La anulación del Plan Rabassa en el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad (TSJCV) por un error formal en su tramitación supone un contratiempo inesperado para la llegada de la multinacional sueca IKEA a Alicante, pero al parecer no ha mermado el interés de la popular firma de muebles por su plan de expansión en la provincia alicantina.

La empresa sueca confía en que el Consistorio pueda enderezar la situación para poder instalarse finalmente en la zona de Rabassa –por su cercanía a la autovía–, a pesar de que la alcaldesa, Sonia Castedo, no descarta tampoco ofrecer otros terrenos a la empresa. En cualquier caso, como señaló en la entrevista que ABC publicó este pasado domingo, Castedo pretende facilitar la implantación de IKEA en Rabassa, dado que es la que interesa a la multinacional.

En este sentido, la propia firma señalaba ayer, a través de un comunicado a la agencia Europa Press, que «mantiene su apuesta» por Rabassa como lugar «idóneo» para ubicar en un futuro un centro comercial en el término municipal de Alicante. De este modo, pese a la sentencia del TSJCV que anula el llamado plan parcial Rabassa y su adjudicación al empresario Enrique Ortiz, la firma «no se plantea buscar otros terrenos», porque entiende que los elegidos en Rabasa «son los idóneos».

Tal como hiciera la semana pasada tras conocer la anulación de la actuación urbanística en el Alto Tribunal, IKEA reiteró ayer que tiene «un compromiso adquirido con los alicantinos para estar más cerca de ellos y facilitarles los procesos de compra», y ese compromiso «sigue en pie».

Ese interés ya ha sido trasladado por representantes de la multinacional sueca al propio Ayuntamiento, según confirmó ayer la portavoz del gobierno local, Marta García-Romeu. Según la portavoz popular, Alicante sigue siendo «un punto de expansión» para la multinacional sueca, por lo que el Ayuntamiento no descarta «empezar de cero» si la opción de Rabassa es irenunciable para la firma. Es decir, que se comenzaría a tramitar la instalación de IKEA a través de un procedimiento independiente del Plan Rabasa para crear el centro comercial en los terrenos junto a la A-7.

«3.000 empleos»

En este sentido, García-Romeu señaló que «la prioridad» para el Consistorio son «los 3.000 empleos» entre directos e inducidos que se calcula que crearía la implantación de IKEA en la capital alicantina. «Trabajaremos juntos para estudiar en profundidad el contenido de la sentencia y a partir de ahí hacer efectiva la implantación de la tienda en la ciudad», dijo. «Están trabajando en ello los servicios jurídicos municipales y de la empresa, y en breve se informará sobre el tema».

La tienda de Alicante sería la segunda de IKEA en la Comunidad, después de la que se está empezando a construir en la localidad valenciana de Alfafar. A pesar de que la implantación en la provincia de Valencia está mucho más avanzada, la multinacional sueca mantiene su interés por abrir también en Alicante.