Un baño de bosque para conectar con los cinco sentidos y cinco Paradores para disfrutarlo

Esta experiencia inmersiva permite adentrarse en la naturaleza para combatir el estrés y la ansiedad, así como mejorar el estado de ánimo

Los baños de bosque aportan beneficios para la salud. cedida por paradores

ABC Bienestar para Paradores

Caminar despacio, tocar la rugosa corteza de los árboles, sentir la humedad del musgo, escuchar el sonido irregular del viento, percibir el movimiento de las hojas, dejarse embriagar por el aroma de cada planta y probar el sabor de las gotas de rocío… El ' ... shinrin-yoku' o baño de bosque, cuyo significado literal es «absorber la atmósfera del bosque», implica empaparse y dejarse envolver por su esencia usando para ello los cinco sentidos: vista, olfato, oído, tacto y gusto.

Durante el baño de bosque el entorno no es un lugar de paso, pues el objetivo es adentrarse en su esencia de tal manera que podamos formar parte activa de ese ambiente, dejándonos envolver por sus sonidos y aromas y observando sin prisa cada detalle. Esta inmersión en la naturaleza no solo ayuda a desconectar del estrés, sino que además contribuye a despertar emociones dormidas y recónditas, a conectar con sensaciones primarias y a dejar de lado los pensamientos nocivos que producen más ansiedad. De hecho, los expertos aseguran que esta práctica puede contribuir a reducir la presión arterial, fortalecer el sistema inmunológico, mejorar el estado de ánimo y minimizar el impacto de los problemas psicológicos.

La explicación a estos beneficios para la salud está en la reacción positiva que se produce en el cuerpo cuando entra en contacto con el medio natural tras un periodo de tiempo alejado de esa experiencia. ¿Alguna vez ha sentido un cierto alivio y una sensación placentera paseando por un parque tras una jornada estresante y agotadora? Aunque no seamos del todo conscientes de ello, nuestro cuerpo y nuestra mente necesitan espacios verdes y los echan de menos cuando no los tienen cerca. De hecho, el entomólogo y biólogo de la Universidad de Harvard, Edward O. Wilson, maneja la hipótesis de que los humanos nos sentimos atraídos por la naturaleza de manera innata y que necesitamos estar en contacto con ella para gozar de salud física y psicológica. Y esta sensación es precisamente la que nos lleva a un fenómeno llamado «trastorno por déficit de naturaleza», un término acuñado por el escritor Richard Louv en el libro 'Los últimos niños del bosque' que en realidad no es un diagnóstico médico, sino una metáfora que sirve para describir el alto precio que pagan los humanos cuando no están en contacto con el medio natural: desde dificultades para mantener la concentración hasta el aumento de la miopía, pasando por el insomnio, las dificultades respiratorias y el aumento de las enfermedades psicológicas.

Necesitamos 'verde' en nuestra vida

El baño de bosque tiene ese objetivo: aliviar ese déficit de naturaleza a través de una experiencia inmersiva. Esta práctica se popularizó en Japón a comienzos de los ochenta como recurso para reducir los niveles de estrés laboral y ya forma parte del sistema de salud de países como Alemania y Escocia, donde algunos médicos complementan determinados tratamientos con esta actividad.

En España los baños de bosque despiertan un interés creciente debido a la necesidad de reconectar con la naturaleza, especialmente tras un periodo marcado por los estragos que ha causado la pandemia, y también gracias a la particular belleza de muchos de los parajes de la geografía española en los que es posible practicar esta disciplina.

Conscientes de la necesidad de desplegar todos los sentidos y dejarse envolver por el entorno vegetal, Paradores ha puesto en marcha en varios de sus alojamientos el programa 'Naturaleza para los sentidos'. Una iniciativa, que forma parte de su apuesta por el ecoturismo sostenible, y que brinda a sus huéspedes la oportunidad de realizar experiencias que miran a la naturaleza y que ponen en valor la biodiversidad y los productos locales, auténticos tesoros de la España rural.

