Seis playas idílicas para disfrutar este verano de la Costa del Sol

Situada en pleno corazón de Benalmádena, a tres kilómetros del puerto deportivo, está Bil Bil, una playa de arena fina y oscura con una longitud de 400 metros y una anchura media de 20 metros. Su ubicación y los múltiples servicios de los que dispone, como alquiler de hamacas y sombrillas, duchas, baños, zona de juegos para los más pequeños, aparcamiento y chiringuitos, hacen que haya una gran afluencia en los meses de más calor, pero no por ello resulta menos atractiva.

La playa está rodeada por un bonito paseo marítimo salpicado de palmeras en el que caminar es toda una delicia. Además, en un extremo de la misma está el castillo de Bil Bil, una fortaleza rojiza de estilo árabe construida en 1927 por la familia Hermann. Actualmente es de propiedad municipal y en su interior se realizan diferentes eventos culturales. Quedarse hasta al anochecer para admirar la iluminación del edificio y de su bonito jardín es, sin duda, un imprescindible.

Situada en Torremolinos, una de las localidades más animadas de la provincia de Málaga, está Los Álamos, una opción perfecta para aquellos que buscan algo más que tumbarse bajo el sol. Con más de un kilómetro y medio de longitud, sesenta metros de ancho, oleaje moderado, una arena fina y dorada y un área de césped en el que relajarse, esta playa semiurbana que cuenta, además, con el distintivo de bandera azul, es una de las más concurridas de la zona, y no es para menos.

Su enorme oferta de ocio y restauración con modernos chiringuitos con música chill out, su atractiva vida nocturna, la posibilidad de disfrutar de diferentes actividades aptas para todas las edades, como motos de agua, hidropedales o jetboats y su accesibilidad la han convertido en un punto de encuentro de locales y visitantes durante los meses de verano.

En el paraje natural de los Acantilados de Maro (Nerja), rodeada de una espesa vegetación, se esconde esta pequeña playa salvaje considerada como una de las mejores de la Costa del Sol. Este arenal de unos 500 metros de longitud y 20 metros de anchura cuenta con varios servicios como duchas, aseos, socorrista, alquiler de tumbonas, chiringuito, acceso para minusválidos y un aparcamiento situado a escasos metros del lugar.

Sus aguas transparentes y limpias presumen de acoger una rica fauna acuática, lo que hace que sean perfectas para la práctica de snorkel y submarinismo. Además, se pueden alquilar kayaks y piraguas para obtener una perspectiva diferente del bello paisaje.

Situada a unos 13 kilómetros al este del centro de Marbella está Artola-Cabopino, un rincón que ha ganado mucha popularidad en los últimos años. Este arenal de unos 1.200 metros de longitud y 25 de ancho se podría dividir más bien en dos zonas. En primer lugar, estaría la de Cabopino, que está junto al puerto deportivo y se extiende hasta el primer espigón, justo en frente de la antigua torre militar de los Ladrones, y que gracias a sus aguas poco profundas resulta perfecta para familias con niños. Este área dispone de diferentes servicios como chiringuitos y alquiler de hamacas y sombrillas, así como puestos de alquiler de hidropedales y motos acuáticas. Por otro lado, estaría la de Artola, una playa de arena fina y dorada cuyo paisaje está formado por el Monumento Natural Dunas de Artola y por vegetación autóctona, como sabinas y narcisos de mar, y que ofrece mayor tranquilidad, así como una zona destinada a la práctica del nudismo.

Calahonda, una de las más fotografiadas del municipio, está en el centro de Nerja, próxima al precioso mirador del Balcón de Europa. Este lugar fue tiempo atrás puerto para los pescadores de la zona, por lo que estaba lleno de coquetas casitas excavadas en los acantilados y pintadas en blanco y azul de las que todavía hoy se conservan algunas y que junto a las barcas forman una preciosa postal. Con una extensión de 120 metros de largo y una composición de arena y grava oscura, esta playa ofrece aguas azul turquesa. Tal es su encanto que fue escenario de la mítica serie 'Verano azul'.

El acceso se realiza por un pasillo a la izquierda de los arcos del Balcón, conocido como el Boquete de Calahonda, construido con varios tramos de escalones pequeños. Dispone de servicio de vigilancia, duchas, alquiler de hamacas y chiringuitos en los que disfrutar de la gastronomía de la zona.

En la desembocadura del río Fuengirola, a kilómetro y medio del centro de la localidad –lo que hace que sea accesible tanto en coche como a pie–, está la playa del Castillo, también conocida como El Ejido. Este arenal de 800 metros de longitud y 50 de anchura está bañado por aguas tranquilas y cristalinas y dispone de aseos, duchas, alquiler de hamacas y sombrillas, chiringuitos, zona infantil e instalaciones multiaventura con tirolinas y camas elásticas. Cuenta, también, con atención al baño a personas con movilidad reducida en una zona de sombra y servicio especial de socorrista en época estival.

Un punto extra de esta playa es que tiene una zona de más de 3.000 metros cuadrados destinada al uso y disfrute de los perros, la cual cuenta con duchas para canes y humanos y está señalizada y acotada con vallas de madera.

Además se encuentra muy cerca del complejo histórico-artístico del castillo Sohail, una fortaleza de origen musulmán cuyo interior se utiliza para la realización de diferentes eventos de interés, como el Mercado medieval o la fiesta del Oktoberfest. En el exterior se celebra cada verano el festival Marenostrum Music Castle Park, que trae grandes estrellas de la música tanto nacionales como internacionales.