Siete miradores para disfrutar de las mejores vistas de España

Además de la buena gastronomía que ofrece, de sus playas, de sus encantadores pueblos y de su espectacular naturaleza, Galicia cuenta con un reclamo más entre los turistas: sus bancos panorámicos. Repartidos por toda la comunidad, estos relajantes miradores llenan las redes sociales de idílicas fotografías por su encanto y, por supuesto, por las vistas que ofrecen.

El banco de Redondela (Cedeira) , que tiene grabado en la trasera 'Galizia It’s different' regala, desde lo alto del Campo da Rata, una preciosa panorámica de la ría de Vigo, el puente de Rande, las islas Cíes y la ensenada de San Simón. Llegar hasta aquí no es tarea fácil, pero la recompensa final justifica por completo la caminata.

Nada mejor para obtener una panorámica de los tejados de la capital que subirse a unos de sus rooftop de moda. Opciones hay muchas, pero ninguno mejor para disfrutar de unas vistas casi 360 grados que la azotea del Círculo de Bellas Artes . Situada a 56 metros de altura sobre la calle Alcalá, esta terraza permite observar desde la Sierra de Guadarrama al norte, hasta el Cerro de los Ángeles al sur, mientras se saborea uno de sus exquisitos cócteles o una cocina de fondo mediterráneo elaborada por el chef Manuel Berganza. El edificio está, además, coronado por la escultura de bronce de Minerva –diosa romana de la sabiduría y el arte–, creada por Juan Luis Vassallo .

No apto para personas que sufren de vértigo, así es el mirador de Abrante, en La Gomera . En este peculiar espacio los visitantes no se asoman al precipicio, sino que flotan sobre él. Del extremo del mirador sale un voladizo de siete metros de largo y suelo de cristal que permite contemplar esta isla en todo su esplendor. Cuando no hay nubes se puede apreciar el pequeño valle de Agulo, encajonado entre riscos casi verticales y abierto al océano Atlántico. Además, a lo lejos se puede divisar Tenerife.

Junto a la pasarela hay también un restaurante en el que degustar los platos típicos canarios regados por vinos con denominación de origen de La Gomera. Para llegar hasta aquí es necesario ir en coche. Existe una zona de aparcamiento gratuita para dejar el vehículo.

El Fitu no es un mirador natural al uso, sino que se trata de una antigua atalaya de hormigón, conocida por los lugareños como el cazu por su forma de taza, construida en 1927 en plena Sierra del Sueve, a poca distancia de Arriondas y Colunga.

Esta construcción se alza sobre el Alto de la Cruz de Llames ofreciendo unas vistas 360 grados de algunos de los paisajes más bonitos de Asturias, como el Parque Nacional de los Picos de Europa, el Parque Natural de Ponga y, en los días más claros, el pueblo de Ribadesella.

Construida con motivo de los Juegos Olímpicos de 1992, Collserola es una torre de telecomunicaciones de 288 metros de altura, cifra que la convierte en el edificio más alto de Barcelona. Además, dispone de un estupendo mirador, ubicado en la décima planta, desde el que obtener una completa vista panorámica de la ciudad condal y sus alrededores . En condiciones meteorológicas normales la vista puede alcanzar hasta 70 kilómetros.

Salamanca cuenta con un patrimonio monumental impresionante, por lo que poder vislumbrarlo desde las alturas es todo un privilegio. Más allá de los miradores naturales que la rodean existen diferentes opciones situadas dentro de la misma ciudad desde los que contemplar, en todo su esplendor, sus puntos más emblemáticos. Uno de ellos es el Ieronimus, las torres de la Catedral –la Torre Mocha y la Torre de Campanas– a las que se asciende por el interior del templo a través de pasadizos y escaleras . Este recorrido entre almenas, pináculos y gárgolas permite contemplar el conjunto catedralicio, así como la vega del río Tormes.

Cuando el viajero se dirige a Segovia lo más común es buscar un punto desde el que observar la catedral y el imponente Alcázar, un castillo que dicen sirvió de inspiración al mismísimo Wall Disney. Pero, aquellos que quieran obtener una instantánea diferente pueden acudir al mismo Alcázar. Su localización, entre los valles del Eresma y del Clamores, le convierten en un mirador excepcional para contemplar esta mágica ciudad. Desde el exterior las vistas ya son increíbles, pero si se decide entrar al interior se puede ascender, también, a la Torre Juan II para obtener una panorámica más completa.

Por el contrario, si se quiere acudir al mirador más alto de Segovia hay que ir al campanario de la catedral y subir 190 escalones , un esfuerzo que bien merece la pena por las vistas que ofrece a los monumentos más importantes de la ciudad.