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Vincent Delieuvin: «Por culpa de los barnices, la "Mona Lisa" parece una muerta»

Ha despertado una gran expectación la retrospectiva del 500 aniversario de la muerte de Leonardo da Vinci, que abrirá el Louvre a partir del próximo día 24. Su comisario desvela las claves de la muestra del año

Delieuvin, en el Louvre, ante dos obras de Leonardo:a la izquierda, «La Virgen de las Rocas»; a la derecha, «Santa Ana, la Virgen y el Niño» GETTY

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Es uno de los hombres más buscados estos días. No hay un hueco libre en su agenda: intercala el montaje de la gran retrospectiva en el Louvre , conmemorativa del 500 aniversario de la muerte de Leonardo da Vinci , que comisaría con Louis Frank, con infinidad de peticiones de entrevistas. Pasa con soltura del inglés al francés, del italiano al español. A sus 41 años, Vincent Delieuvin es uno de los grandes expertos en pintura italiana del Renacimiento. Hablamos con él.

La Justicia italiana acaba de suspender el viaje a París de «El hombre de Vitruvio», uno de los dibujos más famosos de Leonardo. Iba a ser una de las estrellas de la exposición del Louvre. Es un duro revés. ¿Confía en que haya un cambio de decisión?

Depende de la Justicia. Nosotros no podemos hacer nada. Confiamos en que la decisión sea finalmente positiva para el Louvre. Aún no sabemos cuál será.

En 2018 ya saltó la polémica. El entonces Gobierno italiano dio por roto un acuerdo con el Estado francés sobre el intercambio de obras de Leonardo y Rafael. Italia dijo que no saldrían los Leonardos de los Uffizi. ¿Estarán finalmente en la exposición?

Nunca pedimos «La Adoración de los Magos», porque es una pintura demasiado grande y frágil para ser transportada. Sí pedimos «La Anunciación», pero el acuerdo se centró finalmente en los dibujos de Leonardo, no en sus pinturas. Por tanto, «La Anunciación» no estará en el Louvre.

«Salvator Mundi», atribuido a Leonardo, se vendió por 450 millones de dólares ABC

Otra de las incógnitas es si veremos colgado en el Louvre el «Salvator Mundi», cuadro atribuido a Leonardo y adquirido en subasta por 450 millones de dólares por un príncipe saudí.

Lo hemos pedido, pero aún no tenemos la respuesta. Será una sorpresa.

Si finalmente se exhibe en el Louvre, ¿qué pondrá la cartela? ¿Obra de Leonardo, atribuida a Leonardo, taller de Leonardo, copia de Leonardo?

Eso también será una sorpresa. Solo diremos lo que pensamos de la pintura, si está en la exposición.

O sea, que si le pregunto si cree usted que es obra de Leonardo, me quedaré con las ganas de saberlo...

Exacto (Ríe)

Me lo temía, pero debía intentarlo. ¿Cuántas obras reunirá la muestra?

Unas 160 obras.

El Louvre atesora cinco pinturas y 22 dibujos de Leonardo. Entre las primeras, la «Mona Lisa». ¿Permanecerá en su sala durante la muestra?

Sí. No se puede mover, porque recibe al día 30.000 visitas y las salas de exposiciones no pueden absorber más de 7.000 personas. Sería imposible. Hay demasiada gente que quiere ver a la «Mona Lisa». Desgraciadamente, su éxito nos impide incluirla en la exposición.

Detalle de «Retrato de músico», de Leonardo da Vinci PINACOTECA AMBROSIANA, MILÁN

¿Qué préstamos destacados habrá en la muestra?

La Iglesia nos ha prestado dos obras excepcionales:el «San Jerónimo» del Vaticano y el maravilloso «Retrato de músico» de la Pinacoteca Ambrosiana de Milán. Destacaría también uno de los dibujos más hermosos de Leonardo (un boceto preparatorio para «La Virgen de las Rocas», de Turín) y otro dibujo más grande: la maravillosa «Santa Ana», de la National Gallery de Londres.

Hace solo unos días la «Gioconda» regresó a su sala habitual, la sala de los Estados, que ha sido remozada. Su traslado temporal a la galería Médicis resultó caótico. ¿No fue un error?

No había otro remedio. Hemos hecho obras en la sala de la «Mona Lisa». Recibe tantos millones de visitantes que estaba en mal estado. La sala de los Estados es la única que puede acoger este cuadro en el Louvre. Es muy grande y se halla lejos de la entrada del museo. El traslado temporal a la sala Médicis fue una experiencia terrible para el museo. Está muy cerca de la entrada y ello provocó colas tremendas.

