IDEES DES DE LA COMUNITAT
Inmigración y Policía de fronteras
Hago un llamamiento a la responsabilidad para que cesen las críticas que hoy se hacen desde distintos grupos políticos a las actuaciones de la Guardia Civil
ESTOS días hay quien está poniendo en entredicho la actuación de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado a raíz de los incidentes fronterizos en Ceuta y Melilla. La gran mayoría de los ciudadanos alabamos la tremenda labor que lleva a cabo la Guardia Civil y la Policía Nacional, cuyo trabajo conozco bien de primera mano. De hecho, durante los últimos años han salvado la vida a cientos de personas rescatadas en pateras, aunque muchos se esfuerzan por silenciar esta labor.
La realidad de los flujos migratorios es un grave problema «in crescendo» en la UE ante el que no cabe mirar hacia otro lado. En Europa se está creando un «cuarto mundo» que obliga a adoptar una decisión seria en materia de cooperación y de fronteras para tener una política común.
Estos días se pide un pacto a nivel nacional en materia de seguridad. Pero este acuerdo es aún más necesario a nivel europeo. Ya en el año 2000, el ministro del interior italiano, Enzo Bianco, planteó la creación de una policía de fronteras europea coordinada por Europol. Entonces recibió el apoyo de España y de otros países. Pero la burocracia europea ha sido incapaz de llevarla a cabo.
Es urgente crear esta policía de fronteras. Esto no supone un nuevo cuerpo policial, sino una colaboración estrecha entre la policía de fronteras según unas directrices marco que deben emanar desde Europol. Esta operatividad no consiste solamente en tener barcos en el mar, vigilar aeropuertos o salvaguardar las zonas fronterizas, sino esencialmente en el cruce de información y el impulso de equipos conjuntos de investigación entre países para luchar de verdad contra los traficantes de la esclavitud del siglo XXI. Precisamente el hoy crítico contra las fuerzas de seguridad, el secretario general del PSOE Alfredo Pérez Rubalcaba, pidió en 2010 en una reunión de Frontex en Varsovia, el reforzamiento contra las organizaciones criminales que trafican con seres humanos.
En las próximas elecciones europeas elegiremos un presidente de la UE que, por primera vez, saldrá de quien encabece las listas de cada uno de los partidos políticos que se presenten. Esa persona, reforzada con más autoridad, debe poner en marcha esta iniciativa y dar instrucciones claras y concretas al próximo responsable interior europeo y al de cooperación para ejecutar un exigente plan de ayuda para esos países necesitados de donde provienen los flujos migratorios.
También para reorganizar la operatividad en esta materia con las policías nacionales de cada país y la cooperación con el resto de policías europeas, y así tener mayor eficacia en la lucha contra las mafias explotadoras de personas necesitadas en terceros países.
Hago un llamamiento a la responsabilidad para que cesen las críticas que hoy se hacen desde distintos grupos políticos a las actuaciones de la Guardia Civil con el único objetivo de intentar desgastar al gobierno, pues provocan gran daño al honor del benemérito instituto que, como canta su himno, «guarda fiel de España entera, que llevas en tu bandera el lema de Paz y Honor».

