Alma Obregón (Alma Cupcakes) revela por qué no salen ricos tus dulces caseros

A lo largo de su carrera ha escrito más de 12 títulos sobre relación con el mundo del dulce y sobre su forma de ver la vida. Pero su obra más reciente, 'Repostería Tradicional' (Ed. Planeta, 2021) , verá la luz el próximo 20 de octubre y prevé llenar los hogares del olor de los roscos de la abuela, del aroma del bizcocho de limón y de esas galletas que evocan los mejores recuerdos de la infancia.

Ahora se mueve como pez en el agua entre mangas pasteleras, moldes y guantes para el horno, pero confiesa que cuando comenzó a preparar sus primeros postres cometía los mismos errores que cualquier principiante. Uno de los peores es, según explica, saltarse la receta . «Desde el principio quise crear mis propias recetas, así que si veía que no tenía harina, no le echaba o le añadía otra cosa y si veía que me faltaba algún ingrediente lo cambiaba por otro. Y en lugar de pesar los ingredientes incluía lo que me parecía, más o menos a ojo. Y eso es criminal en repostería. Tal vez en otro tipo de platos sea posible calcular a ojo o cambiar algún ingrediente, pero en repostería tienes que pesar todo, medir todo y seguir la receta al pie de la letra. Eso es lo único que es garantía de éxito », aclara.

Otro de los errores que se suelen cometer es comprar todo tipo de accesorios para elaborar los dulces pues, tal como explica Alma Obregón, en realidad con unos buenos moldes (o incluso un solo molde bueno para bizcochos), un buen horno y una báscula para pesar los ingredientes se podrían conseguir resultados más que satisfactorios. Aunque también afirma que pueden resultar útiles para facilitar la tarea unas varillas . Y ya si se desea decorar alguno de los dulces se puede usar una manga pastelera con distintas boquillas.

A la hora de ponerse manos a la obra lo ideal es comenzar por lo más básico . «Antes de dar consejos tengo que decir que yo he sido la primera patosa al iniciarme en repostería . De hecho hice mis primeros cupcakes sin engrasar el molde. Imagina cómo me quedaron. Por eso lo mejor es comenzar por la receta más sencilla. El bizcocho de toda la vida, el '1, 2, 3', ese que han hecho nuestras abuelas y nuestras madres es el más fácil y es el que nos permitirá conocer y perfeccionar nuestra forma de mezclar, la calidad de nuestros moldes y el funcionamiento del horno. En cuanto conozcamos bien los elementos que vamos a usar en la elaboración de los postres o dulces, notaremos que los resultados mejoran», argumenta.

Una vez que nos hayamos familiarizado con nuestros accesorios y hayamos perfeccionado la técnica ya podemos invertir en otros artilugios más sofisticados como una batidora de mesa de las que puedes dejar batiendo a la velocidad que desees mientras haces otras cosas. «Cuando puedes dejar que una máquina vaya montando las claras mientras estás con otras elaboraciones, ya puede decirse que estás dando un paso más hacia una repostería profesional», comenta.

Si lo que queremos es preparar una versión más saludable de los postres tradicionales debemos tener en cuenta que lo ideal es, tal como propone Alma Obregón, que ya tengamos una cierta pericia en la elaboración de los clásicos, pues de esta manera nos resultará más sencillo hacer los cambios necesarios en la receta sin estropear el resultado.

Uno de los cambios que se puede hacer es, según explica, sustituir las harinas refinadas por harinas integrales . Aunque sobre este punto recuerda que, como las harinas integrales suelen absorber más líquido, es importante ajustar luego la cantidad líquida (huevos, leche... etc) de la receta para que al final quede equilibrada. Por eso aconseja tener clara la receta tradicional antes de ponerse a preparar la versión saludable.

También es posible sustituir los azúcares industriales por dátiles triturados, miel o edulcorantes naturales si bien al hacer estos cambios Alma Cupcakes recuerda que serán importantes los ajustes pues se puede optar por sustituir la totalidad del azúcar o solo parte del azúcar y al hacerlo tendremos que calcular bien las equivalencias para no modificar la receta. En cuanto a las grasas también es posible cambiar la mantequilla por aceite de oliva virgen extra, pero solo en algunos casos. En cuanto a la leche, se puede sustituir por la bebida vegetal si existe intolerancia a la lactosa.