Beyoncé y Jay-Z, ante la «Gioconda» en el Louvre ABC

La «Mona Lisa», tan diva o más que Beyoncé (ambas se conocieron en el Louvre), es la mujer con peor salud de la Historia del Arte. Se ha dicho que padecía hipotiroidismo, sífilis, parkinson, el síndrome de Tourette... Usted fue más allá y dijo que parecía una muerta, sin vida. Por menos hace siglos habría acabado en la hoguera.

(Ríe) Lo dije porque así es como se ve la pintura. Aparte de que la madera del soporte es muy frágil, la pintura se halla en muy buen estado de conservación. Pero sobre ella hay capas de barniz muy antiguas que modifican el color de la pintura. Por ejemplo, el azul del cielo, debido a los barnices amarillentos, se ha vuelto verde. Y la piel de la «Mona Lisa» debería ser más sonrosada, pero por culpa de los barnices parece una muerta. Se debe a que no ha sido restaurada desde hace mucho, mucho tiempo.

¿Usted se atrevería o le temblaría la mano? Menuda responsabilidad...

No está programada su restauración. Todavía se puede ver bien el rostro, las manos, el paisaje del fondo... Quizá un día, en cien años... Quién sabe. Todas las pinturas tienen que ser restauradas alguna vez. Seguramente, algún sucesor mío lo hará, pero de momento no. El barniz se vuelve cada vez más oscuro y amarillento. Y la composición va desapareciendo poco a poco.

Si la restaura y la «Mona Lisa» perdiera su enigmática sonrisa, le desterrarían a la isla de Elba...

(Ríe) La sonrisa permanecería, no cambiaría mucho.

Hubo polémica con la restauración de la «Santa Ana, la Virgen y el Niño», del Louvre. Algunos dijeron que se le fue la mano al restaurador.

Para la mayoría de los científicos fue una restauración muy bien hecha. Era el primer Leonardo del Louvre que se restauraba y había una diferencia con el resto de obras del artista. Fue un cambio muy importante. Hoy, siete años después, se ve muy hermosa.

La «Gioconda», en la galería Médicis del Louvre, donde estuvo temporalmente, mientras rehabilitaban la sala de los Estados ABC

¿Es asumible para un museo recibir 10,2 millones de visitantes al año?

No es fácil, pero hacemos esfuerzos para recibir de la mejor forma posible a los visitantes. Es verdad que es mucha gente. Es todo un desafío.

¿No corre el Louvre el riesgo de morir de éxito?

La sala de la «Mona Lisa» está abarrotada, pero la mayoría de las salas se pueden visitar de forma agradable.

Hay una gran expectación por la exposición de Leonardo en todo el mundo. Han puesto en marcha la reserva horaria obligatoria. ¿Habrá un número máximo de visitantes?

La muestra durará cuatro meses. La de Delacroix fue visitada por 540.000 personas. Se prevé que la de Leonardo tenga cifras de visitantes similares, en torno a 500.000. Nuestras salas de exposiciones no son muy grandes. Prevemos que los días con visita noctuna entren unas 7.000 personas y el resto, 5.000.

La exposición es fruto de una década de investigaciones. ¿Cuál es su principal aportación científica?

Es fruto de la investigación de diez años de dos historiadores del arte; es decir, 20 años en total. Cada uno hemos trabajado sobre un aspecto concreto de Leonardo. La tesis de la exposición es demostrar que Leonardo quería convertirse en el mejor pintor de su época y que nunca olvidó la pintura. En muchas ocasiones se presenta a Leonardo como pintor, pero también como científico, inventor de máquinas... A veces se dice que la pintura no era lo más importante en su vida. Queremos mostrar al público que inventó un método de trabajo muy especial. Tuvo la idea de aportar a su pintura una base científica. Se piensa que las investigaciones científicas de Leonardo no tienen relación con su arte pictórico. Nosotros pensamos lo contrario. Leonardo quería ser el mayor pintor de su época, se convirtió en un científico para ser el mejor pintor. Plasmaba en sus pinturas la experiencia de su análisis científico de la naturaleza.

¿Cómo es el Leonardo pintor?

Es un pintor de una gran libertad. En el modo de dibujar, de pintar, de dejar sus obras inacabadas... Un pintor con una gran autoexigencia, que imitó la vida y la naturaleza de un modo único. Para él, la pintura era la más grande de las ciencias. Tenía una visión de la pintura como el arte más alto y universal.

Quería ser el mayor pintor de su época. ¿Lo fue?

Fue único en su modo de pintar. Hay muchos pintores increíbles. Los españoles tenéis a Velázquez. Pero Leonardo fue uno de los más grandes.

Detalle del dibujo «La Gioconda desnuda» ABC

¿Habrá nuevas atribuciones a Leonardo en la exposición?

No, pero sí problemas abiertos con nuevas hipótesis. Por ejemplo, una composición de Leonardo, «La Virgen del huso», de la que hay dos versiones, hechas probablemente en el taller de Leonardo y, gracias a nuevas investigaciones científicas, se podrán proponer nuevas ideas. Las dos son de colecciones privadas.

