ENTREVISTA Jesús Vázquez Conselleiro de Educación y Cultura

«A las universidades se le están pidiendo menos esfuerzos que a la administración»

El titular de una de las carteras con mayor carga de trabajo se sienta con ABC para analizar las prioridades educativas en tiempos de crisis

PATRICIA ABET - Actualizado: Guardado en: Actualidad

Jesús Vázquez (Nuremberg, 1967) encara su segundo mandato al frente de la cartera de Educación, Cultura y Ordenación Universitaria con asuntos pendientes sobre su mesa como la puesta en marcha de la nueva Ley de Universidades o la potenciación de la Formación Profesional. De ahí que su jornada laboral empiece en torno a las seis y media de la mañana. «Desde que era estudiante, siempre he madrugado», reconoce. «Los fines de semana también lo hago porque soy muy activo y nervioso, aunque no lo aparente», explica mientras se toma el primer café de la mañana en su despacho de San Caetano. Son las 8 y media.

-Aunque es titular de Educación, y no de Facenda, cuadrar los números debe ser a estas alturas una de sus máximas preocupaciones. Con un recorte de 96 millones de euros en su presupuesto, ¿cuál es la prioridad de la Consellería?

-El ajuste es de alrededor del 4,5%, por lo que evidentemente estamos obligados a priorizar. En qué, pues es muy complicado. Todo lo que es la eliminación de gastos corrientes y superfluos que no tenían repercusión directa sobre los resultados se ha ido haciendo durante los últimos años. Y es en lo que vamos a incidir, en todas esas variables que nos permitan aplicar los recursos escasos de los que disponemos. Hay una serie de imperativos, como la mejora del sistema educativo, la ampliación del número de alumnos o la lucha contra el fracaso escolar, que son básicos. En el terreno cultural, el problema está en que hay una obra social que, en cierta medida, desaparece, y en que hay una menor contratación por parte de los concellos, por lo que la administración lo tiene más difícil.

-Terreno blindado son las tasas universitarias. Este curso Galicia se convertía en la autonomía con las primeras matrículas más bajas, ¿una aspiración que podría repetirse en 2014 si el Gobierno central lo consiente?

-Sí, vamos a intentarlo. Los rectores y nosotros coincidimos en que la crisis no debe afectar de manera incisiva a las posibilidades de estudio de las familias. Este año había un decreto Wert que obligaba al cumplimiento de unos mínimos, de hecho, ahí están las terceras y cuartas matrículas. En el caso gallego, en los últimos cuatro años se optó por la congelación en dos anualidades, aunque este año fue el más llamativo porque el decreto Wert hizo que en algunas comunidades aumentase bastante el coste. En Galicia se notó la congelación porque pasamos a tener las tasas más bajas de todo el Estado con una diferencia muy grande, tanto en grados como en másters. Pero hay que recordar que no es algo nuevo, hubo dos años en los que subimos el cero por ciento las tasas y otros dos en los que nos quedamos en el mínimo de la horquilla marcada por el Gobierno, así que queda fuera de toda cuestión que se trate de un movimiento oportunista o preelectoral. Y vamos a seguir apostando por eso porque las necesidades de las familias son muchas.

-Las becas suben...

-... este año, un 2 por ciento en el sector universitario. El año pasado 2.000 universitarios se beneficiaron de becas, como las Erasmus, las de movilidad extracomunitaria o las de idiomas. También se pondrá en marcha una línea de ayudas de becas para másters.

-En pie de guerra, personal de las universidades se concentró esta semana ante el Parlamento por los ajustes salariales. ¿Hay margen para la negociación?

-Es una cuestión que compete a las universidades, que gozan de autonomía universitaria. Lo único que podemos decir es que el 81 por ciento de los fondos que reciben las universidades son públicos. Ese porcentaje es mayor que hace cuatro años. Nosotros podemos dar datos y decir que año tras año tratamos de cuidar nuestra universidad como uno de los pilares básicos para la salida de la crisis. Siempre decreció menos el presupuesto para las universidades en comparación con los presupuestos de la Xunta. Se les está pidiendo menos esfuerzo, la presión sobre la universidad es menor. Muchas veces detrás de ciertas protestas no hay únicamente lo que aparece en el titular, hay otro tipo de cuestiones que buscan una movilización en contra del sistema, anti todo lo establecido.

-Demos un salto al plano cultural, más en concreto, a la Ciudad de la Cultura. Su futuro pasa por equilibrar los gastos de mantenimiento con el cobro de alquileres y entradas e incluso patrocinios con la marca Gaiás. ¿Cómo van las negociaciones?

-Hablamos de una obra con la que tenemos un compromiso, que es que tiene que dar resultado a la sociedad. En este caso la Xunta va a continuar con su programa de ahorro, que se tradujo en decisiones muy importantes como la paralización de dos edificios que nos permitió revertir esa inversión en otras áreas sociales. Muchos actos de la Xunta se están desarrollando en el Gaiás, lo que permite ahorrar el coste de alquiler de otros centros. A la sociedad tenemos que explicarle que cuando se habla de que la Ciudad de la Cultura tiene un coste muy elevado hay que tener en cuenta que ese coste obedece a unos edificios en los que se están desarrollando actividades por parte de la administración que había que desarrollar y que, al ir en un lote, generan eficiencias de un 20 por ciento menos, al igual que en los consumos de limpieza, de agua o de vigilancia. A veces la gente habla de que el coste de la CDC es de 9 millones de euros pero sin tener en cuenta estos parámetros.

-Algún adelanto en la nueva programación cultural...

-Va a haber proyectos muy ambiciosos. Vamos a recepcionar distintos legados y seguir incorporando fondos. También puedo adelantar que estuvo visitando las instalaciones la Fundación Cisneros... va a haber sorpresas y ahí queda (risas).

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