Entrenando el optimismo: siete formas para ver la vida de otro color

El optimismo es una actitud mental caracterizada por la esperanza y la confianza en que un momento concreto sea exitoso y en un futuro positivo. Los optimistas son aquellos que esperan que sucedan cosas buenas, mientras que los pesimistas predicen resultados desfavorables. Las actitudes optimistas están vinculadas a una serie de beneficios, que incluyen mejores habilidades de afrontamiento, niveles más bajos de estrés , mejor salud física y mayor persistencia en la consecución de objetivos.

Beatriz Gil Bóveda, psicóloga experta en liderazgo y desarrollo personal, indica que la palabra optimismo es de origen latín 'optimuus' que significa «muy bueno», y es una fortaleza que permite ver y juzgar las cosas en su aspecto positivo: «Una persona optimista valora positivamente cada circunstancia, por lo que le permite encarar las dificultades y obstáculos con ánimo y perseverancia».

Según Beatriz Gil Bóveda , las personas optimistas no se rinden fácilmente y se enfrentan a la realidad con una actitud positiva, esperanzada, capaz de descubrir lo bueno y los aprendizajes de cada situación.

- Características de una persona optimista (mencionar cinco o seis, si puede ser)

1. Ven los errores y fracasos como oportunidades de aprendizaje .

2. Poseen una autoestima y autoconfianza altas, se valoran positivamente.

3. Conectan con el momento presente y tienen más recuerdos positivos que negativos sobre el pasado.

4. Antes de tomar decisiones importantes, sopesan ventajas e inconvenientes : «Son realistas», señala la psicóloga. Y es que por mucho optimismo que se pueda tener, hay situaciones en las que no sirve porque la realidad está por delante.

5. Son responsables de sí mismos y son capaces de hacer autocrítica para perdonar (se) y pasar página. Ante las dificultades ponen el control en ellos mismos.

6. Tienen esperanza en que alcanzarán lo que desean, y eso les proporciona energía, entusiasmo e ilusión para perseverar y conseguirlo.

7. Son personas creativas : capaces de dibujar diferentes escenarios y crear posibilidades y medios para lograr sus objetivos.

El optimismo es una fortaleza que se puede aprender y desarrollar. Para entrenar el optimismo , tal como dice Beatriz Gil Bóveda, es importante «poner atención a cómo nos hablamos», cómo es nuestro autodiálogo y qué interpretación hacemos de lo que nos ocurre. «Sería conveniente anotar los pensamientos y tratar de modificar aquellos pensamientos negativos o catastrofistas acerca del futuro, por otros más objetivos y razonables que nos den esperanza ». También es fundamental entrenar la mente para pensar que «la mayoría de las situaciones son pasajeras, no son para siempre, que podemos hacer algo para prevenir o mejorar las situaciones, y recordar que somos responsables y capaces de lograr lo que nos propongamos si nos esforzamos y perseveramos con ilusión».

Además de prestar atención al autodiálogo , pon límites entre ti mismo y los problemas o pensamientos; procura mantener una distancia emocional e incluso ser capaz de ver los propios problemas con humor.