Precisamente una de esas actividades del programa es esta terapéutica vivencia en la que el bosque se convierte en el auténtico protagonista y que es posible disfrutar en uno de estos cinco Paradores, emplazados, por cierto, en marcos incomparables de belleza natural:

1. PARADOR DE BIELSA

El frondoso Valle de la Pineta, a los pies de Monte Perdido, donde se ubica el Parador de Bielsa, es, sin duda, un lugar idóneo para realizar el baño de bosques.

Una de las actividades de Naturaleza para los Sentidos que ofrece este alojamiento de madera y piedra, con apariencia de refugio de montaña, y rodeado de cascadas y hayedos, junto al Parque Nacional de Ordesa. Dos horas de inmersión sensorial en el Bosque de Cornato o en el mismo Valle de la Pineta, para romper el ritmo acelerado de tu vida y reconectar contigo mismo en un relajante paseo por los senderos pirenaicos. El escenario perfecto para tomar conciencia de lo que te rodea mientras sientes que el tiempo se detiene.

Parador de Bielsa. PARADORES

En el entorno del Parador también podrás vivir otras experiencias como la observación de aves autóctonas, como el quebrantahuesos y el águila perdicera, en torno al cañón de Añisclo; descubrir el valor geológico y el pasado minero de esta zona pirenaica; o conocer de primera mano los quehaceres diarios de un pastor en una ruta que exhibe la grandeza alpina.

Vista desde el Parador de Bielsa. PARADORES

2. PARADOR DE CANGAS DE ONÍS

El paisaje del río Sella y los Picos de Europa, en el que se erige el Parador de Cangas de Onís, no podía faltar en esta lista. Este alojamiento, que se encuentra ubicado en un antiguo monasterio benedictino, originario del siglo VIII, que exhibe, no sólo una imponente arquitectura con iglesia románica incluida, también puede alardear de la belleza natural que se esconde en sus alrededores.

Parador de Cangas de Onís. PARADORES

El Parque Nacional de los Picos de Europa es Reserva de la Biosfera y atesora lagos, profundos cañones, desfiladeros, grutas, simas y, por supuesto, bosques. Detente ante el sosiego de la exuberante flora y experimenta la emoción de conectar con la atmósfera del lugar y llegar hasta la esencia de las pequeñas cosas que la naturaleza puede ofrecerte.

Cangas de Onís. cedida por paradores

Además, disfruta de otras experiencias, también ligadas al entorno, como la que puedes vivir en el desfiladero de Los Beyos, en el Parque Natural de Ponga, visitando los pueblos aislados del progreso y descubriendo la arquitectura típica de hórreos beyuscos. Recorre los valles bajos del río Güeña hasta los Lagos de Covadonga y contempla de cerca la tradición del pastoreo y la elaboración del queso de Gamoneu del Puertu, o, si lo prefieres, asciende hasta las cumbres de la zona de Cabrales, en las que vive el rebeco, para conocer, de la mano de un guía experto la vida en comunidad de esta especia tan típica de la zona como desconocida.

3. PARADOR DE FUENTE DÉ

Sin salirnos del entorno de los Picos de Europa, en zona cántabra, otra excelente opción es el Parador de Fuente Dé. Levantado en un entorno alpino de cuento que invita a practicar rafting, piragüismo, barranquismo o a emprender la ascensión al Naranjo de Bulnes, ofrece unas increíbles vistas de la zona y sirve de punto de partida de infinidad de rutas senderistas que te permitirán conectar con el bosque, como la que propone el Parador, que comienza junto al mismo alojamiento. Cuatro horas, en las que se utilizan técnicas de mindfulness y de yoga, que mejoran la capacidad de afrontar las dificultados de la vida diaria de una manera sana y equilibrada. O la ruta que parte del pueblo de Espinama hacia el entorno del hayedo de las Ilces. Un recorrido que deja patente el valor ecológico de la zona, su flora, su fauna y la fragilidad de este tipo de bosques en tiempos de cambio climático.

