¿Es más saludable sudar mucho o poco?
Analizamos el papel del sudor en nuestra salud
También te puede interesar: Antinutrientes, lo que quizá no sabes de los vegetales y cómo neutralizar su efecto

Las preocupaciones relativas a la sudoración personal suelen empezar y acabar en su capacidad por hacernos sentir cierto bochorno, ya sea por su notable rastro empapando la ropa, o por un no menos inconveniente hedor, que convierte en víctima a cualquiera que rodee al emisor ... de la fragancia personal en cuestión. Si nos trasladamos al terreno deportivo, algunas reglas cambian dado que empapar la camiseta puede ser un elemento de orgullo por ser la prueba física de lo duro que hemos entrenado.
En cualquier caso, el sudor es una función corporal muy importante. Nuestra capacidad para sudar es lo que evita que el cuerpo se sobrecaliente. No obstante resulta extraño que a la hora de hacer ejercicio, dentro de un mismo grupo, podamos observar a personas ni siquiera rompen a sudar mientras que otras acaban con su ropa como si han salido de la ducha.
¿Qué sentido tiene sudar?
La sudoración no es otra cosa que un sistema de ventilación. Cuando el cuerpo comienza a calentarse, ya sea debido a un cambio en su propia temperatura corporal, un cambio en la temperatura exterior o en respuesta al estrés, alimentos, medicamentos o enfermedades, el sistema nervioso central envía señales a las glándulas sudoríparas ubicadas en todo el cuerpo para refrescarlo. El enfriamiento ocurre cuando el calor de las superficies de la piel se disipa a medida que el sudor se evapora.
Hay dos tipos de sudoración: la termorreguladora (cuando el cuerpo suda para refrescarse) y la sudoración emocional. La sudoración emocional es una respuesta corporal al estrés y otros estímulos emocionales. Esto se debe a que el estrés activa el hipotálamo, que funciona como centro regulador térmico del cuerpo. Eso explicaría por qué algunos atletas sudan antes de una prueba importante: el cuerpo no se está sobrecalentando, simplemente está nervioso.
¿Por qué algunas personas sudan más que otras?
La persona promedio suda entre 0,8 litros y 1,4 litros durante un entrenamiento de una hora de duración. Realmente el cuerpo está sudando todo el día, simplemente no notamos las gotas de sudor y su acumulación en la ropa hasta que la tasa de evaporación es excedida por la tasa de transpiración, o producción de sudor.
Tu tasa de transpiración se verá afectada por tu peso, edad, sexo y niveles de estrés. Si sudas especialmente en zonas concretas (por ejemplo, si tu cabello siempre estará empapado incluso durante una actividad suave o si siempre tienes una mancha de sudor en tu estómago), probablemente se deba a grupos hiperactivos de ciertas glándulas sudoríparas.
No hay una forma objetiva de saber si sudamos en exceso. Pero si la sudoración afecta a tu capacidad para realizar actividades diarias, como que se te resbale un bolígrafo al escribir o que tus chanclas se conviertan en una pista de patinaje, podrías ser parte del uno por ciento de la población con hiperhidrosis, que es una afección con sudoración excesiva de las manos, axilas y pies que comienza al despiertar y se detiene mientras dormimos.
¿Cuáles son las desventajas del sudor?
La más obvia es el olor. Tenemos dos tipos de glándulas sudoríparas: ecrinas y apocrinas. Si bien el sudor de las glándulas ecrinas no tiene olor, es el sudor apocrino el que debe preocuparnos ya que es más espeso y, a medida que se mezcla con las bacterias del cuerpo, puede producir olor corporal.
Relacionar el sudor con el acné es un error. Las glándulas ecrinas producen sudor y las glándulas sebáceas producen sebo o grasa; por lo tanto, estimular las glándulas sudoríparas no activa las glándulas sebáceas implicadas en los brotes de acné. Sin embargo, la humedad producida, sí que puede favorecer la proliferación de las bacterias que causan el acné.
¿Qué remedios se pueden aplicar?
¿Qué remedios se pueden aplicar?
Si bien la hiperhidrosis es poco común, cuestiones genéticas, algunos medicamentos y algunas afecciones como las enfermedades de la glándula tiroides, por ejemplo, también pueden provocar sudoración anormal. Si la cantidad de sudor que experimentas está afectando a tu calidad de vida, es recomendable acudir al médico para ver si puede llegar a la raíz del problema.
Algunas acciones sencillas son eficaces a la hora de minimizar los efectos desagradables del sudor:
- Ducharse lo antes posible después de la actividad física (No hay que sorprenderse, hay personas a las que entender esto les cuesta más de lo que debería)
- Evitar en lo posible tejidos sintéticos que suelen ocasionar olores muy fuertes.
- Evitar la ropa demasiado ajustada que pueda rozar la piel y provocar aún más irritación.
- Si haces ejercicio al aire libre, elije ropa de colores claros, ya que los colores oscuros absorben más rayos del sol y calientan más la piel.
¿Qué hay de la recuperación de los famosos electrolitos que eliminamos cuando hacemos ejercicio intenso y sudamos a raudales?
Hay quien cree que los electrolitos son una especie de supercombustible creado en laboratorio para atletas de élite y aquellos que quieren ser como ellos. La forma más sencilla de pensar en los electrolitos es que son minerales esenciales y que aportan muchas cosas diferentes que el cuerpo necesita.
Se llaman electrolitos porque tienen una carga eléctrica, positiva o negativa, cuando se disuelven en líquidos, como la sangre. Esas cargas eléctricas envían señales a los músculos y a los nervios. Nuestros cuerpos no funcionarían sin electrolitos. Entre sus funciones están las de ayudar a regular la presión arterial, la glucosa en sangre, la frecuencia y el ritmo cardíacos y el equilibrio hídrico del cuerpo.
Es probable que conozcas estos minerales por sus nombres cotidianos, entre ellos, calcio, magnesio, fósforo, sodio y potasio. Es un error pensar en los electrolitos como algo que viene en polvo, en barrita o bebida deportiva; una dieta saludable proporciona las cantidades adecuadas y necesarias.
La investigación sobre la suplementación con electrolitos está dirigida principalmente a los atletas. Algunas fuentes afirman que con agua es más que suficiente para actividades de menos de una hora de duración, otras incluso en más tiempo. En general, si el ejercicio dura menos de 75 minutos y no es de mucha intensidad, no hay necesidad alguna de suplementación con electrolitos. Basta con hidratarse con agua natural.
La dificultad estriba en la variabilidad entre individuos y casos. No se trata sólo de diferencias en cuanto a sexo, peso corporal y genética, sino también de factores como el calor, la humedad, la cantidad de agua que alguien bebió antes de la actividad y la intensidad de la misma.
Hay que destacar que el uso excesivo de bebidas reponedoras de electrolitos puede acarrear ciertos riesgos ya que pueden provocar arritmias cardíacas, fatiga y náuseas entre otros síntomas. Curiosamente, muchos de los síntomas del consumo excesivo pueden parecerse a los de consumir insuficientemente.
Hacer cálculos y aproximaciones complejas, en la mayoría de los casos, no tiene ningún sentido. Se trata más de escuchar a nuestro cuerpo, beber cuando tenemos sed y concentrarnos en fuentes de alimento de origen vegetal.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete