Pueblos donde comer bien en la sierra de Madrid

La siguiente parada está en Los Molinos , hasta donde se llega por la M-622. Aquí, cada 15 de agosto se celebra la fiesta de la Virgen del Espino, con una romería hasta la ermita del Reajo del Espino . La ruta continúa por la M-622, hasta el desvío que lleva a la estación de tren de Tablada, que posee unas vistas excepcionales de Siete Picos . Más adelante está la pista forestal que conduce hasta la peña del Arcipreste, un paraje natural que debe su nombre a Juan Ruiz Arcipreste de Hita, autor del Libro de Buen Amor y caminante de estas sendas.

De Guadarrama a El Escorial

Retrocediendo hacia Guadarrama por la N-VI se llega hasta el embalse de la Jarosa y desde allí parten los caminos que recorren la cuerda de La Carrasqueta , los collados del Hornillo y de la Mina, el mirador de Cabeza de Lijar o el Alto del León. Desde la Jarosa por la N-VI se llega a Guadarrama, pueblo mencionado en el Quijote, cuando el ingenioso hidalgo describe a Dulcinea como “más derecha que un huso de Guadarrama”. Merece la pena visitar la Plaza Mayor.

Desde el famoso semáforo de Guadarrama y por la M-621 se continúa hasta San Lorenzo de El Escorial . El engarce con la M-600 se hace justo en la entrada a la abadía de la Santa Cruz del Valle de los Caídos . A la altura de Fuente Nueva merece la pena desviarse hacia el Arboreto Luis Ceballos : la pista forestal bordea San Lorenzo y muestra unas preciosas panorámicas del monasterio. La vuelta se hace por el mismo camino, pero tomando el desvío que conduce hasta el centro de San Lorenzo de El Escorial. Conjunto histórico-artístico , el espíritu urbanista de Carlos III, junto al monasterio (Patrimonio de la Humanidad) que Felipe II mandó erigir para conmemorar la victoria ante los franceses en la batalla de San Quintín (un 10 de agosto de 1557, festividad de San Lorenzo) se entremezclan con la arquitectura madrileña de los siglos XVI y XVIII de Juan Herrera y Juan de Villanueva.

Hay que pasar por las Casas de Oficios, la Casa de los Infantes y de la Reina . La pinacoteca y el Museo de Arquitectura completan el conjunto. Y para reponerse, nada mejor que una ración generosa del excelente cocido madrileño. Desde San Lorenzo se toma la M-505 y, en La Paradilla, hay que desviarse por la M-535 hacia Santa María de la Alameda , entorno natural entre los ríos Cofio y Aceña con sus afluentes de aguas cristalinas para disfrutar de las sierras de Gredos y Guadarrama.

Fuente: Guía Repsol