Parador de Fuente Dé. PARADORES

Además, a través de la iniciativa de Naturaleza para los Sentidos de este Parador, que se presenta como el gran anfitrión en el lanzamiento de esta propuesta, también podrás visitar un colmenar, para conocer la importancia de la conservación de la naturaleza, las abejas y la miel; podrás realizar una travesía por pistas y caminos pastoriles por la Braña de los Tejos, que da muestras de la importancia de este árbol ligado a ritos y leyendas; o incluso visitar el nacimiento del río Deva y plasmar con acuarela la belleza que va brindando el paisaje.

Paseo en la naturaleza. CEDIDA POR PARADORES

4. PARADOR DE GUADALUPE

Nos acercamos ahora a Guadalupe, uno de los denominados Pueblos Más Bonitos de España, que además se ha colado recientemente en la lista de los 32 Mejores Pueblos Turísticos del Mundo, según la Organización Mundial del Turismo. Allí se levanta el Parador de Guadalupe. Un conjunto de dos edificios históricos, el Hospital de Hombres y el Colegio de Infantes o Gramática, que datan de los siglos XV y XVI.

Claustro del Parador de Guadalupe. PARADORES

El Parador se presenta como el perfecto retiro para desconectar: paseando por su precioso jardín con acequias, recorriendo su huerto o disfrutando de su claustro, de inspiración árabe. Y no sólo por estas magníficas instalaciones o por su privilegiada ubicación, junto al Real Monasterio de Guadalupe, catalogado por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, también por el bello entorno que ofrece el territorio cacereño aledaño. Idóneo para sumergirse en el bosque, escuchar su susurro y descubrir los beneficios para cuerpo y mente de esta experiencia inmersiva que parte de la Plaza de Santa María de Guadalupe

Un entorno espectacular. cedida por paradores

Mismo punto de inicio en otra actividad, que vuelve a poner en valor los árboles y, en concreto, los cultivos de castaños, para deleitarse con los espectaculares paisajes del geoparque y conocer las tradiciones del lugar. Y, mirando hacia el cielo nocturno, no dejes pasar la oportunidad de observar las estrellas desde una espectacular dehesa de montaña para acercarnos a la ciencia de la astronomía, que nos ubica en el universo y nos permite conocernos mejor a nosotros mismos.

5. PARADOR DE VIC-SAU

Aunque el Parador de Vic-Sau es el Parador más cercano a la ciudad de Barcelona se enmarca en un precioso entorno de naturaleza y aventura, que custodia el pantano de Sau. Ubicado en la finca de 'El Bac de Sau', es un edificio inspirado en las típicas construcciones rurales de la zona y cuenta, junto a la piscina, con la masía original de la finca, de 1553. En sus inmediaciones, de camino al cercano monasterio románico de San Pere de Caserres, podrás sucumbir, en un grato paseo de tres horas, a las maravillas que ofrece el entorno, disfrutando de la rica biodiversidad del sendero y descubriendo anécdotas y pequeñas historias que nos permitirán entrar en conexión con el paisaje.

Parador de Vic-Sau. PARADORES

Una ruta tan agradable como la que ofrece la zona de Viladrau donde percibir el aroma y la versatilidad de la madera de los antiguos castaños, que conviven con encinas y robles, apreciar la belleza de sus flores e incluso degustar los más preciados manjares elaborados con sus frutos. Una inmersión a las entrañas del bosque para sentir y conocer toda su riqueza.

El sonido del silencio en la naturaleza. cedida por paradores

Además, desde el programa de Naturaleza para los Sentidos también podrás iniciar una ruta interpretativa en el Parque Nacional de Montsenyy conocer la historia y las leyendas de los bandoleros de estas tierras y la casa natal de Joan Sala i Ferrer, Serrallonga, el más famoso forajido de Cataluña en su época. O ¿por qué no? Acercarte a la zona volcánica de la Garrotxa, un frondoso enclave de alto valor ecológico, con más de cuarenta conos volcánicos y formaciones forestales increíbles envueltas de las leyendas que se esconden tras el castillo de Colltort.

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