Cómo preparar la mente para la vuelta a la rutina tras la vacaciones
La psicóloga Belén Colomina, experta en meditación, explica cómo hacer una transición consciente que permita retomar la actividad laboral desde la serenidad, la creatividad y la motivación
Miedo al cambio: cómo atreverse a probar algo nuevo y desconocido sin abandonar la calma
La vuelta a la rutina puede resultar difícil.
Después de un periodo de descanso, de unas largas vacaciones o una pequeña pausa, volver a la rutina puede sentirse desafiante. Por un lado, está el deseo de recuperar el ritmo, los proyectos y cierta estructura que nos organiza. Pero por otro, aparece la ... resistencia, la nostalgia del tiempo libre, o incluso el miedo a volver a un estado de sobrecarga. Lo que muchas veces pasamos por alto es que volver a la rutina también puede ser una práctica consciente.
Desde la psicología, sabemos que las transiciones necesitan ser acompañadas. No basta con encender la alarma y reorganizar la agenda, también necesitamos preparar internamente el terreno emocional para volver a conectar con nuestras responsabilidades desde un lugar más equilibrado.
Preparar la vuelta no es solo un acto logístico, sino también psicológico, se trata de cuidar cómo volvemos, estar atentos a no caer de nuevo en un piloto automático que te lleve de tarea en tarea sin sentir que dispones de tiempo para ti. Te invito a volver sin prisa, sin culpa, sin pretender hacerlo todo perfecto desde el primer día. Te invito a que puedas darte permiso para transitar la adaptación, para observar qué nos sirve del ciclo anterior y qué podemos hacer diferente esta vez.
Volver puede ser también una oportunidad para resetear, para redefinir nuestras intenciones y reconectar con lo que da sentido a nuestras acciones diarias. Puede ser, si lo habitamos con atención, una oportunidad para reiniciar de forma más sostenible. Para decidir conscientemente qué queremos retomar, qué queremos dejar atrás, y cómo queremos sentirnos al hacerlo. Es también el momento ideal para revisar nuestras prioridades y preguntarnos: ¿Qué necesito de esta etapa que comienza? ¿Qué quiero sostener de lo que me hizo bien durante el descanso?
Volver no es hacerlo todo de golpe, sino volver poco a poco a nosotros mismos, con intención. Y en ese gesto, también cuidamos el vínculo con la rutina, que muchas veces confundimos con obligación, pero que puede ser también una estructura al servicio del bienestar. Y uno de los principales recursos que podemos cultivar en este proceso es la presencia consciente: estar realmente donde estamos, sin ir corriendo al futuro. Tomar conciencia de cómo nos sentimos, qué necesitamos para sostenernos en la rutina y cuáles son los pequeños gestos que nos ayudan a iniciar con claridad y calma.
Recomendaciones para una vuelta consciente a la rutina
1. Revisa tu ritmo, no solo tu agenda. Antes de llenarla de actividades, pregúntate: ¿desde qué estado quiero volver? ¿Qué ritmo me gustaría sostener en esta nueva etapa? Establecer una intención energética puede ayudarte más que una lista de tareas.
2. Integra lo valioso del descanso. ¿Qué aprendiste o disfrutaste durante tu tiempo libre que podrías llevar a tu día a día? A veces, lo que nos hizo bien en vacaciones puede mantenerse en pequeñas dosis: un paseo, una comida sin pantallas, una siesta consciente.
3. Escúchate antes de organizarte. Dedica unos minutos al día a respirar en silencio y preguntarte cómo estás. La vuelta a la rutina no es igual para todos. A veces volvemos llenos de expectativas sin haber contactado con nuestras verdaderas necesidades. Una breve práctica de meditación puede ayudarte a hacer esa pausa de honestidad.
4. Vuelve con intención, no con presión. En lugar de enfocarte únicamente en logros o productividad, pregúntate: ¿qué actitud quiero cultivar este mes? (Ej. paciencia, foco, flexibilidad). Esa intención puede convertirse en tu guía interna.
5. Cuida los primeros días. Las primeras semanas suelen marcar el tono del nuevo ciclo. Cuanto más suavemente transites esta etapa, más sostenible será tu rutina a largo plazo. Menos es más cuando se trata de empezar con conciencia.
Volver a la rutina no tiene por qué ser una pérdida de libertad ni un sacrificio del tiempo libre, sino una forma de volver a integrar lo que hemos aprendido, sentido y disfrutado. Si lo hacemos desde la conciencia, este regreso puede ser no solo más amable, sino más auténtico y alineado con lo que realmente queremos construir. Una rutina bien habitada no limita tu libertad: la sostiene.
Podemos encontrarnos cada domingo en ABC Bienestar (te pongo aquí el listado de las meditaciones guiadas). Además puedes saber más sobre mi trabajo en torno a los beneficios de la meditación en el libro 'El poder sanador del silencio' (Grijalbo) y en la cuenta de instagram: @belencolomina.