos asesores. Uno, en materia artística (María Corral, João Fernandes, Amanda de la Garza, Inés Katzenstein, Chus Martínez, Gloria Moure y Vicente Todolí) y otro de arquitectura y diseño (Juan Herreros, Andrés Jaque y Marina Otero).
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete