El hallazgo de un 'Arco gigante' de galaxias, de 3.300 millones de años luz de largo, pone en jaque a la Cosmología
Según el principio Cosmológico algo así no debería existir, ya que en distancias iguales o superiores a unos 1.200 millones de años luz la distribución de la materia es uniforme y el Universo debería verse igual en todas direcciones

Un equipo de investigadores encabezado por Alexia López, de la University of Central Lancashire, en Reino Unido, acaba de anunciar un descubrimiento que podría sacudir las bases mismas de la Cosmología. Se trata de un gigantesco 'Arco de galaxias' que se extiende a ... lo largo de 3.300 millones de años luz y que, si se confirma, obligaría a revisar el principio Cosmológico , según el cual a gran escala la materia se distribuye uniformemente por todo el Universo.
Si la descomunal estructura fuera visible por el ojo humano, explica la investigadora, su longitud sería equivalente a la de veinte lunas llenas colocadas una al lado de otra en el cielo nocturno. El hallazgo fue hecho público el pasado 7 de junio durante una reunión de la Sociedad Astronómica Americana. «Esto podría descabalar la Cosmología tal y como la conocemos -dijo López-. Por no decirlo con demasiada dureza, el modelo estándar de la Cosmología falla a la hora de predecir estructuras como esta».
De hecho, el principio Cosmológico nos dice que es muy poco probable que tal arco pueda existir porque a gran escala, en distancias iguales o superiores a unos 1.200 millones de años luz, el Universo debería verse igual en todas direcciones. El arco, pues, se suma a un puñado de otras grandes estructuras que tampoco encajan bien con el principio Cosmológico, como la Gran Muralla Sloan , el Anillo gigante de GRB o el Enormemente grande grupo de Cuásares ... Lo cual reaviva el debate sobre cómo evolucionó el Universo en que vivimos y cómo se distribuyó en él la materia que contiene.
La lejana luz de los cuásares
López y sus colegas descubrieron la enorme alineación galáctica, a la que bautizaron simplemente como 'Arco gigante', al estudiar la luz de unos 40.000 cuásares capturados por Sloan Digital Sky Survey, un proyecto que lleva años creando los más detallados mapas en 3D que tenemos del Universo. Los cuásares son los núcleos luminosos de grandes galaxias, tan lejanas que aparecen como simples puntos de luz en las imágenes de los telescopios.
A medida que la luz de estos cuásares viaja hacia la Tierra, una parte de ella es absorbida por los átomos de los objetos que encuentra a su paso, como nubes de gas o galaxias más cercanas a nuestra posición. Esa absorción deja una serie de firmas específicas en la luz que finalmente llega hasta los instrumentos de los astrónomos.
Así, la firma que revela la presencia del Arco gigante se encuentra en los átomos de magnesio que han perdido un electrón en halos galácticos muy lejanos, a más de 9.200 millones de años luz de distancia. La luz del cuásar absorbida por esos átomos traza una curva casi simétrica de cientos de galaxias que se extienden por lo menos a lo largo de un 3,5% del Universo observable. Un tipo de estructura que nadie había observado hasta ahora.
De este modo los investigadores hallaron, en la dirección de la constelación de Boötes, entre 45 y 50 cúmulos galácticos alineados en un arco de 3.300 millones de años luz de largo y a una distancia de la Tierra de 9.200 millones de años luz. «Si juntáramos 15 de estos arcos gigantes -dice López- llegarían desde aquí hasta los límites del universo observable».
Algunos astrónomos creen que este gigantesco arco de galaxias podría no ser un objeto real, sino una pareidolia, provocada por nuestra tendencia innata a captar patrones, como cuando «vemos» caballos en las nubes o las mismísimas iniciales de Stephen Hawking esculpidas en la imagen del fondo de microondas del Universo.
Pero López quiso curarse en salud y llevó a cabo hasta tres pruebas estadísticas diferentes para calcular las probabilidades de que las galaxias se alinearan en un arco gigante por casualidad. Y las tres pruebas sugieren que la estructura es real, con una probabilidad de que sea una simple casualidad estadística inferior al 0,00003 por ciento.
«Si el principio cosmológico no se sostiene -concluye López-, entonces nuestro modelo estándar del universo fracasa. Hay teorías alternativas que tal vez puedan ayudar a explicar las estructuras a gran escala, pero el modelo estándar se basa en que el principio cosmológico es verdadero; tenemos que tener homogeneidad e isotropía en el universo. En ese sentido, nuestro descubrimiento podría tener algunas implicaciones graves».
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