Hallan huellas de un «imperio perdido» de un millón de indígenas

«Nuestra investigación muestra que necesitamos reevaluar la historia del Amazonas », dice en un comunicado José Iriarte, coautor del estudio e investigador en la Universidad de Exeter. «No fue un área solo habitada cerca de los cauces de los grandes ríos, y las personas que había ciertamente transformaron el paisaje. La zona que hemos rastreado tenía una poblacción de al menos decenas de miles».

Tradicionalmente se ha considerado que las tribus precolombinas vivían sobre todo cerca del cauce de grandes ríos de la Amazonía y que evitaban internarse en las profundidades de la selva. Pero imágenes captadas dese satélites han permitido descubrir 81 nuevos yacimientos arqueológicos y 104 geoglifos, trincheras con formas poligonales quizás empleadas con fines rituales, lejos de los ríos.

Además, han podido estudiar 24 de estos yacimientos, y han detectado restos de cerámica, hachas de piedra pulida, suelos fertilizados y restos de vertederos, lo que confirma que se trata de asentamientos.

Estos sitios van de aparentes cercados de 30 metros de diámetro a lo que parecen ser huellas de grandes asentamientos fortificados de casi 400 metros de diámetro . Aparte de estos también se han encontrado geoglifos circulares, hexagonales o cuadrados quizás usados en ceremonias, y que no muestran huellas de haber sido habitados. Entre unos y otros restos también se han encontrado restos de una red de caminos , algunos de ellos muy elaborados.

En conjunto, los hallazgos sugieren que una franja de 1.800 kilómetros de extensión y 400.000 kilómetros cuadrados al sur del Amazonas fue ocupada de forma permanente al menos entre los años 1250 y 1500 por personas que vivieron en pueblos fortificados.

A la vista de lo encontrado, los expertos estiman que en aquella región hubo entre 1.000 a 1.500 poblados rodeados por una cerca , y que aún faltaría por descubrir las dos terceras partes de los yacimientos arqueológicos que habrían quedado. Por otro lado, en el pasado habría habido 1.300 geoglifos.

«Es un error muy común considerar que que el Amazonas es un paisaje virgen, como mucho hogar de comunidades dispersas de nómadas», dice Jonas Gregorio de Souza, coautor del estudio e investigador también en la Universidad de Exeter. «Pero no es el caso. Hemos descubierto que algunas poblaciones alejadas de los grandes ríos eran mucho mayores de lo que pensábamos hasta ahora, y que esas personas tuvieron un impacto en el medio ambiente cuyas huellas todavía hoy podemos encontrar».