José Luis Corripio: «Nunca cerraremos un periódico, aunque no sea rentable»
De origen asturiano, el nuevo Premio Luca de Tena es un magnate dominicano que preside un emporio que incluye periódicos como «Listín diario» o «El Nacional» y la cadena Tele Antillas
«Don Pepín» es, en República Dominicana, José Luis Corripio . La historia de los últimos 85 años del país es también su propia historia. De origen asturiano (Villaviciosa), llegó de niño a Santo Domingo de la mano de su padre. «Empezó con una tienda de ultramarinos», recuerda. Pudo estudiar en el colegio La Salle, donde dirigió el periódico estudiantil, « La Estrella ».
Hoy preside un emporio de empresas que abarca, prácticamente, todos los sectores de la economía y de la comunicación. «Generamos 14.000 puestos de trabajo y seguimos creciendo», observa. Parte de esa plantilla se desempeña en su cadena de diarios, radios y televisiones. «No dejamos de invertir nunca», insiste antes de observar, al hilo de la «crisis» del periodismo: «Los negocios no fracasan. Lo hacen los que lo administran». Dicho esto, añade: «Si un diario mío no es rentable, el resto de las empresas lo tendrán que mantener. Nunca cerraremos uno ».
El Grupo Corripio mantiene su dinamismo en los medios de comunicación con periódicos emblemáticos como «Listín Diario», «Hoy», «El Día», «El Nacional» o, entre otros, la cadena Tele Antillas. Premio Luca de Tena a toda una vida de entrega y dedicación, «Don Pepín» se resiste a decir cuál de sus empresas es su debilidad: «Hay que evitar los celos pero, como en las familias, al que hay que cuidar y proteger es al más vulnerable: los periódicos , los medios de comunicación».
La crisis de la prensa sigue sin ser un tema resuelto.
Mi decisión y la de mis hijos, cuando yo no esté, es jamás cerrar un periódico. El Grupo tiene un número de marcas y productos descomunal. Si un diario no es rentable, el resto de las empresas lo tendrá que mantener. Los países necesitan medios de comunicación que colaboren a la convivencia, aporten armonía, sean veraces, con capacidad de análisis y colaboren a despejar las dificultades.
El modelo de negocio para rescatar a la prensa ahora roza (con la diversificación) esa política que usted adoptó el siglo pasado.
Hicimos el proceso a la inversa. Empezamos con el comercio, seguimos con la industria e incursionamos finalmente en los medios de comunicación. Me dijeron: «Ahora vas a saber lo qué es luchar con periodistas». No tenían razón. Todo ha sido armonía. Respeto sus ideas y la única limitación que tienen es mantener la veracidad y respetar la honra ajena. El periódico que pierde la credibilidad se convierte en un desecho.
¿Comparten línea editorial, tendencias...?
No. El mejor halago que recibí fue cuando me dijeron: «Todos parecen de un medio diferente».
¿Con qué aspectos de su trabajo se siente más satisfecho?
Me gusta resolver problemas porque es cuando soy útil.
¿Tiene identificado el problema de la prensa?
El problema es económico. Nosotros intervenimos unificando unidades administrativas y financieras pero no periodísticas. Hemos sellado alianzas con otros socios centroamericanos con la vista puesta en la captación de publicidad en Estados Unidos y mantenemos ese rumbo.
¿Todos sus periódicos son rentables y tienen el mismo formato?
El más rentable es el gratuito. Tiene menos costes y se autoabastece. Por fortuna, tenemos miles de marcas y productos que necesitan anunciarse y la plataforma de nuestros medios es perfecta. Estamos, poco a poco, adaptando los formatos a un tamaño como el de ABC.
Nació en un pueblito de Ribadesella, se casó con una asturiana. ¿Tiene el corazón partido entre España y República Dominicana?
Soy «españolitano». Nunca se cortó el cordón umbilical con España ni mis visitas anuales. Usé siempre mi pasaporte español. El presidente de la República, Danilo Medina, me concedió el honorario y ahora también lo uso.
La historia de su vida merece unas memorias.
Tengo, parcialmente escrito, algo parecido. Recopilé 101 frases (genialidades modelo greguerías) fruto de la meditación. Soy un observador real de la vida real.
¿Cómo le gustaría que le recordaran?
Como una buena persona. Ese es el único título que me interesa.
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