EL DEBATE HÍDRICO
El Gobierno garantiza continuidad al Júcar-Vinalopó con agua de Alarcón
Los regantes arrancan el compromiso de relanzar el trasvase con los doce hectómetros cúbicos de refuerzo

El Gobierno central garantizó ayer continuidad al trasvase Júcar-Vinalopó y en un mes ofrecerá soluciones como la fórmula de compensación con 12 hectómetros cúbicos de agua desde Alarcón destinados a consumo humano, de forma que se pueda contar también con caudales para riego.
«Nos hemos dado un plazo de un mes para reconducir las negociaciones y cumplir con los compromisos que teníamos hace seis meses», informó ayer Andrés Martínez, presidente de la Junta Central de Usarios del Vinalopó, l’Alacantí y Consorcio de Aguas de la Marina Baja, quien valoró como «positiva» la reunión con dirigentes del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
En la agenda tienen ahora los asuntos pendientes que condicionan en buena medida el futuro del campo alicantino: los planes de cuenca y el Júcar-Vinalopó con los 12 hectómetros cúbicos transferidos como compensación desde Alarcón para consumo humano, que permiten destinar a riego los caudales de Cullera, además de asegurar «la viabilidad económica» de este trasvase desde la toma actual del Azud de la Marquesa, según Martínez, quien ya anticipó que para los regantes alicantinos la segunda toma –la original, en Cortes de Pallás, que suscita la oposición de los regantes valencianos– sigue siendo irrenunciable.
Preguntado acerca de si la elección como eurodiputado del ex ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete –que dejó su cargo en el Gobierno central y se marchó a Bruselas–, ha podido influir en estancar este diálogo, Martínez lo negó tras asegurar que la política hídrica sigue dirigida por los mismos altos cargos de este departamento, la directora general y el secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos, que precisamente estuvo en Villena a principios de junio y se había comprometido a encontrar «soluciones con cabeza» y ya no más «promesas» ante medio centenar de portavoces de las asociaciones de regantes de diferentes comarcas.
Ahora, la mayor urgencia se localiza en la zona próxima a la Sierra de Crevillente, «los más castigados» por la sequía, según Martínez, razón por la que no se podían permitir «un parón de un año y medio o dos años» en el proceso de definición del Júcar-Vinalopó. «Tiene que ser viable para todos los usos y todos los territorios», subrayó el presidente de la Junta Central. La próxima cita con los responsables del Ministerio está concertada ya para la primera semana de noviembre, con los deberes hechos.
Misma superficie del Segura
También ayer, el Consejo del Agua del Segura –integrado por 84 representantes de todas las administraciones, usuarios y entidades ecologistas y sociales– informó favorablemente del denominado Esquema de Temas Importantes (ETI) de esta cuenca para el nuevo ciclo de planificación 2016-2021, con 71 votos a favor, una abstención dos en contra.
Este documento sienta las bases para la redacción del nuevo plan de cuenca que, según los plazos previstos, estará elaborado antes del 31 de diciembre y se aprobará por el Consejo de Ministros justo un año después, al concluir 2015.
Entre los aspectos más importantes, según los miembros del consejo, está que se garantiza el mantemiento del regadío existente en esta demarcación «dado su alto valor social, económico y medioambiental».
Además, el documento señala la «excepcionalidad de la cuenca del Segura en el marco de la Unión Europea, por tratarse de la región con menor tasa de pluviometría del continente, con solo 365 milímetros de media al año». Esta climatología adversa se ha agravado en el presente año hidrológico, en el que las lluvias se han reducido hasta la tercera parte de la media habitual a pesar de las precipitaciones de los últimos días. Este trabajo identifica en total 43 problemas, entre otros, el coste del agua desalada.

