Espirulina

En los últimos años, el uso de la espirulina ha tenido un gran 'boom' (sobre todo, entre deportistas y personas que quieren bajar de peso), aunque se cree que los aztecas ya la utilizaban.

La espirulina normalmente se utiliza de forma desecada, en polvo o en forma de tabletas, aunque también se puede obtener en fresco. Es muy utilizada como complemento dietético y nutricional .

La espirulina contiene clorofila , proteínas de alto valor biológico, vitaminas, los principales minerales (potasio, magnesio, calcio, zinc, manganeso, selenio, hierro y fósforo), ácidos grasos esenciales, ácidos nucleicos (ADN y RDN), polisacáridos y un interminable espectro de antioxidantes.

En muchas ocasiones, se considera la espirulina como un superalimento , un término que no gusta demasiado a los especialistas en nutrición y dietética. De hecho, desaconsejan utilizar esa palabra ya que una dieta saludable se basa en una combinación adecuada de productos con distintos nutrientes y no en un alimento concreto.

Hecha esta aclaración, continuemos con las propiedades de esta microalga. Hemos citado además que es una gran fuente de proteínas . Son de muy fácil absorción y conforman entre el 65 y 71 por ciento de su composición nutricional. Además tiene todos los aminoácidos esenciales, así que es una proteína completa.

Aporta vitamina E y otros elementos que destacan por sus propiedades antioxidantes , betacaroteno y todas las vitaminas del grupo B. Ahora bien, la vitamina B12 que aporta no es biodisponible para humanos.

Son muchos los beneficios de esta microalga. Por ejemplo, es aconsejable su consumo en casos de anemia , ya que incrementa la hemoglobina, mejora la calidad de la sangre y aumenta la producción de glóbulos rojos, gracias a su elevada riqueza en hierro y su gran concentración de clorofila.

Además, tomar espirulina fortalece el sistema inmunitario , porque incrementa la producción de anticuerpos. El consumidor de esta microalga desarrolla una mayor protección frente a virus y microbios, es decir, mejora el estado inmunológico.

Gracias a su elevado contenido en provitamina A y zeaxantina, la espirulina puede ser muy beneficiosa para mejorar la visión en personas con degeneración macular o ceguera nocturna.

Al consumir espirulina luciremos un cabello más fuerte y brillantes, así como unas uñas más resistentes y una piel con un aspecto envidiable.

También ayuda a la eliminación de metales pesados como el arsénico, cada vez más presente en nuestras aguas.

Ttiene una gran demanda entre deportistas y eso se debe a que les ayuda a recuperarse tras un intenso esfuerzo físico. Además, su elevado contenido en calcio y magnesio ayuda a mitigar posibles calambres.

La espirulina ayuda a disminuir el colesterol y los triglicéridos , así como a reducir la grasa acumulada en el hígado.

Como veis son muchas las ventajas de consumir espirulina, pero hay que recordar que es un alimento y no un medicamento . Su consumo es seguro en dosis adecuadas y no se han descrito efectos adversos graves. Eso sí, si se abusa de su consumo, puede presentar efectos secundarios como erupción en la piel, estreñimiento, náuseas y vómitos.

También hay que tener en cuenta que su consumo puede interaccionar con medicamentos y alterar su eficacia, así que si vas a tomar espirulina conviene que se lo comentes antes a tu médico o farmacéutico de confianza.

Los beneficios de la espirulina son muchos, pero hay personas que deben evitar su consumo. Por ejemplo, quienes tomen medicamentos que puedan incrementar las hemorragias.

Personas que tienen hipertiroidismo , enfermedades del hígado o patologías autoinmunes también deberían evitar tomar espirulina. Y lo tienen terminantemente prohibido las personas que padecen gota o sufren fenilcetonuria (enfermedad genética que impide el metabolismo de aminoácido tirosina).