'La Quinta del Sordo', de Philippe Parreno. 2022: una odisea del Prado
Una de las salas del museo se convierte temporalmente en un cine, donde se proyecta una película de ciencia ficción sobre las pinturas negras de Goya
Imagen de la proyección de la 'La Quinta del Sordo': una obra de Philippe Parreno
El Prado es una musa por la que no pasan los años: ha inspirado a infinidad de creadores y aún sigue hoy fascinando a los artistas contemporáneos. Si el miércoles se inauguraba PhotoEspaña con las 'Fantasías en el Prado', de Alberto García-Alix , en ... el vecino Jardín Botánico, el artista francés de origen español Philippe Parreno (Orán, Argelia, 1964) ofrece una nueva mirada a las pinturas negras de Goya en una sala del museo (la 64-65), convertida, hasta el 4 de septiembre, en un cine. Es contigua a la que acoge las catorce obras de Goya (sala 67).
'La Quinta del Sordo' es una película de ciencia ficción, de 40 minutos de duración, encargada a Philippe Parreno por la Fundación Beyeler de Basilea , donde se estrenó en octubre de 2021, con motivo de la gran exposición que el museo suizo dedicó a Goya. La película se proyecta en una instalación, producida por Acciona Cultura, en el lugar donde hasta hace unos días colgaban 'La carga de los mamelucos' y 'Los fusilamientos del 3 de mayo', de Goya (ahora se miden con 'Las Lanzas', de Velázquez; 'El fusilamiento de Torrijos y sus compañeros en las playas de Málaga', de Antonio Gisbert, y 'La rendición de Bailén', de Casado del Alisal). También ha tenido que cambiar de sala 'El Coloso' , ahora en la 93.
Philippe Parreno, en el Prado
Parreno obtuvo permiso de la dirección del Prado para grabar las pinturas negras a museo cerrado. Utilizó cámaras ultrarrápidas (500.000 fotogramas por segundo), aproximándose a las figuras en unos primerísimos planos de altísima calidad. Ya en el estudio reconstruyó la Quinta del Sordo y el jardín en 3D , para lo cual se utilizaron los planos conservados en diversos archivos. Parreno contó con unos colaboradores de lujo, como el director de fotografía Darius Khondji y el diseñador de sonido y ganador de un Oscar Nicolas Becker.
Imagen de la proyección de la 'La Quinta del Sordo': una obra de Philippe Parreno
Andrés Úbeda , director adjunto del Prado, advierte que «no debe sorprender a nadie, pues es bastante coherente con lo que hacemos en el Prado. Forma parte de unos proyectos de investigación que exploran nuestros fondos y son muy originales». Sobre 'La Quinta del Sordo', de Parreno, dice que «es una iniciativa brillante, una nueva mirada a Goya de un artista contemporáneo, que ofrece una visión intrigante, estimulante, que complementa la visita a la sala donde cuelgan las pinturas negras. Una obra de arte total , una película en la que se oye la pintura ». Paradójicamente, Goya estaba sordo. Se han hecho diez copias de la película. Una se ha donado al Prado. Se proyectará, de lunes a sábado, en los siguientes pases: 10, 12.30, 14.15, 16.45 y 18.30 h. Domingos y festivos, 10.30, 12.30, 14.30 y 17 h.
Imagen del violonchelista interpretando una composición original de J. M. Artero, un preludio a la película
Entramos en la sala, donde parpadean las luces de las lámparas. Hay tres filas de butacas (cuentan que pertenecieron a un antiguo cine de León). Antes de comenzar la proyección de la película toma la palabra un músico, Alejandro Marías , del cuarteto Francisco de Goya, que interpreta al violonchelo una composición original de J. M. Artero , un preludio a la película, que, como dice Marías, «es una especie de máquina del tiempo, algo que aún no ha sucedido».
El violonchelo deja de sonar, nos colocamos unos auriculares... y empieza la magia. La cámara recorre palmo a palmo la superficie pictórica de las catorce pinturas negras: 'El aquelarre', 'Saturno devorando a su hijo', 'Duelo a garrotazos', 'Perro semihundido'... Se acerca Parreno tanto la cámara que cuesta distinguir las grotescas figuras goyescas. Los brillos semejan estrellas, planetas... un firmamento. El universo Goya es inabarcable. Los sonidos evocan un espacio desaparecido que ya no existe : el fuego en una chimenea, el crujido de la madera del suelo, el viento, el agua, una tormenta... Es un lugar fantasmagórico . La película acaba con una imagen del exterior del anodino sitio donde en su día se alzaba la Quinta del Sordo: en el barrio de Puerta del Ángel, en la esquina de las calles de Baena y Doña Mencía. Hoy es una pastelería . Las paredes están repletas de grafitis. En cierta forma, las pinturas negras también lo son, aunque aterradores.
Imagen de la proyección de la 'La Quinta del Sordo': una obra de Philippe Parreno
La Quinta del Sordo se hallaba en la ribera del río Manzanares. Allí vivió Goya antes de exiliarse a Burdeos . La compró en 1819. Decoró los muros de las paredes de dos estancias (el comedor en la planta baja y el gabinete en el primer piso) con 14 pinturas murales al óleo. Usó pigmentos oscuros y negros y temas muy sombríos. Siguen siendo hoy un enigma que fascina a quienes las ven. Han obsesionado a especialistas como Nigel Glendinning y Valeriano Bozal. En 1823, Goya legó la Quinta a su nieto, Mariano , que la vendió a su padre, Javier, diez años después. Este encargó en 1828 un inventario de la casa a Antonio de Brugada , que compartió exilio con Goya en Burdeos. Tras la muerte del hijo de Goya, la casa fue comprada en 1859 por Segundo Colmenares. En 1863 pasó a ser propiedad del barón Émile d'Erlanger , un banquero y coleccionista de arte de origen alemán (vivía en Francia y tenía nacionalidad británica) que en 1874 mandó trasladar los murales a lienzo. Se encargó de ello Salvador Martínez Cubells . La Quinta y las pinturas fueron inmortalizadas por la cámara de Jean Laurent . Se mostraron en la Exposición Universal de París en 1878. D'Erlanger las donó en 1881 al Prado, donde cuelgan desde 1889. Son una de las grandes atracciones del museo. La casa se demolió en 1909.
Parreno, que vive y trabaja en París, es un artista multidisciplinar : utiliza cine, escultura, dibujo, texto... Juega con los límites espaciales y temporales, y concibe sus exposiciones como una experiencia sensorial para el visitante. Dirigió junto con Douglas Gordon 'Zidane: un retrato del siglo XXI' : diecisiete cámaras sincronizadas, situadas en el estadio Santiago Bernabéu, enfocan a Zidane, en el transcurso de un partido Real Madrid-Villarreal. Un retrato en tiempo real de uno de los más grandes futbolistas de todos los tiempos. Parreno ha expuesto en grandes museos del mundo, como el MoMA, la Tate y el Pompidou.