Un mechón de pelo del artista, una huella dactilar, mensajes heréticos, se ha dicho que era ambidiestro, han aparecido supuestas nuevas obras... ¿No se ha ido de las manos esta efeméride con tanta locura?

La palabra locura es muy acertada. Hay demasiada locura en descubrimientos que no tienen sentido. Desgraciadamente, la mayoría de las veces son locuras. pero en ocasiones hay descubrimientos auténticos. En la National Gallery de Londres han descubierto el dibujo subyacente en «La Virgen de las Rocas». Gracias a ello se ha podido entender mejor esta obra. Yo he participado en un proyecto sobre «La Gioconda desnuda» y hay descubrimientos interesantes.

¿Cuáles?

El dibujo fue muy restaurado y es difícil ver las partes originales, pero se ha descubierto que hay elementos dibujados por una mano izquierda, como hacía Leonardo, y hay arrepentimientos que se hallan en obras de Leonardo. Podría ser un original muy restaurado.

Tom Hanks y Audrey Tautou, en una escena de «El Código Da Vinci», película basada en el best seller de Dan Brown ABC

¿Y sobre el mechón de pelo de Da Vinci?

(Ríe) Esperamos pruebas científicas.

Dan Brown contribuyó con su «Código da Vinci» a alimentar tanta locura en torno a Leonardo...

Escribió una novela. El problema es que la gente ha pensado que era una biografía o un libro de Historia del Arte. Muchas cosas del libro son inventadas. Se debe leer como cualquier otra novela.

¿Hay mensajes heréticos encerrados en «La Virgen de las Rocas»?

No hay nada de eso. Bajo la pintura del Louvre se halla lo mismo que bajo la de la National Gallery de Londres. Hay mucha literatura sobre los mensajes heréticos... Es una locura, no tiene sentido.

¿Estará en el Louvre la versión de Londres? ¿Y otras obras maestras como «La dama del armiño»?

La lista definitiva todavía no se puede dar. La versión de «La Virgen de las Rocas» de Londres no la hemos pedido. Es muy grande y demasiado frágil. Del resto no le puedo confirmar nada aún.

Hace unos meses presentaron una nueva «Mona Lisa»...

No puedo hablar de obras de colecciones privadas, pero voy a decir solo una cosa. Hay una sola Mona Lisa.

Y la tiene el Louvre...

En efecto.

La «Gioconda» del Prado, tras su restauración BELÉN DÍAZ

En España nos contentamos con una copia en el Prado...

Sí, pero es muy interesante. Es una copia hecha en el taller de Leonardo, con su ayuda. Está el original, en el Louvre; está la copia del taller, en el Prado... y basta.

Creo que en la exposición la realidad virtual permitirá acercarse a la «Gioconda» como nunca antes. El sueño de millones de asiáticos...

Es una forma de que la «Gioconda» esté presente en la exposición, ya que no se moverá de su sala. Permitirá al público entender la composición. La gente ve solo la sonrisa y las manos, pero no que está sentada en una silla, que hay una arquitectura...

Detalle de «Virgen con el Niño riendo», terracota atribuida a Leonardo VICTORIA & ALBERT MUSEUM, LONDRES

¿Cree que es de Leonardo la «Virgen con Niño riendo», una terracota del Victoria & Albert Museum de Londres?

Es muy hermosa, pero no estoy muy convencido de que sea de Leonardo. Los dedos de las manos y su nariz son muy largos. No es habitual en las obras de Leonardo. La sonrisa es, para mí, demasiado exagerada. Hay elementos físicos y artísticos que no encuentro en las obras de Leonardo. Es una atribución discutible.

Han aparecido nuevas biografías de Da Vinci, como la de Walter Isaacson. ¿Conocemos hoy a Leonardo o sigue siendo un enigma?

Un enigma, no. Tenemos numerosos documentos en los archivos. Pero hay muchas cosas que no sabemos de su vida privada. No hablaba de ella, de sus sentimientos. Queda el misterio del hombre, pero del artista sabemos mucho.

«La muerte de Leonardo», de Ingres PETIT PALAIS, PARÍS

Hay quienes se empeñan en resaltar su homosexualidad.

Sobre su vida sexual no se sabe nada. Las teorías para decir que era homosexual se basan en que tenía discípulos en su taller. Pero en todos los talleres de la época ocurría lo mismo. Era un mundo de chicos, no de chicas. Y no todos los artistas eran homosexuales.

Da Vinci era italiano pero murió en Francia. ¿No hay una cierta reivindicación de un Leonardo francés?

No. Es un artista florentino que vivió sus últimos años en Francia y lo recibimos como un príncipe. Pero es un artista totalmente italiano. No tiene ningún vínculo con el arte francés.

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