Bajón emocional: cuánto tiene que durar para no confundirse con depresión
Esos días en los que te sientes bajo de ánimo tienen una explicación y es importante ver cuánto dura ese bajón emocional para que no empiece a ser preocupante
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¿Qué es un bajón emocional?
El bajón emocional es un término amplio que puede referirse a una amplia gama de síntomas de una variedad de trastornos de salud mental. Un día te levantas cabizbajo sin motivo aparente, y el día transcurre sin grandes sobresaltos; tienes pocas ganas de socializar ... y esperas que pasen rápido las horas para ver si al día siguiente te invade la alegría. Si te has sentido así en alguna ocasión puedes estar tranquilo porque no siempre se trata de un trastorno psicológico.
Para empezar, un bajón emocional, definido por la psicóloga Raquel López, del centro de Nutrición y Psicología Laura Jorge, «es un estado en el que la motivación por las cosas es muy escaso y predomina un estado anímico de aburrimiento, tristeza, apatía, indefensión, fatiga o negatividad, entre otros». Y aunque todos -o casi todos- en algún momento de nuestra vida nos hemos podido sentir así, no debería durar más de dos semanas ya que en ese caso, se debería acudir a un especialista para valorar un diagnóstico diferencial con otros trastornos del estado anímico. «Se debe estar atento y vigilar los síntomas y evolución, para no hablar de depresión», dice.
A quién afecta el bajón emocional
A menudo, se trata de períodos breves que podemos superar con algo de paciencia y pensamiento positivo. Sin embargo, existe la posibilidad de sentir que esas emociones negativas se están apoderando de ti. Andrés Quinteros, director de Psicólogos Madrid Cepsim, asegura que las reacciones emocionales negativas son normales «porque pasamos por diferentes estados de ánimo y podemos tener períodos en que nos encontremos bajos de ánimo, es normal, mientras sea un período de tiempo».
«Hay que comprender que no siempre podemos estar bien. Es completamente normal sentirse así de vez en cuando. Las emociones como la tristeza y tener pocas ganas de hacer cosas en algún momento, es parte de la vida y de vivir», dice Quinteros.
Además, parece ser que las mujeres son más vulnerables con respecto a los hombres. «Son muchas las hipótesis que sostienen este hecho, pero destacan las razones biológicas y socioculturales», dice Raquel López.
Sí hay un motivo
Cuando nos invade la tristeza y no encontramos motivos, lo primero que hay que saber es que sí lo hay. Andrés Quinteros indica que sí hay un motivo claro, «aunque aparentemente no lo encontremos». El experto comenta generalmente nuestro estado de ánimo está condicionado por las cosas o sucesos que vivimos, por lo que hay causas que justifiquen el estado de bajón, aunque a veces nos cuesta darnos cuenta de lo que puede ser. Es necesario descubrir qué espacios de tu vida (familiar, amistades, trabajo, pasado, etc.) están haciéndote sentir mal.
«Por ello, cuando te sientas de bajón es importante hacer introspección y escucharte a ti mismo, los que sientes, lo que estás pensando y las cosas que están sucediendo o que han sucedido y que te pueden estar afectando. Es importante poder saber las causas y donde está el problema porque eso nos permite hacer cambios en nuestra vida», recomienda Quinteros.
Algunas de las preguntas que debemos hacernos para saber qué nos pasa pueden ser:
- ¿Hay necesidades que están insatisfechas?
- ¿Tengo relaciones que me generan malestar, cuáles, por qué?
- ¿Hay cosas que hago en mi vida que no quiero hacer o no debería hacer?
- ¿Le dedico tiempo a las cosas que me gustan?
El problema del bajón es cuando aumenta su intensidad y se prolonga en el tiempo. Allí radica su problema, ya que puede terminar provocando o derivando en algún problema psicológico, como una depresión, ansiedad, obsesión, etc.
Cómo afrontar el bajón emocional
Igual que no hace sol todos los días, no siempre nuestros días son buenos. El problema viene cuando los días malos empiezan a superar en número a los buenos. Y cuando eso sucede, la negatividad que lo acompaña conduce a emociones abrumadoras (y a veces debilitantes).
Para superar estos días, tal como indica Raquel López, es necesario como primer paso «identificar y validar este estado anímico, ya que evitándolo y no atendiéndolo solo hace que pueda irse por un corto periodo de tiempo y volver más fuerte».
Tras validarse y permitirse que uno puede estar mal, es necesario «hacer un proceso de introspección que nos ayude a comprender nuestro estado anímico». Dejar claro que la comprensión es distinto al juicio, que es lo que normalmente solemos hacer, «reprocharnos si estamos mal».
Otro consejo de la psicóloga del centro Laura Jorge es intentar escuchar los pensamientos que acompañan a estas emociones y valorar su veracidad. «Los pensamientos son pensamientos y no somos lo que pensamos», recalca.
Después de ello, invita a preguntarnos lo siguiente: ¿qué puedo hacer por mí que me ayude? Estas serían algunas ideas: buscar algún 'hobbie' y nuevos alicientes, expresar lo que te ocurre a algún ser querido, salir de casa y quedar con amigos, la naturaleza puede ser un gran plan...
«Normalizar los bajones emocionales puede ser una gran idea para no alimentar el malestar. Únicamente, valorar pedir ayuda si afecta a la calidad de vida y es omnipresente en muchas áreas por más de dos semanas», dice la psicóloga.
Consejos generales para el bajón emocional
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Analízate con cariño y compasión.
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Acepta lo que te sucede y no rechaces las emociones.
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Haz las actividades que te hacen sentir bien, aunque no tengas ánimo.
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Racionaliza los pensamientos negativos distorsionados.
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Expresa las emociones, escribiéndolas, hablándolas, etc.
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Comparte lo que te pasa con tus apoyos emocionales. No te aísles.
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Recuerda que es un bajo y que dura un tiempo, pasará.
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Busca ayuda profesional si es necesario.
Es importante ponerse en acción, primero como se indicaba antes, ver que te pasa y dependiendo de qué sucede actuar.
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