Un psiquiatra identifica los siete hábitos para conseguir la felicidad: pueden ayudarte a alcanzar la paz interior

Por ello, tratamos de adoptar ciertas actitudes que históricamente se nos ha dicho que conducen a ese estado de felicidad que ansiamos.

A saber, no repensar las cosas, aceptar lo que el camino nos va colocando a nuestro paso, ser positivos... Todo ello suma, pero el catedrático de psiquiatría Enrique Rojas ha logrado identificar los siete hábitos que, con el tiempo, nos conducirán a la meta.

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Rojas goza de alto prestigio dentro de su ámbito y es que tiene a sus espaldas una dilatada carrera en la psiquiatría, tanto en la práctica como en la enseñanza y ha publicado un total de 21 libros con diferentes pautas y consejos para superar todo tipo de problemas de salud mental.

También ejerce la tarea de la divulgación a través de su cuenta de Instagram, donde este granadino, que en febrero cumple 75 años, reúne a más de 300.000 seguidores a los que se dirige con pautas para una vida más satisfactoria.

Y ha sido en uno de esos vídeos en el que Rojas ha identificado los siete hábitos que debemos adoptar para recorrer con éxito el camino a la felicidad plena.

Es fundamental, en palabras de Rojas, «cerrar las heridas del pasado, reconciliarte con él y saber perdonarse a sí mismo fallos y errores». Todo eso de tu pasado que te atormenta, de lo que te arrepientes, que crees que podías haber hecho de otra manera... asúmelo, entiérralo, acéptalo y perdónate a ti mismo por ello. No podemos cambiarlo, no tiene sentido dejar que nos persiga.

¿Hago lo que debo o lo que quiero hacer? A veces, elegir entre lo que nos pide el cuerpo y lo que sabemos que es correcto nos genera un conflicto interior. «Son dos grandes componentes de nuestro patrimonio psicológico que muchas veces se llevan a la gresca», explica Rojas. Lo ideal es alcanzar el equilibrio entre ambos conceptos, elegir la opción que en ese momento consideramos adecuada sin ser impulsivos pero sin alejarnos de lo que nos ilusiona. Y, si pasado el tiempo, crees que te equivocaste, vuelve al punto uno de este manual.

No es que porque desees algo con mucha fuerza vaya a pasar, pero tener una visión y actitud positivas en la vida nos servirá para afrontar con más resiliencia las posibles piedras del camino. «La capacidad para ver siempre, a pesar de los pesares, el ángulo bueno, la parcela positiva. En nuestra vida personal nos pasa, a nosotros los psiquiatras, lo hacemos con mucha frecuencia, cambiamos el foco de atención de una persona», cuenta el psiquiatra.

«La voluntad es una pieza esencial de nuestra psicología y la voluntad fuerte, firme, sólida, compacta, consistente, pétrea, es una auténtica joya», cuenta. Esto es, ser determinante, estar predispuesto y salir adelante con todo.

Para ir forjando nuestra felicidad es importante que tengamos un plan de vida. No tiene que ser a largo plazo y ni siquiera tiene que ser del todo trascendental o definitivo. Rojas propone que tengamos algo entre manos, a mayor o menos nivel, que ocupe nuestros días y nos dirija a una línea de meta.

«Un proyecto de vida que es un programa personal que yo diseño y en donde meto cuatro grandes temas que saltan, suben, bajan y se arremolinan en torno a ellos mismos. Amor, trabajo, cultura y amistad. La felicidad siguiendo este curso de ideas, es una tetralogía en la cual yo tengo una vida afectiva, vida profesional, la cultura que es la estética de la inteligencia y la amistad», cuenta él.

«Cuando tienes pocos años, lo que quieres son emociones intensas, fuertes, extraordinarias. Cuando tienes unos años quieres paz, serenidad, sosiego. Y la paz es fundamental. Pensemos que una de las grandes herramientas hoy, en la sociedad actual, son los ansiolíticos, los medicamentos que quitan el miedo, la ansiedad, el estrés», explica el psiquiatra. Lo ideal es trabajar esa paz para no tener que recurrir a medicamentos, y una buena forma es meditar al final de cada día y perdonarnos si debemos, o asumamos lo que ha acontecido en las horas anteriores.

Así lo ve el célebre psiquiatra: «La felicidad consiste en ilusión, que significa tener siempre retos, objetivos y planes por cumplir. Lo diría de una forma más taxativa: una persona se hace vieja cuando sustituye sus ilusiones por sus recuerdos, cuando mira más hacia atrás que hacia delante». Es decir, no podemos permitirnos perder la ilusión, tengamos la edad que tengamos. Siempre debemos encontrar algo que despierte esa sonrisa y nos ponga las pilas. La felicidad pasa por ello.