infraestructuras

El AVE a Alicante, por fin

La alta velocidad ferroviaria llega a la Costa Blanca tras superar un camino lleno de obstáculos desde que se pusiera la primera traviesa de las obras en marzo de 2004

IVÁN J. MUÑOZ - Actualizado: Guardado en: Actualidad

Algo más de nueve años han pasado desde que se comenzaran las obras de la alta velocidad ferroviaria entre Alicante y Madrid. Fue exactamente el 10 de marzo de 2004 cuando Álvarez Cascos, en un acto tachado de electoralista por la oposición, puso como ministro de Fomento la que era la primera traviesa de la conexión. Se trataba del acceso a Alicante de la línea del AVE Madrid-Comunidad Valenciana, concretamente de los 770 metros del soterramiento, que iba a contar con una inversión de 26,9 millones de euros y un plazo de ejecución que entonces se estimó en 13,5 meses. Algo que permitiría, según se afirmó, conectar en algún momento la capital de la Costa Blanca con la capital del Turia en un tiempo de 45 ó 50 minutos.

Que la previsión pecó de un optimismo exagerado es evidente. Entre otras cosas, por los numerosos escollos que se han ido encontrando en el camino, y no precisamente relacionados con lo orografía. La primera está directamente relacionada con el cambio de gobierno que tendría lugar unos días después de ese acto. La llegada del PSOE a La Moncloa provocó una mayor atención a la línea con Málaga, por la sintonía entre Zapatero y Manuel Chaves, algo que lógicamente no ocurría con Francisco Camps. Prueba de ello es que la capital estaría conectada con la Costa del Sol en diciembre de 2007, tres años antes de que se pudiera inaugurar la línea con Valencia. Un periodo en el que las obras en la vía a Alicante languidecían hasta llegar a estar paradas, licitando tramos con cuentagotas y con amplios paréntesis entre cada uno de ellos.

Terminadas las conexiones prioritarias, parecía haber llegado el momento de la Costa Blanca. Pero entonces irrumpió la crisis económica, que tuvo graves consecuencias en el avance de los trabajos.

Bloqueo en La Encina

Principalmente afectado se vio el tramo de La Encina, lo que obligaba a posponer continuamente la previsión de llegada. En 2011 primero, finales de 2012 después y la ya definitiva de mediados de 2013. Buena parte de la resposabilidad del retraso cabe achacarla a la entrada de las vías en Alicante y la falta de acuerdo sobre el proyecto —y su financiación— en la sociedad Avant: con el encarecimiento de la obra y la merma en las plusvalías que se pensaba obtener del suelo afectado, propiedad municipal, el soterramiento quedó bloqueado varios años.

La llegada de Ana Pastor al Ministerio de Fomento supuso un espaldarazo definitivo al proyecto, aunque no exento de nuevos contratiempos. Cuando ya se atisbaba la conclusión del mismo, la UTE (Unión Temporal de Empresas) formada por Dragados, FCC y Tecsa, mostró su malestar a AVANT por el retraso en los pagos, e incluso amenazó con parar la obra y retirar la maquinaria si la sociedad pública no cumplía con los compromisos económicos adquiridos.

El problema principal era la falta de liquidez del ente del que forman parte Fomento (a través de Adif y Renfe), la Generalitat y el Ayuntamiento. Precisamente por ello, el mes pasado sus responsables renegociaban el crédito preconcedido en su momento –basado en una estimación de 90 millones de euros– para poder resolver el problema.

Esta misma semana, por fin, el AVE empezaba a circular entre Madrid y Alicante. Eso sí, con «trenes laboratorio» y una velocidad que no es aún la definitiva, pero la Alta Velocidad ya está en la Costa Blanca. En apenas un mes, la conexión con la capital será una realidad.

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