¿Cuántas veces te has sentido bloqueado por el miedo? El miedo no es tu enemigo. Es una emoción antigua, sabia, que solo quiere protegerte. A veces susurra… otras, grita. Pero siempre trae un mensaje.
El problema no es sentir miedo. El problema es cuando ... le damos todo el espacio, cuando dejamos que tome decisiones por nosotros, cuando nuestra voz se apaga y solo queda la suya. Y ahí es cuando empezamos a sentirnos pequeños, inseguros, desconectados de quienes somos en esencia.
Pero hay otra forma. Podemos parar, respirar, mirar al miedo a los ojos y decirle: te veo, te escucho… pero no te temo. Podemos aprender a estar con él, sin dejarle el control. Podemos sentirlo… sin dejar de avanzar. El miedo no se vence con fuerza, se transforma con presencia. Con conexión. Con la calma que nace al recordar que dentro de ti hay recursos, anclas, una brújula.
En la meditación guiada de esta semana, te invito a dejar de pelear con el miedo. A caminar a su lado, sin que él marque tu rumbo. A escucharlo… sin entregarle el timón. A responder desde tu centro.
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