Síntomas de la menopausia precoz o antes de los 40 años: ni sofocos esporádicos ni ausencia de regla puntual, es algo más

Sin embargo, la pérdida de la función ovárica o lo que todos conocemos como menopausia ocurre con más frecuencia de la que pensamos antes de los 40, pudiendo afectar al 12% de las mujeres.

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Alfonso M. Arce

La llegada de la menopausia no debe entenderse como una condena. Hay medidas que pueden ayudar a combatir sus consecuencias

La ginecóloga Natalia Gennaro explica que la menopausia se refiere al cese definitivo de las menstruaciones como resultado de la inactividad del ovario. «Es un diagnóstico clínico y retrospectivo, es decir, se deben cumplir 12 meses sin reglas para decir que una mujer está en menopausia».

La edad fisiológica promedio mundial de la llegada de la menopausia es de 52 años. Sin embargo, cuando se produce en menores de 45, se denomina temprana, y precoz si se produce en menores de 40 años, también conocida como falla ovárica primaria o insuficiencia ovárica prematura (POI).

Estos síntomas son semejantes a los de la menopausia habitual y tomar la decisión de buscar o no un tratamiento depende de la cantidad de síntomas, de su intensidad, de cómo interfiere en la calidad de vida, de su deseo gestacional cumplido o no y en las creencias sobre el tratamiento de la menopausia.

Gennaro destaca tres causas como las más frecuentes de la menopausia precoz: genética, donde el ovario empieza a funcionar de manera insuficiente, pudiendo estar asociado a hipotiroidismo, enfermedad de Crohn, lupus eritematoso sistémico, artritis reumatoidea o síndrome de Turner; una razón iatrogénica, por la extirpación de los órganos genitales femeninos y tratamientos de radioterapia pélvica o quimioterapia; y otra asociada a infecciones como las paperas o el citomegalovirus.

No existen tratamientos que puedan hacer que los ovarios vuelvan a funcionar. Sin embargo, la ginecóloga indica que existen casos extraordinarios en los que los ovarios comienzan a trabajar de nuevo por razones desconocidas (en el 1% de las ocasiones).

Las mujeres con menopausia precoz tienen un mayor riesgo de sufrir osteoporosis o enfermedades del corazón. En estos casos, Gennaro aconseja la terapia de reemplazo hormonal (TRH). Sin embargo, no es recomendable para quienes hayan sufrido cáncer de mama o de útero, tengan antecedentes de trombosis, enfermedades hepáticas graves, sangrado vaginal no diagnosticado, enfermedades del corazón o de derrame cerebral.

Y esta terapia de estrógenos además trae consigo efectos secundarios como dolores en los senos y náuseas, y la progesterona puede causar también hinchazón, cambios de humor o depresión.

Hay que tener en cuenta que la menopausia prematura o precoz puede afectar de manera significativa a nivel emocional a aquellas mujeres que la sufren, pues pueden sentir un gran dolor por no poder tener hijos, miedo a envejecer antes de tiempo, temor a que su pareja no la encuentre sexualmente atractiva o sufrir problemas de autoestima.

En este sentido, el asesoramiento psicológico y los grupos de autoayuda pueden asistir de manera positiva a las mujeres que padezcan esta condición, así como acudir al ginecólogo para que este determine las causas y el tratamiento apropiado a seguir para disminuir los síntomas.