Chen Guangcheng, en Nueva York: «Da igual lo que quiera China. Va a ser forzada a avanzar»

Chen, quien llegó a Nueva York el pasado 19 de mayo acompañado de su mujer y sus hijos, se mostró optimista sobre el futuro de China. «Creo que nadie puede frenar el progreso de la Historia. Da igual si el Gobierno central quiere progresar o retroceder. Va a ser forzado a avanzar. Pero llevará su tiempo y requerirá el apoyo del pueblo», apuntó. Guangcheng cree que la democracia llegará a China mediante un proceso lento, pero irreversible. A esto añadió que el cambio puede llegar desde dentro o desde fuera del partido, pero que el «desarrollo de la sociedad civil y de su funcionamiento después de ser establecido dependerá del pueblo chino».

Sobre el modelo de democracia que debe seguir China, la intuición de Guangcheng le dice que el Gobierno Central tiene razón al afirmar que China no puede limitarse a copiar la democracia al estilo occidental. Para él, la mejor vía que China podría seguir sería la de aprender de los éxitos y errores de las otras democracias del mundo para crear una que encaje con sus necesidades . «¿Qué habría de malo con que tuviésemos nuestra propia democracia?», se preguntó.

Chen Guangcheng está en firme desacuerdo con la doble moral de China, un país que de cara a la galería afirma que es un ciudadano libre, pero que cuando hace uso de su libertad y abandona el país, ataca a sus amigos y familiares, los maltrata y saquea . «No hay justicia», reclamó el disidente.

Ese mismo doble rasero es el que Guangcheng denunció respecto de la legalidad en China. Según explicó a los asistentes, la Constitución china reconoce que el país debe ser dirigido de acuerdo a la Ley, aunque las instituciones que deberían hacerla prevalecer sean incapaces de ello. Ese mismo asunto fue uno de los que Guangcheng exploró en «Como China desacata sus normas», la columna que escribió para el diario «New York Times» . En ella, además de pedir que las autoridades locales investiguen las razones tras la detención ilegal que padeció durante casi siete años , Guangcheng recalcó que el «problema fundamental que afronta China es su anarquía legal».

Ahora que está en Nueva York, Guangcheng confesó que lo que más le preocupa, además de la situación política en China, es su familia. Desde que dejó Pekín hace dos semanas, el acoso que sus familiares sufrían se ha intensificado. La agresión ha llegado hasta tal punto que su hermano se vio obligado a abandonar su pueblo de Dongshigu , en la provincia oriental de Shandong; y a regresar poco después, ya que su hijo permanecía retenido en un centro de la policía. «Las últimas noticias que tengo es que mi hermano ha regresado a Shandong, pero que sigue bajo una presión tremenda», comentó Guangcheng.

Un punto que Chen Guangcheng recalcó en múltiples ocasiones es que él no ha pedido asilo político a Estados Unidos ni ha llegado al país como exiliado. Por el contrario, Guangcheng dejó claro que está en Nueva York en calidad de estudiante, algo que fue posible gracias a que el Gobierno Central garantizó su seguridad y sus derechos ; y que tiene intención de regresar a China.

Como estudiante de Derecho en la Universidad de Nueva York (NYU) sus intereses son amplios. Entre las materias que tiene planeado explorar se encuentran el funcionamiento de la ley en EE.UU. y Reino Unido para poder compararlo con la ley continental. El disidente también apuntó que uno de sus mayores intereses es el conjunto de leyes que protegen y defienden a las personas con alguna discapacidad; y que también dedicará parte de su tiempo a las leyes internacionales de derechos civiles y derechos humanos.

Pero ante todo, lo que Guangcheng está más ansioso por poder hacer es retomar el contacto con una realidad de la que se ha mantenido forzadamente alejado y ponerse al día de los avances del mundo. « Necesito reabastecerme de conocimiento », acentuó.