Qué son los postbióticos, dónde encontrarlos y cuál es su efecto en la microbiota

El Dr. Antonio Escribano lo explica: «Los postbióticos son componentes inactivos y metabolitos producidos por microorganismos que generalmente se encuentran dentro del grupo de los probióticos». Actúan de forma importante sobre la microbiota, la inmunidad y el metabolismo y como consecuencia ejercen múltiples beneficios en la salud humana, entre las que cabe destacar lo siguiente:

- Mejoran la salud intestinal, ya que refuerzan el epitelio de la mucosa reducen la inflamación intestinal y por lo tanto previenen el síndrome de intestino permeable y ayudan en enfermedades como el síndrome de intestino irritable.

- Disminuyen la producción de citoquinas proinflamatorias, con lo que realizan una acción importante frente a enfermedades crónicas e inflamatorias.

- Ejercen acción sobre la regulación del metabolismo energético, ya que mejoran la sensibilidad a la insulina y `por lo tanto la regulación de la glucosa.

- Fortalecen el sistema inmunológico al estimular la producción de IgA secretora

- Realizan una importante modulación del eje intestino-cerebro ya que influyen en la producción de neurotransmisores como serotonina, GABA y dopamina, contribuyendo al bienestar emocional, al alivio del estrés y a una mejor calidad del sueño.

Entonces... ¿cuál es la diferencia entre probiótico, prebiótico y postbiótico? María Luisa Fernández, responsable de I+D+I de Lácteos COVAP, señala que la diferencia clave entre estos tres términos, según la Asociación Científica Internacional de Probióticos y Postbióticos ISAPP (International Scientific Association for Probiotic and Prebiotics), radica en su naturaleza y mecanismo de acción:

- Probióticos: son microorganismos vivos que, cuando se administran en cantidades adecuadas, confieren un beneficio para la salud de la persona que lo consume. (Ej: Bacterias vivas en un yogur).

- Prebióticos: esencialmente, son el alimento para las bacterias beneficiosas que ya viven en tu intestino, los más comúnmente conocidos son las fibras, que se encuentran en multitud de alimentos, pero principalmente en fruta y verduras.

- Postbióticos: Son microorganismos no vivos o sus componentes que proporcionan un beneficio para la salud.

Cuenta el Dr. Antonio Escribrano que, sobre la base de los beneficios que hemos descrito, hay muchas razones de peso para incluir postbióticos en la dieta: «En primer lugar, para mantener una buena salud intestinal en situaciones de estrés, viajes, uso de antibióticos o disbiosis intestinal. También están indicados para reforzar el sistema inmune, especialmente en etapas de fatiga, alto esfuerzo físico o durante el envejecimiento».

«Lo ideal es consumirlos en alimentos funcionales como los lácteos fermentados enriquecidos con postbióticos, como leche COVAP Bífidus. También se pueden encontrar en algunos yogures que contienen cepas inactivadas o sus metabolitos», expone el experto. En este sentido, el mercado de los alimentos funcionales con postbióticos está creciendo rápidamente, y se prevé que en los próximos años se integren cada vez más en productos de consumo diario.

María Luisa Fernández añade que, de forma natural, están muy extendidos, aunque desconocidos para el consumidor. «Están en cualquier producto fermentado que sea posteriormente tratado térmicamente, como puede ser en los lácteos fermentados pasteurizados, en panadería, encurtidos o cervezas sin filtrar, en todas estas categorías tiene lugar una fermentación y después de la misma de una forma u otra lo microorganismos responsable de este proceso se inactivan»

En cambio, los suplementos posbióticos aún no están tan disponibles porque son relativamente nuevos en comparación con los prebióticos y los probióticos. Sin embargo, puedes comprarlos en determinadas tiendas naturistas y online. Alternativamente, puedes aumentar la cantidad de posbióticos en su cuerpo comiendo más alimentos prebióticos y probióticos, ya que los posbióticos son sus productos finales.

La mayoría de veces hablamos de lo saludable que es un alimento sin leer la letra pequeña. Puede ser muy bueno y sin embargo no estar aconsejado para todo el mundo. Con los postbióticos no parece ocurrir lo mismo. Tal como indica El Dr. Escribano, «son seguros para adultos, ancianos, niños y poblaciones especiales (embarazadas, deportistas, personas inmunodeprimidas, etc.) y no contienen microorganismos vivos, por lo que el riesgo de translocación bacteriana o infección es prácticamente nulo».

No obstante, están especialmente indicados en personas con síndrome del intestino irritable o enfermedad inflamatoria intestinal, en personas con disbiosis tras la toma antibióticos y aquellos pacientes que sufren síndrome metabólico, obesidad o resistencia a la insulina.

«El consumo regular de postbióticos o productos que contienen postbióticos, como COVAP Bífidus, favorece la creación de un entorno intestinal más estable y resistente ya que la mucosa intestinal y el equilibrio inmunológico se benefician de una exposición continua a metabolitos bioactivos», dice el doctor. Esto requiere un estímulo constante, por lo que su inclusión diaria o frecuente es una estrategia recomendable para optimizar los beneficios a largo plazo.

«De forma natural, están muy extendidos, aunque desconocidos para el consumidor. Están en cualquier producto fermentado que sea posteriormente tratado térmicamente, como puede ser en los lácteos fermentados pasteurizados, en panadería, encurtidos o cervezas sin filtrar, en todas estas categorías tiene lugar una fermentación y después de la misma de una forma u otra lo microorganismos responsable de este proceso se inactivan».